Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil encontraron casi un millón de euros en metálico durante el registro que practicaron el 21 de diciembre en el domicilio de los suegros de Francisco Granados. Este es uno de los argumentos que ha utilizado el juez Eloy Velasco para denegar la libertad provisional al exdirigente del Partido Popular.
El dinero, según fuentes jurídicas, estaba en un maletín en el altillo de un armario del dormitorio. El hecho de que los suegros de Granados no pudieran ofrecer una explicación coherente al objeto del hallazgo hizo que el juez les citara a declarar como imputados tres días después. Tras su declaración del día 21 de diciembre, el juez Velasco les imputa un delito de blanqueo de capitales. La esposa de Granados, Nieves Alarcón, también está imputada en el caso de la Operación Púnica.
Granados ingresó en prisión provisional, comunicada y sin fianza el 31 de octubre del año pasado. El magistrado atribuye al exconsejero de Presidencia, Interior y Justicia de la Comunidad de Madrid por pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales, contra la hacienda pública, prevaricación, tráfico de influencias, cohecho, malversación y fraude.
“A lo largo de su carrera pública existen indicios de que habría beneficiado a David Marjaliza y otros empresarios en materia de contratación pública y urbanismo, tomando parte en una red de tráfico de influencias que ha utilizado también en beneficio propio”, afirmaba el juez en su auto.
La Operación Púnica parte del descubrimiento de unas cuentas bancarias de Marjaliza y Granados en Suiza, información que las autoridades del país helvético pusieron en conocimiento de las españolas.