Los procesos de confluencia desarrollados en Galicia, Cataluña y País Valencià han deparado sendas candidaturas unitarias e independientes que aspiran explícitamente a tener un grupo propio en el Congreso. En las dos primeras comunidades concurren, además de movimientos y partidos del ámbito territorial, Podemos e IU. En la Comunitat Valenciana, IU rechazó los términos del acuerdo. Los documentos de coalición sellados en cada región determinan, entre otras cosas, qué pasará con los diputados electos. Y no todos dicen lo mismo.
Dichos documentos firmados por las distintas partes no son públicos. La información recopilada por eldiario.es para este artículo proviene de fuentes de los distintos partidos y movimientos que integran las tres coaliciones.
Todos, sin excepción, quieren un grupo propio. Y así lo dejan claro las partes, tanto a nivel regional como estatal. Esto tendría importantes ventajas cuantitativas y cualitativas: les permitiría presentar iniciativas políticas, portavocías permanentes, relevancia mediática, presencia en los órganos de control de la Cámara y en las comisiones, más financiación, personal contratado, oficinas propias, etcétera. La apuesta política está clara y asumida por los partidos.
Según la encuesta del CIS publicada la semana pasada los números les salen. O casi. El actual reglamento del Congreso establece tres criterios para constituir un grupo: 15 diputados, 5 diputados y un 15% de los votos en las circunscripciones en las que se presente la candidatura; o 5 diputados y un 5% de todo el voto válido a nivel estatal. El barómetro público de opinión ofreció la estimación del reparto de diputados por circunscripciones, pero no del porcentaje de voto.
En Galicia, En Marea (Anova, EU y Podemos) lograría entre 5 y 6 diputados y al menos uno en cada provincia, lo que permite deducir que cumpliría el criterio del 15% de votos, ya que por debajo es muy difícil obtener representación. En el País Valencià (Compromís-Podemos), con siete escaños, se da la misma circunstancia.
En Cataluña (Barcelona en Comú, Podem, ICV y EUiA) los números no dan por muy poco. Aunque En Comú Podem ganaría las elecciones generales en la comunidad con 10-11 diputados según el CIS, el barómetro deja a la candidatura sin representación por Lleida, lo que vaticina un porcentaje de votos por debajo del 15%. En Barcelona lograría 8 ó 9 diputados.
Otras encuestas son menos optimistas. La más reciente publicada por eldiario.es deja a las candidaturas de confluencia por debajo de los límites que marca el reglamento del Congreso para tener grupo parlamentario.
¿Qué pasa si no dan las números para tener grupo?
Aquí entrarían en juego los acuerdos alcanzado por los partidos que integran cada candidatura. “Podemos lo tiene clarísimo y trabajará para que tengamos grupo propio. Es su relato”, señalan desde En Comú Podem. Fuentes de la dirección del partido de Pablo Iglesias lo confirman: harán lo posible para obtenerlo. El propio candidato pidió el pasado sábado en Barcelona el voto para En Comú Podem para impulsar “el mayor grupo catalán” la próxima legislatura en el Congreso.
Para ello habría dos opciones. La primera, presionar para que la Mesa del Congreso sea laxa en la aplicación del reglamento, algo que ya ha ocurrido en el pasado, pero que no tienen garantizado que ocurra tras el 20D.
En la legislatura que ahora termina, UPyD obtuvo el beneplácito del órgano para tener grupo aunque no cumplía el 100% de los criterios que marca el reglamento. En una situación muy parecida, sin embargo, Amaiur recibió el no de la Mesa. Todas las encuestas vaticinan una Cámara Baja muy repartida por lo que la Mesa será también de composición plural.
La misma situación que en Cataluña se contempla en el País Valencià y en Galicia. Fuentes conocedoras indican que los acuerdos señalan que Podemos presionará para que la Mesa autorice un grupo valenciano y otro gallego.
La segunda opción pasa porque el grupo de Podemos preste diputados para alcanzar el mínimo necesario para formarse. Ha sido práctica habitual en el pasado reciente que está también amparada por el reglamento del Congreso (Artículo 24.3). Un dirigente de Podemos reconoce a eldiario.es que en el caso catalán, el que más complicado lo tiene según el CIS, se cederán los diputados necesarios. El partido de Pablo Iglesias tendrá, según los sondeos, diputados de sobra para hacerlo. Además, estos volverían al grupo de Podemos tras la constitución de los demás.
¿Y si aún así no dieran los números? Los acuerdos recogen todas las opciones, según las fuentes consultadas, por remotas que puedan parecer. En este punto las diferencias sí son notables.
En Marea ha pospuesto la decisión a después del 20D. Esta se adoptará por consenso o, en caso de no lograrse, por mayoría. Y obligará a los diputados electos, que en todo caso funcionarán como un grupo propio.
En Cataluña está más claro el asunto y, en principio, los diputados se integrarán en el grupo de Podemos, aunque a efectos políticos y organizativos funcionarán como un grupo independiente. Esto incluye las iniciativas parlamentarias, pero también la disciplina de voto, que no será vinculante con el resto del grupo, y la financiación.
Por último, la coalición valenciana prevé separarse en caso de no lograr el grupo. Los diputados de Compromís irán por un lado y los de Podemos al grupo estatal de este partido.