El Gobierno hace equilibrios para no cerrarse ninguna puerta de cara a los Presupuestos Generales del Estado para 2021. En Moncloa han vivido con cierto alivio el viraje que Inés Arrimadas le ha inyectado a Ciudadanos al convertirse en un posible aliado inesperado para sacar adelante las cuentas públicas y, tras el último encuentro con Pedro Sánchez, la parte socialista del Gobierno fío su aprobación a la formación autodenominada liberal dado que era la que mayor disposición mostró a negociarlas. Sin embargo, Unidas Podemos dejó claro que debe explorarse primero la vía de los aliados de la investidura, que había sido desde el inicio también la intención del PSOE. A las puertas de que comience verdaderamente esa negociación, que Carmen Calvo ampliará con una ronda de contactos con el conjunto de portavoces parlamentarios, la coalición ha recuperado de nuevo ese discurso.
“Este Gobierno prioritariamente siempre ha apostado por consolidar la mayoría de la investidura”, ha afirmado este jueves la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que no ha cerrado la puerta a “ampliar esa base” sumando a Ciudadanos. En esa misma dirección se pronunció el lunes el ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos: “Siempre es preferible contar con aquellos que confiaron en este gobierno bien de un modo activo o bien de un modo más condescendiente”. Sin embargo, ambos dirigentes reconocen las “experiencias previas” en la negociación con ERC, que tras semanas de negociación acabó presentando una enmienda a la totalidad del proyecto presupuestario de 2019 que condujo al adelanto electoral del 28A. Por eso la parte socialista del Gobierno se esfuerza en no cerrar la puerta a la vía Ciudadanos. “Conocen las discrepancias que el PSOE y el Gobierno tienen con Ciudadanos -ha respondido Montero-. Esas diferencias siempre han existido, lo nuevo, inédito e importante es que ambas formaciones están dispuestas a hablar y a pactar unos Presupuestos, también con Ciudadanos al igual que con otros grupos políticos”. “No veo ninguna contradicción entre lo que es una realidad, la diferencia entre dos fuerzas políticas y lo que el Gobierno y Ciudadanos quieren, que es anteponer los intereses del país por encima de cualquier interés partidista”.
Preguntada por si confía en lograr una mayoría de izquierdas y contar con ERC para los presupuestos, Montero ha asegurado que sí. “Confiamos en que los grupos cuando expresan de forma clara su posibilidad, su oportunidad, de poder sentarse a hablar de los presupuestos nosotros tomar nota y nos lo creemos -ha dicho la ministra, que considera que el portavoz de ERC, Gabriel Rufián lo expresó de forma ”contundente“-. Tenemos que partir de la confianza más allá de atenernos a experiencias previas que uno tuviera la tentación de someter a una parrilla de análisi preciso”. “Han manifestado su voluntad de sentarse a hablar de los presupuestos y este Gobierno prioritariamente siempre ha apostado por consolidar la mayoría de la investidura. Siempre hemos dicho que nos sentaríamos a hablar con los grupos políticos de la investidura, ha zanjado Montero antes de reconocer que el momento es ”extraordinario“ por lo que apuesta por explorar más alianzas. ”Si ahora no es el momento de la unidad, ¿entonces cuándo? Si no es ahora cuando todos a una tenemos que votar un presupuestos, ¿entonces cuándo?“, se ha preguntado la ministra, partidaria de encontrar un ”común denominador“ para las cuentas.
El Gobierno ha multiplicado, en los últimos días, los guiños a ERC en los últimos días. Además de intentar reactivar la mesa de diálogo con la Generalitat, que era su principal exigencia, en su cara a cara con Gabriel Rufián en la sesión de control al Gobierno, Sánchez le trasladó su voluntad de sacar adelante “unos presupuestos progresistas de país que alcancen un acuerdo lo suficientemente amplio”, y marcó distancias con Arrimadas : “Ciudadanos ya ha elegido -expresó en referencia a sus acuerdos con el PP en autonomías como Andalucía, la Comunidad de Madrid o Castilla y León-. Claramente no se ha salido de la foto de Colón”.
“Si ustedes aguantan, nosotros aguantaremos”, había dicho previamente Rufián, que advirtió, además, a Unidas Podemos de que el acercamiento del PSOE a Arrimadas les perjudica a largo plazo: “¿No se dan cuenta que esta operación, la de revivir a uno de los partidos de la derecha, va mucho más allá de unos presupuestos? La operación es que el PSOE pueda escoger en los próximos diez años entre ustedes o Ciudadanos”.
Mientras que la parte socialista del Gobierno evita cerrar la puerta a Ciudadanos e insiste en abrir una negociación con todas las formaciones políticas, incluido el PP, desde Unidas Podemos reiteran constantemente la inviabilidad de sumar a Arrimadas a su proyecto presupuestario. El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, aseguró que había acordado con Sánchez negociar las cuentas primero con los que votaron sí a su investidura, luego con los que se abstuvieron y, finalmente, con los que la rechazaron. Aunque en Moncloa no dieron por hecho ese orden, los socialistas sí apuntan, de nuevo, a la preferencia por los aliados que facilitaron la formación de Gobierno sin descartar ninguna opción. “El presidente siempre ha sido claro en que queremos que estos sean unos presupuestos negociados y aprobados por una amplia mayoría”, señalan desde la cúpula socialista.
Pero el socio de Gobierno no ve factible que Ciudadanos pueda entrar en esa ecuación. El secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, que es el responsable económico al que Unidas Podemos ha situado como interlocutor para la negociación presupuestaria, ha asegurado este jueves que los presupuestos serán “fuertemente expansivos” y estarán alejados de las cuentas “moderadas y modestas” pretendidas por Ciudadanos. En una entrevista en Radiocable, Álvarez ha asegurado que “importa el qué, los contenidos, pero también el quién”. En su opinión, el quién determina el contenido de forma previa, por lo que la redacción de los Presupuestos dependerá de los socios que el Gobierno tenga en la cabeza, informa Europa Press.
Fuentes de Unidas Podemos aseguran que otro de los objetivos de los Presupuestos debe ser “repartir con justicia los costes de la crisis”, lo que “exige empezar la reforma fiscal que España necesita”. Para ello, apuntan las mismas fuentes, es necesario “ un mayor esfuerzo de quien puede hacerlo, las rentas del capital y los grandes patrimonios”, en consonancia con “el camino que marca la OCDE”.
“El país se enfrenta a una situación económica complicada. Hay una caída de la recaudación efectiva procedente de la situación económica de las familias y empresas. Nuestra capacidad recaudatoria es inferior, tendremos que montar unos presupuestos con algunos ajustes fiscales, pero intentando que la capacidad que tenemos ahora mismo blinde los servicios públicos”, ha expresado Montero.