El Gobierno portugués propuso hoy en el Parlamento una “ambiciosa” reforma del Estado para hacerlo viable ante la imposibilidad de hacer más recortes presupuestarios tras varios años de austeridad impuesta por el rescate financiero.
El primer ministro luso, el conservador Pedro Passos Coelho, subrayó en la Asamblea Legislativa que la reducción del gasto con la actual dimensión del sector público “está muy cerca de su límite con los recortes realizados en 2011 y 2012 y los previstos para 2013”.
Passos Coelho destacó la necesidad de contar con un amplio consenso para acometer esta reforma, de la que no dio más detalles durante su intervención, y reclamó el apoyo del principal grupo de la oposición, el socialista, así como de sindicatos y empresarios.
El primer ministro incidió en que los cambios en el Estado son “urgentes” y admitió que no estaban previstos en el memorando de entendimiento firmado en mayo del año pasado con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que recoge las condiciones del rescate financiero a Portugal.
Según Passos Coelho, la reforma estatal obligaría a una “refundación” del acuerdo alcanzado con ambos organismos y permitirá “cumplir los grandes objetivos de estabilización financiera” del país y “asegurar el mantenimiento del Estado social”.
La propuesta del Ejecutivo centró una sesión de debates en el Parlamento sobre los presupuestos estatales para 2013, que serán sometidos el miércoles a una primera votación a la cual seguirá otra en noviembre.
La mayoría absoluta de la coalición de centroderecha en el poder hace prever que el proyecto de presupuestos sea fácilmente aprobado, aunque se han alzado muchas voces críticas contra las duras medidas de austeridad que contiene en los dos partidos aliados.
Tanto entre los socialdemócratas de Passos Coelho, que ganaron las elecciones anticipadas de junio de 2011, como entre los democratacristianos, tercera fuerza política del Parlamento que da mayoría absoluta al primer ministro, los presupuestos han generado, por primera vez, críticas muy duras.
También los socialistas, que perdieron el poder el año pasado, se han opuesto a las nuevas medidas de austeridad y han criticado a Passos Coelho por no buscar mejores condiciones para la ayuda financiera internacional que recibe Portugal, de 78.000 millones de euros.
La propuesta presupuestaria de Passos Coelho para 2013 incluye una “enorme” subida de impuestos, en palabras del ministro luso de Finanzas, Vitor Gaspar, a la que se han opuesto también sindicatos y empresarios.
Entre 2011 y 2013 Portugal se comprometió con la UE y el FMI a reducir su déficit fiscal desde el 9,8 por ciento a menos del 3 por ciento, aunque el mes pasado Lisboa logró un año más para cumplir el objetivo.