El juicio a la Gürtel se retrasa a después de las generales con la libertad de Bárcenas
El primer gran juicio por la trama de corrupción crecida en torno al Partido Popular se celebrará con un nuevo Gobierno en La Moncloa. Es un efecto indirecto de la excarcelación de Luis Bárcenas, que convierte a la causa en una de tantas que deben ser juzgadas en la Audiencia Nacional y que no tienen prioridad por carecer de alguno de sus imputados en prisión provisional. Fuentes del tribunal apuntan a que el macrojuicio, con 42 personas sentadas en el banquillo de los acusados, se celebrará en la primera mitad de 2016.
La Sección Segunda fue la designada por reparto para juzgar el caso. Según El Mundo, esta sección está en la actualidad señalando para octubre y noviembre de este año fechas de juicios para causas prioritarias, con preso. Eso haría prácticamente imposible que el de la 'Primera Época' del caso Gürtel pueda celebrarse antes de que acabe el año. En la Audiencia Nacional desvinculan por completo la decisión de la Sección Cuarta de conceder la libertad bajo fianza a Bárcenas con el efecto que provoca en la fecha del juicio.
En cualquier caso, fuentes del tribunal lamentan que el Gobierno y el Consejo General del Poder Judicial no pongan más medios a disposición de la Audiencia Nacional para agilizar los procedimientos que afectan a la corrupción. Hoy por hoy, solo Gerardo Díaz Ferrán permanece en prisión provisional por delitos económicos. Eso significa que otras causas por terrorismo u otros graves delitos, que sí tienen imputados en la cárcel a la espera de la vista oral, 'adelanten' a las que tienen por objeto la corrupción. Esa falta de medios por el desinterés del Ejecutivo, apuntan las fuentes consultadas, afecta también a la instrucción. Los jueces demandan continuamente más colaboradores, ya sean peritos de la Agencia Tributaria o policías especializados.
Una sala muy escorada a la derecha
En sectores progresistas de la judicatura se considera que la Sección Segunda es la más escorada a la derecha de cuantas integran la Sala de lo Penal. Su presidenta, Concepción Espejel, llegó a la Audiencia Nacional procedente del Consejo General del Poder Judicial, donde fue vocal a propuesta del Partido Popular. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se refiere a ella como “Concha” y en febrero pasado se encargó de condecorarla en persona con la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort, la más alta distinción del mundo judicial.
Espejel presidirá con seguridad el tribunal que juzgará a una veintena de excargos del Partido Popular, incluido Luis Bárcenas. Desde que llegó a la Sección Segunda cambió las normas para no dejar a ninguno de sus otros miembros presidir un juicio. A esta Sección Segunda también pertenece Enrique López, quien abandonó el Tribunal Constitucional el pasado junio tras ser sorprendido conduciendo su moto de madrugada bajo los efectos del alcohol. El nombramiento de López para el Tribunal Constitucional fue motivo de enfrentamiento durante años entre el PP y el PSOE.