El Gobierno interpreta el desarme de la banda terrorista ETA como una operación mediática “para disimular su derrota” e “intentar sacar un rédito político de la misma”, y recalca que los terroristas “no pueden esperar ningún trato de favor y mucho menos impunidad a sus delitos”.
En un comunicado, el Ejecutivo ha rehusado hacer ninguna valoración sobre el armamento entregado hoy por ETA y sobre su integridad hasta que este haya sido analizado por las autoridades y la justicia francesa, de acuerdo con la legalidad vigente.
Y, como han subrayado sus miembros desde que se anunciara el desarme, ha reiterado que los terroristas de ETA no pueden esperar ningún trato de favor y “mucho menos impunidad a sus delitos”.
El Gobierno ha manifestado que la banda terrorista está “operativamente derrotada, sin futuro y con sus dirigentes en prisión”.
“La única respuesta lógica a esta situación es anunciar su disolución definitiva, pedir perdón a sus víctimas y desaparecer, en vez de montar operaciones mediáticas para disimular su derrota e intentar sacar un rédito político de la misma”, ha añadido.
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha advertido a ETA, en una declaración institucional, que el Gobierno “no va a cambiar su posición” y que “no pueden esperar ningún trato de favor”.