El asalto al Capitolio perpetrado por seguidores de Donald Trump este miércoles se ha convertido en una nueva arma arrojadiza en la política española. PP y Vox han comparado la irrupción violenta en Washington alentada por el todavía inquilino de la Casa Blanca que insiste en un falso fraude electoral con la manifestación 'Rodea el Congreso' que tuvo lugar durante la investidura de Mariano Rajoy en 2016. Ciudadanos, que inicialmente mantuvo un perfil más bajo limitándose a condenar los hechos de Washington, se ha sumado. El Gobierno rechaza esa comparación y alerta del discurso del odio que también en España se siembra poniendo en cuestión la legitimidad del gabinete de Pedro Sánchez.
El presidente fue de los primeros en reaccionar ante las imágenes del asalto al Capitolio el jueves por la noche. “Confío en la fortaleza de la democracia de EE.UU. La nueva presidencia de Joe Biden superará la etapa de crispación, uniendo al pueblo estadounidense”, expresó en su cuenta de Twitter. “La democracia se basa en la transferencia pacífica del poder: quien pierde tiene que aceptar la derrota”, expresó la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, en la misma red social. Preguntada en una entrevista en la Cope sobre la comparación de esa irrupción con el 'Rodea el Congreso' o las movilizaciones independentistas en Catalunya, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, lo ha rechazado tajantemente al recordar que “la única vez que alguien ha irrumpido fue en el golpe de estado” del 23F. “No hay que hacer comparaciones que no se corresponden”, ha sentenciado Calviño, que ha advertido del peligro del discurso del odio que “no es exclusivo de Estados Unidos” y ha recordado el “cuestionamiento” en España del “legítimo” Gobierno de coalición.
El vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha advertido de que los sucesos en Washington es una actuación propia de la extrema derecha. “La mentira descarada como arma política y el intento de subversión de los mecanismos institucionales cuando no le son favorables”, expresó el vicepresidente. “PP y Ciudadanos están comparando (psicotrópicamente) el intento de golpe de estado de Trump con el 15M porque condenarlo sería reconocer que el referente de VOX, que sostiene sus gobiernos en Murcia, Andalucía, Madrid o Zaragoza, es un golpista de ultraderecha”, fue la respuesta del portavoz del grupo confederal, Pablo Echenique.
En términos similares se pronunció la número dos del PSOE, Adriana Lastra, quien recordó que la “democracia tiene dos premisas: gobierna quien tiene mayoría y quien pierde asume como legítimo el resultado electoral”: “La democracia hay que cuidarla y defenderla cada día”.
El líder del PP, Pablo Casado, lo tachó de “inaceptable”: “La democracia se basa en la representación parlamentaria que no puede ser coaccionada”. Pero frente a la institucionalidad del tuit del presidente del partido, su número dos, Teodoro García Egea, fue un paso más allá al condenar “todo ataque jaleado en España por el populismo”. Así, comparó la irrupción violenta en la capital estadounidense con las manifestaciones ante instituciones en España. “Los que rodearon el Congreso en 2016 y lanzaban piedras a diputados y los que se manifestaron ante el Parlamento Andaluz en 2019 contra la alternancia política: los radicales que hoy gobiernan”.
Tras su primera reacción de perfil bajo, Casado aprovechó su presencia en un acto de campaña en Lleida para subir el tono y trasladar el asunto a la política nacional. “Todos los demócratas tenemos que condenar este tipo de actuaciones y no entiendo cómo hay aún partidos que lo tratan justificar”, ha dicho en referencia velada a Vox, que no ha condenado lo ocurrido. Pero Casado también ha cuestionado que “haya otros partidos que critican este asalto pero que justificaban cuando en Catalunya se intentó asaltar el Parlament en dos ocasiones, en 2010 y 2017, cuando se rodeó el Congreso de los Diputados en 2012, cuando se hacían esas marchas por la dignidad con 100 heridos entre ellos 60 policía en 2015”. “El populismo tiene efectos tremendamente negativos. Los extremismos acaban constando caro”, ha zanjado el jefe de la oposición, que ha recordado que esta “agresión a las instituciones ha venido precedida por esa apelación a la división social” que le recuerda a la que ha “vivido” España.
Los argumentarios internos que Génova envía a sus cargos públicos reclaman vincular lo sucedido en EEUU con manifestaciones en España. “Es lamentable que una gran Nación como EEUU sufra esta crisis institucional que debe atajar el presidente saliente y que confiamos que superará el presidente electo”, dice el PP en esas consignas: “De igual manera que condenamos este asalto, también lo hemos hecho contra todo ataque jaleado en España por el populismo. En 2012, los CDR intentaron el asalto al Parlament, los socios de Sánchez, los mismos que ahora quiere indultar. En 2016, los que rodearon el Congreso y lanzaban piedras a diputados. Y en 2019, los que se manifestaron ante el Parlamento Andaluz contra la alternancia política. Esos son los radicales que hoy gobiernan. Incoherencia de los del ‘rodea el Congreso’ criticando a los del ‘asalto al Capitolio’”.
