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ENTREVISTA
Diputado de Ciudadanos

Guillermo Díaz, Ciudadanos: “En Madrid y Murcia ya se está viendo lo que sucede cuando no gobernamos”

El diputado por Málaga de Ciudadanos y portavoz de Sanidad, Guillermo Díaz

Carmen Moraga

27 de julio de 2021 22:32 h

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Guillermo Díaz (Melilla, 1978) es diputado de Ciudadanos por Málaga. Desde el principio de la legislatura ejerce en el Congreso como portavoz de Cultura y Deporte y como responsable de Sanidad, un área que le ha catapultado a ser uno de los rostros más conocidos del grupo parlamentario por sus intervenciones con motivo de la pandemia. Aunque fue fichado en 2015 por Albert Rivera, al que asegura que profesa una gran admiración, Díaz, experto en historia y gran amante del cine –ha escrito varios libros sobre esa materia–, se ha convertido en la nueva etapa liderada por Inés Arrimadas en uno de los dirigentes de su total confianza. Estas últimas semanas, por encargo de la líder, ha estado volcado en la preparación de la convención política que Ciudadanos ha celebrado entre los días 17 y 18 de julio, un papel que Arrimadas destacó y agradeció durante su discurso de clausura.

El diputado malagueño no oculta su satisfacción por los resultados de este cónclave que cree que ya está dando sus frutos, tanto a nivel interno, “para devolver la ilusión a los afiliados que han participado con sus propuestas en la convención” –dice–, como de cara al exterior, después de que el partido haya hecho hincapié en que son “la única formación liberal que hay en España”, marcando sus diferencias con el PP y Vox.

Ciudadanos se declara ahora “liberal progresista”. ¿Es una vuelta a sus orígenes, a la definición como partido de 2006 que luego Albert Rivera decidió modificar en la IV Asamblea eliminando las referencias a sus esencias socialdemócratas?

No, no es una regresión a ningún sitio. De hecho, en los estatutos del ideario actual, la definición liberal progresista ya está. Lo que se ha hecho ahora es dar resaltar esa definición, reivindicar ese espacio y hacer más hincapié en esa parcela ideológica del partido, señalando que somos el único partido liberal de España y el referente para todos los partidos liberales de Europa, como se ha visto en esta convención.

¿Del Ciudadanos de la etapa de Rivera, qué queda, si es que queda algo?

Queda el partido. Albert ha sido fundamental para que diéramos el salto a la política nacional y para la existencia de Ciudadanos. Y queda mucho contenido programático, muchas cosas… esto es una continuación del trabajo que veníamos haciendo. No ha habido tantos cambios como pueda parecer, solo estamos reivindicando y señalando más las cuestiones en las que creemos, en las que hay que poner el foco, como la cuestión ideológica y ese carácter liberal y progresista de Ciudadanos.

¿No han 'matado al padre'?

No, por supuesto que no. En mi caso, respeto político, cariño y amistad con Albert Rivera. No puedo tener una mejor opinión de él.

¿Y al revés? ¿No le ven detrás de la operación del PP contra Ciudadanos ni apareciendo en la Convención que ha convocado en otoño Pablo Casado?

Yo no lo veo. Sé que está muy bien a nivel personal. Profesionalmente está demostrando que es una persona tremendamente eficaz en su trabajo, muy hábil y audaz. Le está yendo muy bien. Él nos dijo que dejaba la política y sé que hoy por hoy prefiere estar trabajando y aportando a España desde la sociedad civil como el gran patriota que es.

Al margen de que rechazara participar en la convención por las razones que ya se conocen y acaba de recordar, en las dos jornadas no se reivindicó su figura. Arrimadas ni siquiera le citó en su discurso de clausura que duró más de una hora.

Tampoco citó a ningún otro dirigente excepto a los organizadores de la convención. Aquí se trataba de hacer una proyección hacia adelante reivindicando el carácter liberal del partido. Es muy importante a la hora de emitir un mensaje conseguir que ese mensaje se centre en lo que se tiene que centrar, porque, de lo contrario, los que han seguido la convención se hubiera fijado en otras cuestiones. Además, hubo un acto muy pegado a este para celebrar el 15 aniversario del partido donde Rivera sí fue citado. Él y los otros fundadores del partido.

¿Y por qué cree que Rivera no ha tenido ni una palabra de aliento hacia Arrimadas desde que fue elegida presidenta de Ciudadanos ni ha apoyado a ningún candidato?

