El Gobierno de Mariano Rajoy ya es el Ejecutivo que ha vetado más iniciativas legislativas de la oposición y en sus primeros seis meses ha bloqueado 28 proposiciones de ley de grupos parlamentarios y asambleas autonómicas frente a las 27 que paralizó el gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero.
Las proposiciones de ley que se registran en el Congreso deben contar con el visto bueno del Ejecutivo para ser debatidas, lo que otorga al Gobierno de turno un derecho de veto sobre las propuestas de los grupos parlamentarios.
Concretamente, el artículo 134 de la Constitución establece que el Gobierno cuenta con capacidad para vetar aquellas proposiciones o enmiendas que, a su entender, puedan tener efectos negativos sobre los presupuestos en curso o previstos, ya sea porque merman los ingresos o porque provocan un aumento de los gastos.
No obstante, no todos los Gobiernos han recurrido a esta herramienta que les concede la Constitución con la misma intensidad, ni se ha usado igual durante todo el mandato, según los datos oficiales recopilados por Europa Press.
RAJOY NO USÓ ESTA VÍA HASTA 2016
El Ejecutivo de Mariano Rajoy prescindió del derecho de veto cuando tenía mayoría absoluta, sabedor de que sus votos ya aseguraban que no se debatiese nada que considerase improcedente, y tampoco lo empleó en el semestre de la legislatura en funciones, pues todo apuntaba a que no habría tiempo a que prosperase ninguna iniciativa.
Pero desde el pasado octubre, el Gobierno del PP lleva ya vetadas 28 iniciativas legislativas, seis de ellas presentadas por parlamentos autonómicos (en algunos casos apoyadas incluso por el Grupo Popular local), y el resto registradas por grupos de la oposición.
Entre las 28 disconformidades presentadas por el Gobierno figuran las relativas a leyes para subir las pensiones, apoyar emprendedores, fomentar el autoconsumo energético y derogar el llamado 'impuesto al sol', ampliar los permisos de paternidad, suprimir tasas judiciales o mejorar ayudas de la Ley de Memoria Histórica, entre otras.
Los últimos escritos de disconformidad que ha recibido el Congreso pretenden bloquear la tramitación de una proposición de ley de Unidos Podemos para el cierre progresivo de las centrales nucleares y otras tres del PDeCAT sobre distintos temas, entre ellas una para promover el coche eléctrico.
Para eludir el bloqueo del Gobierno, la oposición ha empezado a cambiar la redacción de sus proposiciones de ley introduciendo cláusulas para retrasar la aplicación de los efectos económicos, pero el Ejecutivo, en uno de sus últimos vetos, ya ha avisado de que el control del gasto no sólo afecta al presupuesto en curso, sino a todo un trienio, tal y como rinde cuentas ante la Unión Europea.
LOS DOS VETOS DESATENDIDOS HAN ACABADO EN EL TC
De los 28 vetos, la Mesa del Congreso, donde el PP no tiene mayoría, sólo ha desatendido dos de ellos, los referidos a sendas proposiciones de ley del PSOE para paralizar la Ley de Mejora de la Calidad de la Enseñanza (LOMCE) y para equiparar las condiciones laborales de los trabajadores de subcontratas.
Ambas leyes han continuado su tramitación parlamentaria y ya están en fase de enmiendas, pero el Gobierno presentó los correspondientes recursos ante el Tribunal Constitucional denunciando un conflicto de competencias con el Congreso; si el TC da la razón al Ejecutivo, todo lo que haya hecho el Parlamento con esas proposiciones de ley habrá sido inútil.
Hasta ahora, el Gobierno que había presentado más vetos a proposiciones de ley era el último de José Luis Rodríguez Zapatero, que empezó a recurrir a esta práctica a raíz del decreto ley de medidas de ajuste de mayo de 2010 motivado por la crisis económica. En el Congreso tienen contabilizados 23 vetos, a los que se añaden otros cuatro presentados en el Senado.
TAMBIÉN PUEDEN BLOQUEARSE ENMIENDAS
Eso sí, según precisan en Moncloa a Europa Press, la lista de vetos de aquel Gobierno socialista de Zapatero aumenta a 115 si a los escritos de disconformidad sobre proposiciones de ley se suman también los casi 70 presentados a enmiendas de la oposición, que para tramitarse deben contar igualmente con el consentimiento del Ejecutivo.
En la presente legislatura aún no se ha presentado ningún veto a enmiendas de la oposición, pues son muy escasas las leyes que avanzado tanto en su tramitación parlamentaria. Pero todo apunta a que esos escritos de disconformidad se multiplicarán en próximas semanas, especialmente cuando haya que calificar las enmiendas parciales a los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
De acuerdo con la información aportada por el Portal de Transparencia del Congreso de los Diputados a raíz de una petición de información de europapress.es, los gobiernos de la UCD, en la primera legislatura 1979-1982, presentaron 23 vetos a proposiciones de ley, mientras que el Ejecutivo socialista de Felipe González sólo recurrió a esta vía en su primera etapa (1982-1986) para bloquear 22 proposiciones de ley. El Gabinete de José María Aznar, en cambio, nunca llegó a vetar leyes de la oposición.