VÍDEO

Iglesias, Cañamero y sindicalistas del SAT celebran en el Congreso el primer permiso penitenciario a Bódalo

El sindicalista agrario Andrés Bódalo está condenado a tres años y medio por un “puñetazo en la barriga” a un concejal socialista que él niega y del que el principal testigo ha fallecido. Y este martes se ha conocido la noticia de que se le han concedido los primeros permisos penitenciarios.

La noticia ha saltado cuando miembros del SAT se encontraban en Madrid para apoyar una iniciativa de Unidos Podemos a favor de un subsidio agrario sin el requisito de peonadas.

El Pleno del Congreso debate este martes un nuevo subsidio agrario propuesto por Unidos Podemos, resultante de unificar el actual subsidio y la renta agraria, la cual piden derogar, y cuyo acceso ya no estaría limitado a la acreditación de jornadas trabajadas, conocidas como las peonadas.

Según reza la iniciativa que firma el diputado Diego Cañamero, del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) de Juan Manuel Sánchez Gordillo, este requisito de las peonadas “sólo sirve para que los empresarios tengan el poder de decidir quién cobra este subsidio y quién no”, y que incluso lleva a que los jornaleros se vean “obligados a comprar estos jornales” para acceder a la ayuda de 426 euros durante seis meses, “una humillación para el trabajador”.

Bódalo, edil de Jaén en Común y ex candidato de Podemos al Congreso ha cumplido 13 meses en la cárcel acusado de ser una de las dos personas que “golpeó con los puños” a un concejal socialista de Jódar durante una protesta, causándole “dolor y contusión costal” que no le impidieron trabajar y que tardó cuatro días en curar, según recoge la sentencia de la Audiencia Provincial de Jaén. Bódalo debe cumplir una condena de tres años y medio de prisión.

Entre aquellos puñetazos, que Bódalo niega, y su conversión en el interno con número 2011009942, media un azaroso trayecto con un recurso ante el Tribunal Supremo que la procuradora no presentó a tiempo; la ausencia del principal testigo en el juicio a causa de su fallecimiento; y una amplia exposición mediática de los problemas con la Justicia que la idea que Bódalo tiene de la militancia le han causado en el pasado, aunque no hayan tenido siempre que ver con el “agravante de reincidencia” que valoró la Audiencia de Jaén.