Vox se quedó este 23J muy lejos de los resultados deseados. La formación de extrema derecha había interiorizado que la cita con las urnas del pasado domingo no iba a depararles ninguna subida, ni en escaños ni en número de representantes en el Congreso, sino más bien todo lo contrario. Pero sus dirigentes creían que su suelo iba a estar en las 40 actas. El varapalo recibido, tras comprobar que perdían nada menos que 19 diputados y 623.000 votos, congeló la sonrisa de los dirigentes de Vox en la noche del domingo. En la comparecencia de madrugada y casi a regañadientes, Santiago Abascal, el líder de la formación de extrema derecha, achacó el fracaso a la “desmovilización” que había logrado Alberto Núñez Feijóo al “vender la piel del oso” antes de tiempo sin esperar a conocer el veredicto de los españoles.
Al día siguiente, tras la primera reunión de la dirección de la formación, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, abundaba en la idea y apuntaba a la llamada al “voto útil” hecha por Alberto Núñez Feijóo y la “demonización” que habían sufrido el partido y el mismo Abascal durante toda la campaña por parte, no solo del propio PP, sino de los demás partidos y candidatos. Ni un atisbo de autocrítica, salvo reconocer que el resultado no era lo que habían esperado dado que creen que hicieron una “buena campaña” volcada en un líder que “estuvo muy pegado a la calle y a los problemas de la gente”.
En Bambú, la sede central de Vox, las fuentes consultadas no se atreven a cuestionar el liderazgo de Abascal, a pesar de que este ha sido el primer batacazo electoral que ha afrontado la formación. Consideran que actualmente no hay recambio debido al gran protagonismo que ha asumido en estos últimos cuatro años. Insisten en que es el candidato ideal para las bases del partido. Preguntados por la falta de autocrítica, se zafan asegurando que tras el recuento de este domingo ninguna otra formación ha cuestionado en público sus resultados.
La fuga de escaños de Vox ha afectado prácticamente a todas aquellas circunscripciones en las que en 2019 sacó representación. Empezando por Castilla y León, una autonomía en la que gobierna en coalición con el PP desde 2022. Allí Vox ha perdido cinco diputados de los seis que logró en las anteriores generales. El único diputado que ha logrado salvar es el de Valladolid, Pablo Sáez Alonso-Muñumer, que encabeza la candidatura.
Hace cuatro años la formación de Abascal obtuvo 230.000 votos en esta región. Este domingo lograron 195.000 apoyos. Desde la formación de extrema derecha reconocen que el sistema electoral les ha perjudicado –si bien Sumar es el partido más afectado– y que este era uno de los escenarios con los que trabajaban a lo largo de la campaña. En Salamanca el PP obtuvo tres representantes y 92.498 votos –cada diputado le ha costado a los populares 30.800 apoyos–, en esa misma provincia Vox no ha obtenido representación pese a los 29.000 electores que se decantaron por el partido de Abascal.
Pierde escaños en la Comunitat Valenciana y Extremadura tras pactar con el PP
El partido también ha perdido escaños en otras dos comunidades en las que ahora gobierna con los populares. En la Comunitat Valenciana, donde Vox también ha conseguido entrar ahora en el Govern, se han dejado dos diputados de los siete que había sacado en las anteriores elecciones. El partido colocó como cabeza de lista por Valencia a Carlos Flores Juberías condenado por maltrato, para facilitar precisamente el cierre del acuerdo autonómico para gobernar con el PP. Junto a él revalida escaño el veterano Ignacio Gil Lázaro que fue relegado al puesto número dos por esa misma razón, pero que continuará en el Congreso batiendo todos los récords de presencia parlamentaria.
Algo parecido les ha pasado en Extremadura, una región en la que recientemente cerraron con grandes dificultades también un acuerdo de gobierno con el PP. Por Badajoz entra Ignacio de Hoces en sustitución de Víctor Sánchez del Real, que fue apartado de las listas por considerar que “no encajaba en el nuevo perfil” que buscaba la dirección del partido. Lejos de criticar a sus compañeros, Sánchez del Real considera que su partido no ha sufrido ningún “batacazo” sino que ha habido “una resistencia en unos números que otros partidos, como por ejemplo Sumar, venden como un éxito de todas las organizaciones agrupadas”. En conversación con esta redacción, el ex diputado destaca que Vox “se ha mantenido por encima de los 3 millones de votantes”.
Concretamente, este domingo Vox ha logrado el apoyo de 3.033.744 electores, frente a los 3.014.006 obtenidos por Sumar. Teniendo en cuenta estos datos, el exparlamentario de Vox celebra que la ultraderecha haya sido tercera fuerza, “por encima” del partido de Yolanda Díaz que contaba con el apoyo de cientos de organizaciones y de la mayoría de medios y el escaparate del Consejo de ministros“. Y añade: ”Vox ha perdido tres puntos básicos de porcentaje electoral [pasando de 15,07% al 12,39%] cuando el resto de medios conservadores hacían llamadas constantes al voto útil concentrado en el PP y colaboraban en la demonización“.
Deja de ser primera fuerza en Ceuta
Tras estas últimas votaciones, Vox ya no es primera fuerza en ninguna autonomía. Ha perdido esta posición en Murcia. Aquí la extrema derecha dio la sorpresa hace cuatro años. Alli, los de Abascal han caído a la tercera posición con solo dos escaños. Su negativa a cerrar un acuerdo de Gobierno que le diera la presidencia de la Región al PP les ha pasado factura.
