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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Iglesias invita a la oposición, ayuntamientos y comunidades a sumarse “a un gran acuerdo de país” contra la desigualdad y el cambio climático

Pablo Iglesias ha comparecido este jueves en la Comisión de Derechos Sociales y Políticas Integrales de la Discapacidad del Congreso de los Diputados. Y lo ha hecho en la ronda, a petición propia, de los miembros del Gobierno para explicar sus planes de trabajo desde sus respectivas responsabilidades.

Y la comparecencia, como viene siendo habitual ha evidenciado dos ejes parlamentarios: el de los partidos que facilitaron la investidura del Gobierno de coalición, que hablaron del objeto de la comparecencia –derechos sociales–, a los que se sumaron Junts y la CUP; y la de PP y Vox que siguieron hablando de Venezuela, comunismo, populismo y terrorismo. La portavoz de Ciudadanos, Sara Jiménez, por su parte, se desmarcó de la tónica de las derechas para hablar de los derechos de la infancia y de la población gitana, por ejemplo.

Durante su intervención, Iglesias ha hecho una aproximación a las que serán las líneas principales de trabajo de la Vicepresidencia segunda y Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Y para ello ha vuelto a remitirse, como hizo en la sesión de control del miércoles, al informe del relator de Naciones Unidas para la pobreza, John Alston, así como a otros informes de desigualdad –Gini– para evidenciar la necesidad de políticas para atajar la pobreza en España, “cuarta economía de la UE”, dijo Iglesias.

“En el año 2018, el indicador AROPE de pobreza y exclusión social fue en nuestro país del 26,1%. A día de hoy, casi 10 millones de personas se encuentran en riesgo de pobreza en España, lo que supone un 21,5% de la población. 4,7 puntos más que la media europea”, afirmó Iglesias: “España tiene que aumentar el gasto social, pero a la vez es necesario también reforzar su eficacia redistributiva focalizando las prestaciones en los grupos sociales más vulnerables”.

Sobre la Agenda 2030, Iglesias ha explicado que su Vicepresidencia será la encargada de liderar la estrategia de desarrollo sostenible del Gobierno de coalición, basada en tres ejes: social, medioambiental y económico.

Para Unidas Podemos, poder encabezar esta estrategia “es muy importante” porque, por primera vez, todos los ministerios, las comunidades autónomas, los ayuntamientos, el sector privado y los colectivos sociales van a construir un camino común contra el cambio climático, por la justicia social y un nuevo modelo productivo.

En este sentido, el objetivo principal que se ha marcado la Vicepresidencia de Derechos Sociales, de Pablo Iglesias, “es lograr un gran acuerdo de país para impulsar de forma activa y real la agenda 2030”.

“Un acuerdo que sea lo más amplio posible, que cuente con la sociedad civil y con todos los actores con los que se puedan construir grandes políticas estratégicas”, ha dicho Iglesias: “Tenemos el deber y la responsabilidad de que la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible no sean una mera declaración de intenciones, ni un lavado de cara verde y social de los poderosos”.

Según Iglesias, “la reducción de pobreza y desigualdad requiere de un enfoque político transversal”. Para ello, lanzó tres grandes medidas: “La educación pública, para evitar la perpetuación de las situaciones de pobreza; el derecho a la vivienda, hoy principal motivo de exclusión social en nuestro país; las condiciones del mercado de trabajo. El aumento de la precariedad, la extensión de los contratos atípicos y el subempleo, o el estancamiento salarial registrado hasta el último año, han disparado una pobreza laboral, que ya alcanza al 13% de la población”.

El vicepresidente del Gobierno también explicó que “el señor Alston, relator de la ONU, señaló que uno de los principales problemas es la insuficiencia de los programas de rentas mínimas que aseguren ingresos adecuados, por lo que será una prioridad de este gobierno poner en marcha la prestación pública estatal que garantice el Ingreso Mínimo Vital todos los hogares”.

Pero PP y Vox no mostraron mucho interés en alcanzar ningún acuerdo. La portavoz popular, Alicia García, acusó a Iglesias de “abanderar la justicia social del comunismo de élite [comparación usó Teodoro García Egea el miércoles en la sesión de control], creando un gobierno hipertrofiado, más próximo a una agencia de colocación, y que no ha sido capaz ni siquiera de revertir los malos datos del mes de empleo de enero”.

Y la portavoz de Vox, afirmó: “El mayor peligro es el comunismo que ustedes profesan, ya que quieren dialogar sin condiciones con golpistas condenados y con otras que incluyen a terroristas, que apoyan a dictaduras y con representantes condenados por corrupción. No declare alertas antifascistas contra nosotros. Nos prometen el paraíso en la tierra, pero se ha convertido en un infierno. Con el pretexto de derechos sociales y la subida del SMI, habrá subida de impuestos, regularizaciones, paro, déficit, economía sumergida. Sus recetas se han probado y nunca ha dado resultados, siempre calamitosos como en Venezuela. Defienda a los niños en los senos de sus madres. Su señora esposa lo que tenía en el vientre no era un grano”. Y añadió: “¿Vamos a comer huevos de gallinas violadas y leche de vacas explotadas?”