Francisco Granados insiste en que solo puede salir de la cárcel si la Audiencia Nacional acepta como fianza casas propiedad de su familia. Una de ellas, sin embargo, es considerada por el juzgado “de dudosa adquisición”y ha sido descartada de la lista presentada por el presunto cabecilla de la Púnica. Se trata de un pisocuya titularidad corresponde a su hermano y que los investigadores del caso sospechan fue adquirido para blanquear dinero procedente de la corrupción.
La vivienda está en la carrera de San Francisco, en el céntrico barrio de La Latina, en Madrid. El piso costó 550.000 euros y es la actual vivienda de Alfonso Granados, quien en los años precedentes vivió en otras céntricas y elitistas zonas de la capital. La venta de esos otros pisos hasta llegar al del barrio de La Latina está en la lupa de los investigadores.
Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se incautaron en los registros de 2014 de una nota manuscrita de Granados dirigida a su exsocio y antiguo amigo David Marjaliza, otro de los cabecillas de la red investigada. “Van 360.000. No lo he contado. Tú tienes máquina. Faltan 30.000, que no los tengo porque los tienes que dar para el corral de tu madre. Pues ya lo pones tú si eso, que eres rico (…) El piso lo va a comprar mi hermano en vez de mi madre”, decía la frase que hizo saltar la alarma en los investigadores.
El secretario del Juzgado que investiga Púnica dictó una diligencia de ordenación el pasado lunes en la que insta a Granados a que busque “alternativas” al piso de su hermano Alfonso para completar los 400.000 euros de fianza que le impuso el juez Eloy Velasco antes de dejar el juzgado. Lo puede hacer, añade la providencia, “bien aumentando la fianza ofrecida en metálico o se ofrezcan cumplidas aclaraciones al respecto, o se presente nuevo bien a tales fines”.
La defensa de Granados ha contestado haciendo un recorrido por las mudanzas de Alfonso en los últimos 17 años. El primer piso fue adquirido al 80% con una hipoteca. En total, 108.900 euros de inversión cerca de la Plaza de Barceló que dieron unas generosas plusvalías solo tres años después. Alfonso Granados vendió por 181.000 euros y se mudó a la calle Argensola, en el barrio de Justicia, muy cerca del Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional. De allí paso en 2011 al barrio de Salamanca, a un piso de 645.000 euros por el que solicitó una hipioteca de 200.000. Tres años vendió por 740.000 y se mudó a su residencia actual, con lo que pudo cancelar la hipoteca.
La Guardia Civil aprecia en este periplo “una concatenación de acciones llevadas a cabo por él (Alfonso Granados) con similar secuencia en algunos casos, en el sentido de realizar en un primer momento la compra -la adquisición del inmueble, formalizar hipoteca inmobiliaria con entidad bancaria para afrontar la adquisición, proceder en algunos casas en un corto espacio de tiempo a la venta de la vivienda y finalizando la operación con la cantidad obtenida, aIla cancelación de la hipoteca pendiente de paga”.
Un constructor de Púnica
Además, la vivienda de la calle Argensola es vendida a Alfonso Granados por el constructor Ramiro Cid Sicluna, imputado en el caso Púnica y beneficiado por recalificaciones del Ayuntamiento de Valdemoro siendo Francisco Granados alcalde. En el interrogatorio a la mujer de Granados, el juez Velasco llegó a decir: “Después de toda la cantidad de personas que estoy oyendo, mi sensación es que en la época de su marido, dos personas de un pueblo tan grande como Valdemoro se han llevado el 80 por ciento del mercado inmobiliario, que son David Marjaliza y Cid Sicluna (Ramiro)”.
En la misma planta del edificio de la calle Argensola compró otro piso a Cid Siluna la antigua asesora de Francisco Granados y exconcejal de Majadahona María Victoria Cristóbal Araujo.
En el escrito de Granados, la procuradora del imputado insiste en que “la posibilidad de complementar en metálico la fianza por la familia de Granados parece irrealizable porque su madre y su hermano Alfonso, según me indican, carecen de medios económicos suficientes como para llegar incluso a reunir los 120.000 euros ofrecidos en principio”, en referencia a la cantidad a la que el político pidió que le rebajaran el montante de la fianza.
En este sentido, Granados insiste en ofrecer la vivienda de su madre en el centro de Valdemoro, la parte que ésta y su hermano tienen en dos fincas de la misma localidad, así como el piso de Alfonso Granados bajo sospecha. Francisco Granados lleva en prisión provisional desde octubre de 2014. El juez Velasco accedió a imponerle una fianza de 400.000 euros antes de abandonar el juzgado y después se negó a rebajar la cantidad, como pretendía Granados.