Porque es muy consecuente con lo que dijo, que es que ha dejado la política. Hacer eso sería una actividad política.

Los Renovadores de Ciudadanos han denunciado que la participación de los afiliados en la convención fue “fingida”. Se preguntan qué ha sido de sus 2.000 propuestas porque no se ha dado a conocer ninguna y temen que estén en un cajón metidas.

Yo les invitaría a que hablen con quienes vinieron a la convención y que les pregunten.

¿Ciudadanos es Arrimadas? Es decir, sin ella el partido, que ya en sí mismo atraviesa muchas dificultades, no es nada?

Inés Arrimadas es la presidenta de Ciudadanos. Ciudadanos es una idea y un proyecto para España que hoy representa de forma muy eficaz Inés Arrimadas, que además ha demostrado muchas veces, como el otro día se vio, que es capaz de proyectar muy bien una idea relativamente compleja como es intentar poner en el debate público español la necesidad de un partido liberal en España. Como todo el mundo vio, hizo un discurso cargado de política como hoy no hace ningún otro presidente de ningún otro partido político, y que, según he podido testar yo después, todo el mundo ha alabado por su profundidad y el calado intelectual. Y eso demuestra que está muy preparada para defender estas ideas que poca gente como ella ahora mismo podría defender con la profundidad y amplitud que hizo ella en su discurso de clausura de la convención. Además, en el Congreso, en todas las iniciativas que presentamos, está la impronta de Inés. Inés es la persona indicada para defender el ideario liberal progresista en España.

A Rivera le reprochaban su hiperliderazgo. ¿No está cayendo Arrimadas en el mismo error?

Yo creo que ahora mismo se ve la pluralidad de portavoces que hay en Ciudadanos, más que en otras ocasiones. Inés ha establecido un equipo de portavoces más coral.

Ciudadanos quiere o pretende ser el puente entre derecha e izquierda. ¿El partido vuelve a su vocación de bisagra?

No me gustan los términos ferreteros, pero es verdad que Ciudadanos puede ser un puente entre los dos bloques, esa función de los liberales en Europa funciona muy bien y nos gustaría hacer una traslación a España. Una aritmética en la que los extremos no determinen las políticas públicas. Son los socialdemócratas y los conservadores, con el decantador esencial que son los liberales, los que han conseguido que no sea el grupo de Orban y Le Pen, al que ahora se une Vox, o que no sean los euroescépticos y populistas de izquierdas, grupo al que pertenece Podemos, quienes determinen cuáles son los mecanismos de ayuda y de reconstrucción en pandemia.

El PP no para de atraer a sus filas a dirigentes de su partido y hay un debate dentro de Ciudadanos sobre esa fusión que reclama Casado. En la convención lo han descartado, pero si las encuestas siguen pronosticando que Ciudadanos corre el riesgo de desaparecer, ¿no se lo plantearían?

Nosotros somos un partido que nace y surge con una idea, no somos un partido que nace por una nómina o por la necesidad de un sillón. Los que somos de verdad de Ciudadanos vamos a defender esa idea.

¿En ninguna circunstancia se plantearían esa unificación?

Si se trata de una alianza como la que nos lleva a cogobernar en Andalucía, que hasta sectores del centroizquierda te reconocen que lo estamos haciendo muy bien; si la alianza es con un gobierno de coalición como el que hay en mi tierra, Andalucía, pues sí. Pero si esa alianza significa que Ciudadanos deje de ser Ciudadanos, pues no.

Piden al PP que presente una moción de censura contra Sánchez pero no apoyan que lo haga Vox, ¿por qué, si la finalidad es la misma?

Por lo mismo que gobernamos en coalición con el PP y no lo hacemos con Vox. No creemos ni votaríamos un gobierno de Vox, y no participaríamos en un Gobierno de Vox, con lo cual tampoco votaríamos a un candidato de Vox. Somos liberales.

Se proclaman “liberales” y de “centro” pero no han dejado de pactar con la derecha del PP y en algunos lugares aceptando las imposiciones de Vox, como en Andalucía cuando negociaron los presupuestos, o en Murcia con el pin parental.

No, no. Yo intento pensar qué ha impuesto Vox en algún Gobierno en el que participe Ciudadanos y no encuentro una concreción, aunque exista esa percepción. En Andalucía, por ejemplo, el pulso con los menas. Vox quiso que no se acogiera a niños en Andalucía y ¿dónde están los niños ahora? En Andalucía. Son medidas ultraconservadoras y poco solidarias de Vox que nosotros hemos parado.

