Otra legislatura más, el PNV tendrá la llave para formar Gobierno. Con los resultados del 25S, podrá gobernar acordando con cualquiera de las otros partidos con representación en el Parlamento vasco. En la cita electoral, los nacionalistas vascos sumaron dos nuevos escaños respecto a las elecciones de 2012. EH Bildu, con 17 escaños, alcanza en segundo puesto, por delante de Elkarrekin Podemos –confluencia de Podemos, IU y Equo–. PP y PSOE, con 9 diputados cada uno, cierran el arco parlamentario.
El PNV consigue, al menos, un tercio de los parlamentarios en todas las provincias vascas. Sin embargo, consigue sus mejores resultados en Bizkaia, donde suma 12 de 25 escaños y alcanza el 42% del voto. En Gipuzkoa y Araba consigue también un tercio de los escaños de cada provincia.
Bildu, que ha perdido parte de su voto respecto a las elecciones de 2012, se mantiene fuerte en Gipuzkoa, donde consigue tantos escaños como en el resto de provincias. PSOE y Podemos reparten sus escaños en las tres provincias vascas. El PP se hace fuerte en Araba, donde llega a ser la fuerza más votada en algunos municipios.
Con estos resultados, el PNV vuelve a repetir como la formación más votada en Euskadi y encadena todas las elecciones autonómicas de la democracia como la primera fuerza en la comunidad autónoma. Con dos escaños más respecto a 2012, todavía no alcanza a superar los mejores registros históricos del partido. En 2001, Juan José Ibarretxe ganó con 33 escaños, a solo cinco de la mayoría absoluta.
La irrupción de Elkarrekin Podemos, menor de lo vaticinado por las encuestas, encoge el espacio electoral de PSOE y EH Bildu respecto a 2012. Los socialistas, los grandes derrotados de la noche, pierden 7 escaños y obtiene su peor resultado en Euskadi desde 1980. El PP amortigua la caída y solo pierde un diputado respecto a los anteriores comicios autonómicos.
Los nacionalistas vascos consolidan la mayor parte de su hegemonía durante un periodo de crisis. Desde 2005 no conseguía ser la fuerza más votada en las tres provincias vascas. Además es la candidatura que suma más voto en dos de cada tres municipios y la ganadora en las tres capitales de provincias: Bilbao, San Sebastián y Vitoria.
Bildu le disputa el poder electoral en uno de cada tres municipios donde el partido liderado por Otegi consigue ser la fuerza más votada. La mayoría de ellos están en la provincia de Gipuzkoa. Solo el PP consigue arañar en algunos municipios del sur de Araba.
El pinchazo del PSOE ha sido la gran debacle de la noche en Euskadi. Pierde siete diputados y casi la mitad de su voto en cuatro años. Pero, ¿dónde ha perdido toda su fuerza electoral? En Gipuzkoa, donde llegó a ser la fuerza más votada en 2009, se dejó tres escaños. Dos cada una de las otras dos provincias.
Los datos electorales analizados por eldiario.es muestran como el PSOE perdió más voto en los municipios donde Elkarrekin Podemos irrumpió con mayor fuerza. Por ejemplo, en San Sebastián, capital de provincia, el PSOE perdió 9 puntos de voto. Podemos alcanzó el 15% del voto en ese mismo municipio.
Aunque Elkarrekin Podemos irrumpió con fuerza en su primera cita autonómica en Euskadi, el sorpasso se quedó bastante lejos de lo que vaticinaban las encuestas. Los sondeos, que apuntaban una batalla igualada entre Elkarrekin Podemos y Bildu por el segundo puesto, vieron como la izquierda abertzale conseguía la victoria sobre la formación morada.
Una victoria que se dio sobre todo gracias al voto rural, donde Bildu llegó a alcanzar una media del 35% del voto en los municipios de menos de 10.000 habitantes. Podemos, por su parte, logró mayores apoyos en municipios urbanos y en grandes ciudades. Entre los pocos municipios donde los morados se impusieron a Bildu están Bilbao y Vitoria, las ciudades más pobladas de Euskadi.
Y es que el voto dual ha sido clave en esta victoria. No es lo mismo votar en unas generales que en unas autonómicas y se ha notado en las comunidad vasca. La lista más votada en las pasadas elecciones del 26J (Unidos Podemos) ha terminado relegada a la tercera en los comicios del 25S.
Entre ambas citas electorales –en las que tradicionalmente se vota distinto–, la confluencia entre Podemos, IU y Equo pierde la mitad de su electorado. Una pérdida de la que se benefician PNV y Bildu, que multiplican su fuerza electoral. Los nacionalistas vascos aumentan 12 puntos en porcentaje de voto y Bildu otros 8 puntos.