El PSOE quiere hacer una lista de cara a las elecciones europeas de 2014 con importantes pesos políticos del partido y, a la vez, importantes pesos políticos del partido están deseando ser eurodiputados. Elena Valenciano, en declaraciones a eldiario.es, afirmó que, aunque los ciudadanos aún no son conscientes de ello, el futuro de España se va a jugar en los próximos años en Europa, “y tenemos que mandar a los mejores. Yo lo resumo en una frase: en la lista irán los que salen por televisión en España”.
Según la número dos del PSOE, que aún se está recuperando de una enfermedad pulmonar y que no regresará a primera línea política hasta principios del próximo año, todavía no se ha hablado de la candidatura que llevarán los socialistas ni de nombres concretos, pero el principio general es ir con una candidatura de nombres potentes. Pero más allá de esta lectura políticamente correcta, los nombres que se barajan, que se han propuesto o que quieren ir, dan a entender una auténtica huida al cómodo refugio del Parlamento Europeo. En ese refugio se gana mucho más dinero –en torno a 8.000 euros mensuales–, se sufre mucha menos presión mediática, se tienen unos privilegios que no se dan en España y uno se quita de muchas responsabilidades de la batalla diaria en el partido y en el Congreso.
Se da por hecho que Ramón Jáuregui –el artífice ideológico de la Conferencia Política– quiere acabar allí. Es más que probable que pueda ser el número uno, aunque por este puesto también pelea Juan Fernando López Aguilar, como declaró a eldiario.es la pasada semana. Posiblemente, entre ambos encuentren un acuerdo, con la mediación de Ferraz, para que uno vaya de cabeza de lista y el otro de tres, si se da este supuesto.
También quiere volver a Europa el que fuera secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, y aunque también tenía sus aspiraciones personales a encabezar la lista, parece que se conformará con estar en un puesto que le asegure el euroescaño.
Otro importante dirigente socialista que está pensando refugiarse en Bruselas es el exministro y exvicesecretario general del PSOE José Blanco. Fuentes cercanas al actual diputado indican que la decisión aún no la tiene tomada, y que será al final de año cuando lo decida. En este caso, Blanco se conforma con ir en un puesto digno en función de su trayectoria política en el partido y no peleará por encabezar la candidatura.
Pero suenan más nombres, que han sido piezas básicas del PSOE en la última década, como los exministros Jesús Caldera o Valeriano Gómez que, de momento, no han pedido ser eurodiputados, pero parece ser que Ferraz puede contar con ellos si aceptan el encargo.
A día de hoy, todo esto está pendiente de negociar con las federaciones socialistas, que también querrán hacer sus aportaciones de nombres. Pero la dirección federal del PSOE tiene muy claro que va a ir con una decena de nombres potentes al inicio de la lista. Y, además, hay otro factor muy importante a tener en cuenta. El PSOE debe hacer una lista cremallera y, hasta ahora, han sonado pocos nombres de mujeres.
El rumor de que podía ser la propia Elena Valenciano quien encabezara la candidatura despejaría, al menos, un puesto. Pero la vicesecretaria general del PSOE –que ya ha sido eurodiputada y que conoce bien las políticas europeas– también se está pensando mucho su futuro y, lo más probable, es que acabe su mandato en el partido en el actual cargo. En todo caso, nada está descartado, y aún deben producirse muchos acontecimientos en el partido.
Todos estos movimientos llevan a pensar que, si el equipo de Alfredo Pérez Rubalcaba huye o se refugia en Bruselas, es porque el actual secretario general del PSOE le quiere dar una salida a su gente al haber decidido que no se va a presentar a las primarias del partido. Ferraz lo niega tajantemente y considera esta lectura una “elucubración sin sentido”. Los acontecimientos que le esperan al PSOE a primeros de año despejarán todas las dudas.