En el chat de militares retirados en el que se gestó una de las cartas enviadas al rey estas últimas semanas, en la que se ponían a su disposición ante el “deterioro” del país a manos del Gobierno, se celebró la repercusión de su manifiesto y las adhesiones y felicitaciones que, comentaron, estaban recibiendo por parte de miembros del Ejército ya retirados y algunos en activo. Entre agasajos mutuos de los impulsores de la iniciativa se mezclaba el lamento porque en esta España “blandita” que “traga con lo que le echen” no volverá a repetirse “lo que ocurrió en 1936”.
Ese grupo de WhatstApp estaba integrado por los miembros de XIX promoción de la Academia General del Aire. Una parte de sus integrantes redactaron una carta enviada a principios de noviembre a Felipe VI en la que le reafirmaban su lealtad, mostraban su preocupación “por la situación de deterioro en la que se encuentra” España y acusaban al Gobierno de actuar contra la Constitución. En total, 38 militares retirados firmaron esa misiva y otra de tinte similar que se envió al presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli.
En el chat, tal y como desveló InfoLibre, se lanzaban insultos contra los miembros del Gobierno, se especulaba con la posibilidad de que se diese un golpe de Estado y se comentaba que la única solución a la situación política era “fusilar a 26 millones de hijos de puta”. Tras la publicación de la carta, en la conversación a la que ha tenido acceso elDiario.es y que obra ahora en manos de la Fiscalía, se celebró su repercusión entre miembros retirados y en activo del Ejército pero con un poso de resignación por que no se fuesen a dar más pasos.
La carta se envió el 10 de noviembre. En los días posteriores, en el chat se repiten las críticas al Gobierno. Uno de ellos comenta que ya están haciendo algo para tratar de cambiar la situación y alude al manifiesto. En ese punto responde Francisco Beca, responsable del texto enviado al rey y uno de los más activos del chat: “Esto ya no lo para la política. Desgraciadamente estos hijos de puta nos llevan a convertir a España en una Venezuela y la forma de parar esto es un nuevo alzamiento con las consecuencias que ya conocemos. A mis 77 años no sé qué cojones puedo hacer”.
“Para dar hostias hará falta algo más que un papel y lápiz”
El 17 de noviembre sale publicada en algunos medios la carta enviada al presidente del Parlamento Europeo. Ese día un integrante del chat ya avisa de que su iniciativa va a tener más impacto del que esperaban inicialmente. Otro responde que el eco que se hacen los medios de sus misivas no es suficiente: “Pero para dar hostias... hará falta algo más que un papel y lápiz…”. Uno de ellos le replica que poco pueden hacer, ya retirados: “Como no llamemos al 'primo de zumosol' lo tenemos crudo”.
Un día más tarde, el 18 de noviembre, Okdiario publica su carta al rey. Esa noticia desata en el chat una cascada de felicitaciones entre los impulsores de la iniciativa: “Esperamos que inicie un movimiento que despierte a los españoles y impidemos (sic) la entrada del comunismo en España”, comenta uno. Además, empiezan a congratularse porque su manifiesto ha tenido una muy buena acogida entre muchos militares retirados, pero también alguno en activo.
“Mucha suerte y espero que llegue a buen puerto. Os apoyamos!” es el mensaje reenviado al grupo por Carlos Gómez-Mira –la cara visible de este grupo en los programas de televisión de la derecha mediática– y que atribuye a un capitán en activo. Otro militar del chat comenta que ha hablado con quien fuera su general, que le dice que va a difundir el escrito “para que la gente se una”. Un tercero escribe que ha recibido felicitaciones de otros militares retirados.
Se suman mensajes de quienes avisan de que otros compañeros jubilados quieren unirse a su iniciativa. Uno de los miembros del chat comenta que sabe que entre los mandos del Ejército del Aire no ha sentado bien su carta, pero se reafirma en la iniciativa: “Lo hicimos con plena consciencia y dadas las vicisitudes por las que esta pasando nuestra Patria (…) Somos ciudadanos libres de un país libre, aunque se empeñe el gobierno en demostrarnos lo contrario manteniéndonos encerrados seis meses”.
Durante los días siguientes continúan las felicitaciones, la reivindicación de la iniciativa y los avisos de nuevas adhesiones entre el contenido habitual del chat, en el que se habla sobre aviones, se intercambian artículos de opinadores de derechas, hay comentarios contra miembros del Gobierno y se difunden todo tipo de bulos.
“España no es la que era. Hoy es blandita”
El 26 de noviembre, uno de ellos envía un vídeo ya eliminado y lo acompaña con este comentario: “Y sigue y sigue la lluvia fina cayendo y empapando la tierra hasta que esta gentuza acabe por tener lo que pretende. ¿Dónde estamos, a que parte de la hustoria (sic) de España hemos retrocedido?”. Uno replica que a 1934 y el primero responde: “Posiblemente Pepe. Lo que ocurre es que lo que ocurrió después, en 1936, no volverá a repetirse. España no es la que era.” Un tercero interviene: “Eso es lo malo. España no es la que era. Hoy es blandita y traga con lo que le echen. O eso parece.”
No era la primera vez que esos militares retirados especulaban con la posibilidad de un golpe de Estado. En las conversaciones previas a la carta, como publicó InfoLibre, los integrantes del chat hicieron varias referencias a los pronunciamientos militares que se habían dado en la historia de España hasta que uno les recuerda que no tiene “aviones, tropa ni armamento”.
A la iniciativa de estos militares siguió la de la de 73 miembros de la XXIII promoción de la Academia General Militar, con un contenido similar y que publicó El País el 28 de noviembre. En el chat hay quien duda de la autenticidad de la noticia y quien celebra que hayan seguido sus pasos. “Siguen nuestros pasos con 7 Generales al frente y 67 coronéles (sic)”, “Ya solo falta la Armada” o “Lo importante es que se está moviendo el banquillo, aunque sean los 'reservas”, son algunos de los comentarios que se dan ese día entre los militares del grupo.
El chat de WhatsApp se cerró hace unos días, cuando varios integrantes alertaron de que había “un topo” y que una periodista había contactado con ellos. La conversación está ahora en manos de la Fiscalía tras ser enviada por el Ministerio de Defensa.