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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Iglesias recurre a Monedero para impulsar una FAES de izquierdas y recuperar el espacio del errejonismo

Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero en Vistalegre 2.

Esther Palomera

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Nunca se fue, pero sí dejó la dirección del partido y la primera línea política. Juan Carlos Monedero siempre se consideró la primera víctima de las cloacas, de Cristobal Montoro y de Soraya Sáenz de Santamaría. Aún así, siempre ha estado en la trastienda de Unidas Podemos, cerca de Pablo Iglesias y en el diseño de una estrategia que no compartían todos los morados. “Juan Carlos dimite después de cumplir con sus obligaciones como responsable de Programa. Es algo enormemente doloroso para mí, no solamente es un compañero, es uno de mis mejores amigos y una figura determinante para nuestras biografías políticas y para Podemos”, anunció el secretario general del partido en 2015, tras añadir que de algún modo la organización se le había quedado estrecha. 

Cinco años después de reconocer que el que fuera secretario de Programas y uno de los fundadores de Podemos no era hombre de partido, sino “un intelectual que necesitaba volar”, Iglesias le encarga la dirección de la Fundación Instituto 25-M vinculada a la formación para que la convierta en una un verdadero laboratorio de ideas, una especie de FAES de izquierdas. De hecho, este lunes que el partido celebra sus cursos de verano en la Complutense ha elegido para la sesión inaugural a Monedero, ya en su nueva condición de director del nuevo espacio de pensamiento.

La designación llega en un momento muy delicado para el partido, tras haber sido barrido del mapa electoral en Galicia, perder casi la mitad de los diputados en Euskadi y estar de nuevo en el centro de la diana de la derecha política y mediática como consecuencia del llamado “caso Dina”. En su recorrido hasta llegar al Gobierno, Podemos se ha desangrado electoralmente y ha perdido por el camino a gran parte del núcleo dirigente con el que irrumpió con fuerza en la escena nacional tras las elecciones de 2015. 

La fundación será desde ahora un marco de reflexión “que reúna inteligencia”, según palabras del propio Monedero, y que salga de las trampas de la urgencia del día a día para repensar de nuevo la organización y armar el “corpus de ciudadanía democrática del siglo XXI”. Tras achacar buena parte de su descalabro electoral a la ausencia de organización en los territorios, la dirección ha llegado al convencimiento de que hay cuestiones que no pueden hacerse desde las estructuras orgánicas de los partidos, habitualmente poco atractivas para los pensadores.

El objetivo pasa también por dedicar buena parte de la actividad del Instituto 25-M a hacer diagnósticos de una realidad cambiante y a la formación de sus cuadros, un mandato que ya salió de la tercera asamblea ciudadana que se celebró en plena pandemia. Y en este contexto, Monedero cree que hay que definir “qué es España, qué es Europa, qué pasa con el empleo y cómo tiene que ser la democracia en el siglo XXI”.

Su impresión es que en los tiempos de Netflix, Spotify y el fútbol, se dedica poco tiempo a pensar sobre lo importante y que este trabajo no se puede hacer desde los partidos, que “están viejitos”, sino desde un marco de pensamiento que, en el caso de la fundación morada, se ha fijado como propósito también “recuperar el espacio del errejonismo” para Unidas Podemos. Monedero no habla del regreso del que fuera número dos del partido, que ha demostrado, en su opinión, “que hace daño a todo el que le quiere”, como se ha vuelto a ver también con Manuela Carmena. “Quien quiero que vuelva es esa gente que estuvo con él y se ha quedado en el limbo a la espera de ver cómo puede regresar al que ha sido siempre su partido”, afirma. Y es que la fundación está pensada como espacio de reflexión. “Repensarnos”, pero también para “reencontrarnos”, insiste.

La cultura, la vocación europeista y la formación –de la que se ocuparán Rafael Mayoral e Isa Serra– tendrán un espacio central en la reflexión del Instituto 25-M, que contará con un nutrido consejo científico, con nombres de intelectuales de España, Portugal, Italia, Francia y América Latina. 

El Instituto 25-M, inscrito en el registro de fundaciones desde 2015, hasta ahora estaba dirigido por Federico Severino Vitantonio y sus principales actividades eran la Universidad de Verano de Podemos, la edición de la colección de libros Argumenta, la distribución de la revista New Left Review en español y la programación cultural de La Morada de Arganzuela.

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