Aquel “no nos rendimos nunca” y el “no se puede vencer a quien nunca se rinde” de Arrimadas, ¿iba dirigido a Pablo Casado?

No, eso es una actitud vital. “No se puede vencer a quien nunca se rinde” es la actitud que ha llevado a lo largo de la historia a Winston Churchill, sin ir más lejos, a no bajar los brazos cuando todo invitaba a que bajara los brazos; o a Alejandro Magno cuando se dirige a Hiraspes, llegando a la India, y tiene ganas de bajar los brazos; o cuando Julio César no se atreve a cruzar el Rubicón y no le lleva a nada bajar los brazos. Todos ellos lo que tienen en su cabeza es que no se puede vencer a quien nunca se rinde y eso es lo que tenemos nosotros en la cabeza ahora mismo.

¿Qué le diría a Fran Hervías [exsecretario de Organización de Ciudadanos, fugado al PP], a quien usted conoce bien, si lo tuviera delante?

Le preguntaría por su familia, a la que tengo estima, y le desearía lo mejor en lo personal.

¿No le haría ningún reproche por el papel que está jugando? [En el partido se le atribuye la operación para destruir a Ciudadanos]

No soy de reproches. No me gusta juzgar la actitud o los papeles de los demás.

¿No le considera un traidor?

No quiero calificar a quienes están ya en otros partidos. Él defiende ahora unas ideas y yo defiendo otras.

¿Granada será el último disgusto que sufrirán?

Habrá que ver quién es el que se ha llevado el disgusto en Granada porque realmente es una operación que no ha terminado bien. El PP generó un problema donde no lo había y ahora han conseguido que haya un alcalde socialista imputado cuando las cosas funcionaban bien y habíamos pactado unos presupuestos después de cinco años sin ellos. Así que a quien haya generado esa operación que se le exija la cuenta de resultados.

No han expulsado aún a Luis Salvador, como anunciaron.

No. Somos un partido muy garantista y estamos en plazos de ese expediente. Los procesos tienen su tiempo para que tengan garantía. Salvador tiene un expediente de expulsión por parte de la dirección nacional por favorecer un gobierno con un alcalde socialista imputado. Aquí son otros partidos, el PP en particular, los que van a tener que explicar qué van a hacer con aquellos concejales que se salieron irresponsablemente de un gobierno que funcionaba. Que expliquen si mereció la pena volar por los aires un Gobierno que funcionaba para crear este esperpento donde el transfuguismo y el chiringuitismo campan a sus anchas.

Salvador ha terminado en el nuevo gobierno del PSOE, supongo que no les ha extrañado, pero ¿qué ocurre en Ciudadanos para que tantos cargos públicos decidan darse de baja o irse a otros partidos?

No sorprende que haya gente que vino a la política a otra cosa distinta al servicio público. Esa gente acierta yéndose a otra parte, porque para que te monten una agencia de viajes ad hoc, Ciudadanos no es el sitio correcto.

¿Y por qué cree que el discurso de la nueva dirección, que lleva un año y medio al frente del partido, no consigue calar en los votantes y no paran de cosechar derrotas electorales?

Yo creo que el discurso de la nueva dirección por culpa de muchas circunstancias, algunas externas que han afectado a todo el mundo como la pandemia, no nos permitió hacer una convención profundamente ideológica como la que acabamos de hacer. Las circunstancias y los plazos no han jugado a nuestro favor y toda nuestra capacidad ha estado centrada en esa pandemia en la que hemos jugado un papel fundamental. En mayo y junio del año pasado, con 850 muertos diarios, si no llega a ser por Ciudadanos todo el mundo habría salido a la calle. Ahora, cuando la situación nos ha dejado que nos miremos a nosotros mismos, es cuando nos hemos puesto a trabajar en proyectar hacia fuera nuestra línea e ideología política para que la gente vea que existe un partido liberal que está centrado en defender los derecho civiles y sociales, y en defender la unidad de todos los españoles.

¿Cree que la gente entiende que hayan pasado de pactar todos los estados de alarma y las medidas sanitarias con Sánchez a criticar ahora sistemáticamente por todo o casi todo al Gobierno?

Bueno, el otro día apoyamos el decreto de las mascarillas y eso no es menor. Soy el portavoz de Sanidad y sé perfectamente cuál es el mandato que tengo de Inés Arrimadas y es que en materia sanitaria tenemos que guiarnos por los criterios científicos, estar muy bien informados de lo que pasa y dice la comunidad científica y guiarnos únicamente por eso. En ningún momento hemos funcionado por un criterio propagandístico, comunicativo o partidista. Todo lo contrario. Asumimos incluso un gran desgaste por esos apoyos, pero sabíamos que estábamos haciendo lo correcto.

