Fue idea del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Para llevarla a cabo, puso a trabajar a su secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, quien durante un cuarto de hora negoció con todos los grupos parlamentarios el minuto de silencio por la muerte de Rita Barberá, que acababa de ocurrir minutos antes del comienzo del Pleno de este miércoles.
Ayllón logró el sí de la mayoría de los grupos, pero se topó con la negativa del grupo confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea. Íñigo Errejón, Alberto Garzón y Xavier Domènech coincidieron en expresar personalmente su rechazo a la iniciativa de Moncloa.
¿Por qué? “Lamentamos la muerte de Barberá pero no podemos participar en un homenaje político a alguien cuya trayectoria está marcada por la corrupción”, explicó Pablo Iglesias. “Hacer un minuto de silencio en el Congreso por la muerte de Rita Barberá es un homenaje a su trayectoria. Nos negamos y nos salimos”, sostuvo Garzón. “Respeto y condolencias en el ámbito privado, pero no participamos en el homenaje político póstumo, en sede parlamentaria, a Rita Barberá”, afirmó Errejón.
Según fuentes de las negociaciones, Ayllón sopesó la idea de retirar la iniciativa ante la falta de consenso –fuentes gubernamentales aseguran que temía que pudiera producirse algún tipo de “follón” durante el minuto de silencio–. “Los minutos de silencio se hacen por consenso”, explican algunos de los presentes.
“Pero la negociación final fue de Pastor con la Mesa, y ninguneó completamente nuestro criterio”, afirma un miembro de la dirección del grupo confederal.
“Una vez que Pastor llama a Íñigo [Errejón] a la Mesa para decirle que se va a hacer el minuto, a pesar de las dudas de Ayllón por la falta de consenso ya que nosotros habíamos dicho que nos parecía mal, en cuestión de segundos decidimos marcharnos”, explica otra fuente del grupo parlamentario. “Entre nosotros estábamos totalmente de acuerdo”.
Así, los 67 diputados del grupo confederal fueron abandonando el hemiciclo por la parte de arriba, no por el centro de la Cámara. Después de salir todos, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, decretó el minuto de silencio por Rita Barberá que había pedido Rajoy.