El Gobierno ha hecho oficial la marcha del juez Miguel Carmona Ruano a Londres, que refuerza temporalmente al juez Pablo Ruz al frente de la instrucción del caso Gürtel y la investigación de la presunta financiación irregular del PP. El Boletín Oficial del Estado recoge este martes el acuerdo adoptado por el Consejo de Ministros por el que Carmona pasa a ser juez de enlace para “mejorar la cooperación judicial” con Gran Bretaña.
Esta decisión implica la renuncia de Carmona a su plaza como titular del juzgado de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional que se queda en manos de Pablo Ruz hasta que se designe un nuevo titular. La decisión de cubrir la vacante corresponde al Consejo del Poder Judicial, que deberá convocar un concurso público entre los candidatos que tengan la suficiente antigüedad.
Fuentes del CGPJ aseguran que de momento se desconoce cuánto tiempo puede durar este proceso. En primer lugar, debe tomar posesión el órgano directivo y, a partir de ahí, fijar el concurso, aunque “no hay plazos predeterminados”. Esas mismas fuentes apuntan que ahora mismo “el juzgado está cubierto porque está Pablo Ruz” por lo que “no se prevé aún un plazo para el nombramiento”. Ruz ocupa esa plaza porque el CGPJ decidió en julio mantenerle como juez de apoyo.
No obstante, Ruz no se quedará como titular de la plaza que ahora ocupa como sustituto porque no cuenta con el escalafón suficiente. Al ser Madrid uno de los destinos más solicitados en el seno de la carrera judicial, lo más cerca de la capital que puede estar Ruz con sus diez años de experiencia es en Móstoles, juzgado en el que ganó la titularidad procedente de Collado Villalba.
El Ministerio de Justicia adelantó hace quince días que Carmona había manifestado su deseo de optar a este cargo como enlace con Gran Bretaña. Previamente había sido candidato para el Tribunal Internacional para la Antigua Yugoslavia, pero fue rechazado porque el gobierno español presentó su candidatura fuera de plazo.
Ese intento no fue el único para mantener a Pablo Ruz al frente de las investigaciones que salpican al Partido Popular, en el que temían que si Carmona cogía el caso Bárcenas, “desmontara el partido”. En julio, el CGPJ tomó una decisión arriesgada al acordar mantenerle como juez de apoyo a partir de septiembre, fecha en la que el titular debía reincorporarse al tribunal al finalizar su mandato como vocal en el órgano de gobierno de los jueces a propuesta del PSOE. Fuentes jurídicas indicaron en su momento que esa decisión podía suponer la nulidad de las causas como Gürtel y la pieza separada de los papeles de Bárcenas. El propio Carmona se opuso a esa medida al entender que si Ruz se quedaba con esos casos se podría considerar que había sido nombrado juez ad hoc.