Reconocen errores, entre ellos, no haber sabido comunicar bien el trabajo de los dirigentes que han estado en el Gobierno de Madrid. ¿Ninguno más?

Es cierto que allí donde gobernamos en coalición acusamos que muchas medidas que sin Ciudadanos no existirían parece que son parte del partido que encabeza ese Gobierno. Por eso estamos haciendo mucho hincapié ahora en Andalucía en que tres leyes como la ley de lucha contra el fraude y la corrupción, la ley de protección de la infancia y adolescencia y la ley de autoridad docente las hemos impulsado nosotros. Y tenemos que hacer ver qué pasaría o qué pasa cuando Ciudadanos no está ya en esos gobiernos, como en Murcia y Madrid. Si se ponen en Google Murcia, Madrid, PP y Vox ya se ve lo que sale y lo que sucede cuando nosotros no gobernamos: Telemadrid, politizada absolutamente y una purga brutal y con José Antonio Sánchez, que fue un nefasto presidente de RTVE, otra vez al frente de la televisión pública. Para eso tenían que echar a Ciudadanos, está claro que tenían que echarnos.

¿Y cambiar de candidato en las autonómicas en Madrid casi en el último minuto no fue otro error?

Fue un gesto de grandeza de Edmundo Bal, que sabía que era una tarea titánica. Pero fue una campaña que todo el mundo reconoce como muy buena pese a que no conseguimos los efectos que queríamos, posiblemente, porque la situación previa era difícilmente mutable, pero sí sirvió como catalizador interno. Fue un punto de inflexión interno con toda la afiliación volcada. No logramos sobrepasar ese barrera del 5% que nos hizo mucho daño, pero creo que tenemos bastantes posibilidades de remontar la situación en las que nos encontramos ahora mismo.

¿No temen que haya una desbandada de cargos municipales en Madrid?

Yo soy bastante optimista. Creo que nos están pasando ahora más cosas buenas que malas. Ver a todo el partido y a la afiliación volcado en esas elecciones y la gira –por llamarlo así– que está haciendo el Comité Permanente por toda España creo que está teniendo un efecto muy positivo. Esas dos mil propuestas que tenemos encima de la mesa y que se presentaron por los afiliados las está estudiando ahora mismo el Consejo general para ver cómo las lanzamos. Sinceramente, yo creo que ahora mismo hay muchos motivos para estar ilusionados con los próximos meses de Ciudadanos. Yo estoy muy contento con el rumbo que hemos cogido en el partido.

¿Se arrepienten de la moción de censura de Murcia? Ciudadanos fue el gran perdedor de esa operación pactada con el PSOE.

Yo creo que si uno tiene noticias de corrupción, de que hay gente que se cuela en la cola de vacunación en un momento en el que no sobraban precisamente las vacunas, y si se tienen noticias de que alguien está colocando a toda su familia o de muchas otras cuestiones de las que pasaban en Murcia que han publicado los medios de comunicación, creo que nuestra obligación era parar eso. ¿Hemos perdido esa batalla? Sí, la hemos perdido. ¿Nos ha salido mal? Sí. Pero era nuestro deber y nuestra obligación hacer frente a todas estas cuestiones.

¿Creen que Arrimadas ha recuperado ese espacio de confianza de aquellos círculos mediáticos y empresariales que Rivera lamentó que dejaran de apoyarle?

Creo que se ha valorado mucho, por conversaciones que hemos tenido, el contenido de la convención, pero, sobre todo, el discurso de Inés, su calado intelectual. Quienes siguieron la convención, periodistas de todo tipo y gente de la sociedad civil, también han alabado el carácter intelectual y profundo de un discurso muy meditado, muy reposado, muy relajado y extenso, que no respondía a cánones mediáticos sino que respondía a cánones intelectuales y netamente políticos. Hay un apoyo que no ha dejado de pasar nunca, gente de un espectro de todo tipo. Yo hablo con mucha gente y todo el mundo coincide en la necesidad de que haya un partido como el nuestro. Ahora lo que tenemos que conseguir es que además de que coincidan en eso, nos voten. Y en eso estamos.

¿Ciudadanos entonces está, como se dice coloquialmente, vivito y coleando?

...(se ríe) y taconeando.

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