En Almería, una provincia donde Vox tiene buena acogida, también se ha registrado una caída de apoyos entre el electorado de esta formación. En esta circunscripción los de Abascal han perdido uno de los tres escaños que se han dejado en Andalucía estas elecciones. Los otros dos provienen de Sevilla y Cádiz. Aquí Vox pasó de doce a nueve diputados. Con estos resultados, se queda fuera del Congreso Rodrigo Alonso, ‘número 2’ por Almería y líder del sindicato Solidaridad. Y revalida escaño una de las figuras femeninas en auge dentro del partido, Rocío de Meer.
Otro importante pinchazo lo ha sufrido Vox en Madrid, la lista que encabezaba Santiago Abascal, donde aspiraban a mejorar los resultados. Sin embargo, han perdido más de 67.000 votos con respecto a 2019, pasando del 16% al 12,3% de apoyo, y de siete diputados a cinco. De esta manera, la formación de extrema derecha ha dejado sin escaño a Rocío Aguirre Gil de Biedma, hermana de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que iba como número 8.
La debacle ha dejado también fuera a veteranos diputados del partido como Juan Luis Steegmann, el médico que se atrevió a defender las vacunas durante la pandemia, siendo cuestionado por muchos de sus compañeros. Steegman iba como número 6. Otra damnificada ha sido Carla Toscano, la furibunda diputada antifeminista, que iba en el puesto siete y tampoco ha sacado escaño. Eso sí, continúa en la política porque sí que obtuvo representación en el Ayuntamiento de Madrid el 28M.
En Castilla-La Mancha, Vox también ha sufrido un importante retroceso de más de cuatro puntos en las urnas. Un claro ejemplo es que Inés Cañizares, actual vicealcaldesa de Toledo (donde el partido de extrema derecha gobierna con el PP), no ha logrado revalidar su escaño. Cañizares pasó a ser portavoz adjunta de la formación de extrema derecha en la Cámara Baja tras la salida de Macarena Olona. El partido de Abascal ha conseguido revalidar solo 1 de los 2 escaños en esta provincia, el que queda en manos de Manuel Mariscal, que repetirá como diputado.
Vox también se ha quedado sin el escaño que consiguió en Albacete en noviembre de 2019 al que ahora aspiraba Iván Vélez Cipriano. Se lo ha quitado el Partido Popular que ha tenido un crecimiento exponencial. Acapara el 40% de los votos, 12,5 puntos más que hace cuatro años.
Sin representación en Euskadi, La Rioja, Galicia y Navarra
La formación de Abascal se ha quedado sin representación en Euskadi, La Rioja, Galicia, Navarra y Melilla. Tampoco ha conseguido arrebatar al PP el diputado que reparte Ceuta. Teresa López, la número 1 de Vox por la ciudad autónoma, no ha conseguido revalidar resultados y ha perdido el acta que obtuvo en 2019 tras su victoria en esta circunscripción. Aquí la extrema derecha ha pasado de primera a tercera fuerza, siendo superada en votos por PP y PSOE.
La tendencia nacional de Vox en estas elecciones ha impactado en los archipiélagos. En las islas, la ultraderecha se ha dejado un diputado en cada comunidad autónoma, pasando de dos representantes a uno. Por Baleares entrará únicamente Jorge Campos, líder autonómico de la formación y que dio el salto a las candidaturas nacionales mientras el PP negociaba un acuerdo para el gobierno autonómico.
El escenario en Canarias era más complicado ya que el partido se había pegado un tiro en el pie al conformar las candidaturas. Debido a discrepancias internas por la elaboración de las listas en la formación provincial, Vox no concurría por Santa Cruz de Tenerife, una de las circunscripciones donde sí había obtenido un escaño. Ante este escenario, la ultraderecha repite únicamente el diputado que obtuvo por Las Palmas.
En Catalunya mantiene la representación de 2019
A pesar de la pérdida general de escaños, hay comunidades donde los de Abascal han conseguido aguantar y mantener la representación de 2019. Una de ellas ha sido Catalunya, un territorio muy complicado para ellos. En la autonomía, en la que el líder de Vox vaticinó que aumentarían las “tensiones” si gobernaban Vox y PP, no solo igualan en esta ocasión los dos diputados que ya tenían por Barcelona, sino que aumentan en un punto su respaldo en las urnas. De este modo, repite Juan José Aizcorbe, un dirigente que ha pasado por las filas de formaciones extremistas como Fuerza Nueva o Frente Nacional; y entra la exdirigente del PP y de Ciudadanos Carina Mejías, un fichaje de última hora que sorprendió en el partido.
En Aragón, Asturias y Cantabria Vox conserva también el asiento que obtuvieron en el Congreso hace cuatro años. De esta forma revalida el acta por Zaragoza el jurista Pedro Fernández. En esta legislatura no compaginará esta labor con la de concejal del Ayuntamiento de Madrid, como sí hizo en los cuatro últimos años, ya que no repitió en la lista del 28M liderada por Javier Ortega Smith. También repiten como diputados José María Figaredo (Asturias) y Emilio del Valle (Cantabria).
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