La carta íntegra
“La situación de la Unión Europea requiere, frente al auge de la xenofobia y los proyectos reaccionarios, que España se convierta en un referente de los derechos sociales y medioambientales, de la cooperación y del diálogo, como bases de la estabilidad.
Llevamos dos meses queriendo sentarnos a negociar con el PSOE cinco ejes de política social para un acuerdo integral de gobierno. En primer lugar, España necesita un gobierno que garantice el empleo estable y con derechos, limitando la precariedad y blindando la suficiencia y la revalorización de las pensiones. En segundo lugar, es necesario garantizar la transición energética haciendo frente al cambio climático e implementando una nueva política industrial. En tercer lugar, hacen falta alquileres asequibles, suficiencia de ingresos a los ciudadanos en situación de riesgo social y calidad de los servicios públicos. En cuarto lugar, es imprescindible garantizar la economía de los cuidados y la igualdad de género, protegiendo a las familias y asegurando la igualdad retributiva. Y en quinto lugar, España necesita un gobierno que garantice la justicia fiscal imprescindible para que el Estado cuente con instrumentos equiparables a los de otros socios de la Unión, para proteger los derechos sociales recogidos en la Constitución.
Pedro Sánchez me ha dicho, todas las veces que hemos hablado durante el mes de junio, que apostaría por un gobierno de coalición con nosotros si sus diputados y los nuestros sumaran mayoría absoluta en el Congreso. Pero al no sumar juntos esa mayoría, me decía el presidente, sería casi imposible lograr los apoyos suficientes para sacar adelante la investidura. Para Pedro Sánchez, un acuerdo de coalición con nosotros situaría la obtención de apoyos para la investidura más lejos que un acuerdo de colaboración parlamentaria.
Este argumento ha sido planteado reiteradamente en los medios por los dirigentes del PSOE, en las últimas semanas, para explicar que estarían dispuestos a gobernar en coalición con nosotros, pero que es imposible hacerlo porque un acuerdo integral de gobierno (programa, coalición y legislatura) haría imposible investir presidente a Sánchez en el Congreso. Con menos intensidad, se ha planteado también otro argumento para rechazar un acuerdo integral de gobierno: nuestra posición respecto al conflicto político en Catalunya.
He reflexionado en estas semanas sobre el razonamiento de Pedro Sánchez y del PSOE a propósito de si un acuerdo integral de gobierno contaría con apoyos parlamentarios para sacar adelante la investidura y, aunque no lo comparto, considero que merece el beneficio de la duda.
Por ello, desde esa consideración a los argumentos del PSOE, queremos evitar que un mecanismo institucional tan importante como la investidura se convierta en una escenificación fallida, algo que la democracia española no merece. Pensamos que lo más sensato para sacar adelante la investidura es lograr un acuerdo integral de gobierno de coalición. Si se verifica la hipótesis del PSOE y la investidura no sale adelante tras presentar un acuerdo integral de gobierno de coalición, nosotros nos comprometemos a revisar nuestra posición. Si por el contrario la investidura saliera adelante, se cumpliría el deseo declarado tanto por el PSOE como por Unidas Podemos: un gobierno de coalición progresista y plural, que superara de una vez la situación de bloqueo en la que estamos. Así se lo transmitimos al presidente cuando nos llamó.
Respecto al conflicto en Catalunya, queremos dejar claro que nuestra voluntad es encontrarnos con el PSOE en una apuesta por el diálogo para afrontar las dificultades inherentes al carácter plurinacional del Estado, asumiendo que el liderazgo le corresponderá al partido que ganó claramente las elecciones. Pensamos que una hoja de ruta que deje atrás la excepcionalidad y la fractura pasa por recomponer el diálogo institucional y entre partidos y sociedad civil, construyendo entre todos vías democráticas. Queremos dejar claro también que asumimos que nuestro peso electoral no permite que nuestras propuestas como espacio político sean líneas rojas.
Cuando el pasado 26 de abril, en una entrevista, a pocas horas de las elecciones, Pedro Sánchez declaraba “que entre en el Gobierno Podemos no es ningún problema”, no parecía que el PSOE fuera a buscar el apoyo de las derechas (en particular de Ciudadanos) para sacar adelante la investidura, ni que fuera a intentar vetar nuestra entrada en el Gobierno. No somos ingenuos y entendemos que un gobierno de “centro” o de “geometría variable”, que pudiera apoyarse en la derecha en los temas económicos y en la izquierda para algunos asuntos sociales, haya sido la opción que ha buscado hasta ahora el PSOE. Respetamos que la primera opción de Pedro Sánchez haya sido esa, pero una vez que la derecha ha dejado clara su posición, pensamos que el interés de España está en un acuerdo integral de gobierno que garantice políticas sociales y al menos 165 diputados (que son más que los que tienen las tres derechas) bajo la fórmula habitual en la gran mayoría de los países de la Unión: la coalición de gobierno. Estamos convencidos de que esa fórmula servirá para sacar adelante la investidura y hacer un gobierno plural y estable sin tener que esperar a septiembre. La amenaza de repetición electoral que por desgracia hemos escuchado a algunos exponentes del PSOE, además de suponer una falta de respeto a los ciudadanos, daría la oportunidad a las derechas de recuperar el poder. Con las derechas configuradas como bloque de gobierno en muchos territorios y como bloque de oposición en el Estado, nuestra obligación es seguir el ejemplo de territorios como la Comunidad Valenciana, Islas Baleares o Canarias y demostrar que los partidos que compartimos muchas líneas programáticas podemos gobernar juntos. Nosotros estamos dispuestos.“