El nuevo gobierno de Turquía, formado hace una semana tras la renuncia del primer ministro, Ahmet Davutoglu, y encabezado por Binali Yildirim, ha recibido hoy el voto de confianza del Parlamento.
La votación se antojaba un mero trámite dado que el partido de Yildirim, el islamista AKP, en el poder desde 2002, dispone de una cómoda mayoría de 317 escaños en un hemiciclo de 550.
El gabinete, en el que muchos ministros mantienen las carteras que tuvieron bajo Davutoglu, recibió 315 votos a favor frente a 138 noes, ante la ausencia o abstención de un centenar de diputados de la oposición.
Yildirim había recibido el domingo pasado el encargo de formar gobierno de manos del presidente, Recep Tayyip Erdogan, cofundador del AKP y hasta hoy su líder en opinión de gran parte de la militancia, si bien la Constitución impide al jefe de Estado formar parte de un partido.
La dimisión de Davutoglu y el ascenso de Yildirim, hasta ahora ministro de Transportes, fueron forzados por la cúpula del AKP tras lo que los analistas consideran un pulso de poder entre Davutoglu y Erdogan, resuelto a favor del segundo.
Se prevé que Yildirim ejercerá como un primer ministro de “perfil bajo”, y ejecute sobre todo los designios de Erdogan, que ha anunciado reiteradamente su intención de concentrar en sus manos el poder ejecutivo, si bien su cargo es más bien ceremonial, según la Carta Magna.