En esa misma línea se había pronunciado el líder de Vox, Santiago Abascal, que cuestionó que “a la izquierda progre le parezca tan mal el asalto al Capitolio”, que comparó con la movilización frente al Congreso o con el proceso independentista. “Las democracias de occidente tienen que demostrar su fuerza frente a los procesos revolucionarios que estúpidamente han promovido las elites -dijo el líder de la extrema derecha-. España tiene una cita electoral en pocas semanas. Por eso hoy es un momento para reiterar nuestra exigencia a todas las fuerzas políticas para que se comprometan a respetar los actos electorales, la democracia y la convivencia. Que los violentos se queden solos y comparezcan ante los tribunales. Y que no estén en gobiernos como ocurre en nuestro país”.
“Ni golpe de estado en Estados Unidos como los progres entre lágrimas lloran ahora mismo ni nada que se le parezca. Se está luchando por parte de una gran parte del valiente pueblo americano por preservar la democracia y que se demuestre un fraude electoral cantado”, dijo el candidato de Vox en Logroño, Adrián Belaza, que posteriormente borró el tuit. Vox ha cuestionado el resultado electoral en EEUU durante semanas.
Ciudadanos mantuvo inicialmente un perfil más institucional, aunque algunos de sus cargos también se pronunciaron en términos similares al PP al comparar el asalto al Capitolio con el Rodea el Congreso. “Las noticias e imágenes que llegan desde el Capitolio de Estados Unidos son muy preocupantes. Un grupo de radicales intenta alterar el orden constitucional y democrático por la fuerza. Cuánto daño hace y qué peligroso es el populismo”, dijo Inés Arrimadas. “Nuestro rechazo al intento totalitario de tomar el Capitolio para sabotear la democracia en EEUU. Los demócratas respetamos las instituciones y la soberanía. El nacionalismo y el populismo pretenden socavarlas”, fue la reacción oficial del partido.
Ciudadanos sube el tono 12 horas después
Sin embargo, este lunes, en el acto de presentación de la número dos de la candidatura por Barcelona de las elecciones autonómicas, Anna Grau, la dirigente de Ciudadanos ha dado un giro a su discurso sobre los acontecimientos ocurridos en Estados Unidos comparando “el peligro para la democracia tanto del populismo como del nacionalismo” y recordando cuando un grupo de independentistas se manifestaron delante del Parlament y los Mossos impidieron que entraran en él. “¿Qué habrían hecho esos fanáticos si logran acceder al Parlament? Pues lo mismo”, ha zanjado. No obstante, Arrimadas había reconocido previamente que “no se puede comparar las dos cosas” porque en Estados Unidos “ha habido cuatro muertos y ha sido un asalto con violencia”.
“Ayer vimos imágenes muy preocupantes del Capitolio. Y es que hay que explicar que la democracia no se puede dar por sentada, que es una plantita a la que hay que regar todos los días. Y hay que explicar que el nacionalismo y el populismo son dos caras de la misma moneda, que tiene discursos muy parecidos”, ha señalado. La líder de Ciudadanos ha sostenido luego que se está “viendo en España y en Estados Unidos” que ni unos ni otros “respetan la leyes ni a la Justicia”, y que “sus líderes políticos se creen que pueden tener impunidad”. Inés Arrimadas, por su parte, recibió a los policías de Jusapol que se han manifestado en varias ocasiones en los alrededores del Congreso.
Por su parte, el candidato a la Generalitat, Carlos Carrizosa, ha cargado contra el presidente del Parlament, Roger Torrent, por “no condenar entonces esos hechos”. “Aquí sabemos muy bien lo que es eso [lo ocurrido en el Capitolio] y es increíble que Torrent ponga ahora un tuit diciendo que los populismo nos trae esas cosas”, ha lamentado, recordando que en aquel “intento de asalto” el propio presidente de la Generalitat, Quim Torra, incluso llamó a los CDR para alentarles a que invadiesen el Parlament y les pidió, “apretad, apretad”.
En esa misma línea se habían pronunciado previamente algunos dirigentes del partido, como Toni Cantó, que subió un vídeo de los abucheos a diputados de Ciudadanos tras la sesión de investidura a Rajoy en 2016. La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, usó el mismo símil. “Cada uno de estos exaltados está convencido de representar a ”la gente“. Son de estos iluminados que entran en un Capitolio o rodean un Congreso de lo que nos protege la democracia”, expresó en Twitter. También el expresidente de la formación, Albert Rivera, hizo ese paralelismo.
La FAES de José María Aznar tacha de “increíble y tal vez delictiva” la actitud de Trump por alentar a sus seguidores y por la “pasividad contemporizadora con los asaltantes”. No obstante, en su análisis también alude a movilizaciones como 'Rodea el Congreso'. “La ”indignación“ como una nueva categoría que justifica cualquier abuso, la fijación con el Parlamento como objetivo de la fobia populista, el desprecio a los marcos constitucionales y la negativa a aceptar las reglas del juego democrático”, dice en un comunicado. “El populismo en sus distintas versiones es la mayor amenaza para las democracias y lo ocurrido ayer en Washington da la medida de este peligro. Al hilo de la intervención de Biden, hay que insistir en que las palabras importan y que no se pueden excusar ni ”comprender“ las expresiones más radicales, destructivas e irresponsables que se han convertido en moneda corriente, por ejemplo en España, porque el discurso, la palabra, es la materia de la política. ¿”Rodear el Congreso“? Solo para defenderlo”, expresa la fundación conservadora.