Ciudadanos pagó todos los gastos que supuso el reciente viaje a Waterloo y Bruselas de Inés Arrimadas y de los parlamentarios catalanes que la acompañaron para decirle a Carles Puigdemont “que la república no existe”. Pero el partido no ofrecerá el detalle de cuánto costó ese desplazamiento, sufragado con dinero público, a pesar de que ellos han exigido a la Generalitat que publiquen los gastos de los viajes de sus cargos a Bélgica.
La portavoz nacional del partido se limitó a convocar a los medios de comunicación enfrente de la puerta de la residencia del expresidente del Govern catalán para hacer unas breves declaraciones. La puesta en escena fue breve, apenas duró quince minutos, pero conllevó un amplio despliegue técnico previo, como es habitual en estos casos. Arrimadas no quiso hablar con Puigdemont aunque la puerta de su residencia permaneció entreabierta a modo de invitación.
Este diario ha preguntado cuál ha sido la cifra total que ha supuesto esos desplazamientos pero fuentes de la dirección no creen necesario dar el dato al considerar que se trata de “una actividad política como cualquier otra que realiza el partido”. Sin embargo, ese dinero proviene de fondos públicos dado que todos los partidos reciben ayudas y subvenciones gracias a las cuales pueden sufragar sus actividades. Además, Ciudadanos alardea de ser el partido “más transparente”.
“Fuimos a Waterloo para decirle a Puigdemont que no es presidente de nada, simplemente un fugado de la justicia y que no nos puede decir a nosotros a dónde tenemos que ir ni tampoco nos puede impedir que vayamos a donde queramos”, ha señalado este lunes la portavoz nacional en rueda de prensa tras la reunión de la Permanente de la Ejecutiva.
Mientras Ciudadanos no ofrece las cifras de esa fugaz visita -al menos de momento no lo ha hecho a petición de eldiario.es-, ellos han exigido al Govern catalán que desvele los gastos de los viajes de los desplazamientos para visitar a Puigdemont. Estos datos, según publicó eldiario.es, se conocen porque figuran en los registros oficiales del departamento de Exteriores, que son públicos en virtud de la ley de transparencia. En este caso no se trataba de actos de partido, sino de visitas de cargos institucionales.
Hace un año y medio, en noviembre de 2017, Ciudadanos también exigió a los partidos independentistas que rindieran cuentas del viaje de 200 alcaldes soberanistas a Bruselas para acudir a explicar allí “el proceso catalán”, acto en el que también participó el expresidente de la Generalitat.
En concreto, ante las dudas, el partido de Rivera se dirigió al equipo de gobierno de Premià de Mar (Barcelona) pidiendo que desvelara si el Ayuntamiento había pagado el viaje del alcalde, Miquel Buch, a Bruselas junto a otros “fugados de España”.
En un comunicado, el portavoz del grupo municipal de Cs, José Maria Cano, consideró “inadmisible” que Buch fuera a Bruselas representando “a todos los ciudadanos” de Premià de Mar porque representa solo “a unos cuantos”.
Por su parte, la eurodiputada y exdirigente de Ciudadanos, Carolina Punset, a la que el partido le abrió un expediente de expulsión precisamente por ir también a ver a Puigdemont, criticó en su cuenta de Twitter el viaje de Arrimadas .
Punset justificó entonces su visita al expresidente en un artículo publicado por el diario.es. “No es traición, se llama democracia y libertad”, explicó.
El propio Puigdemont lo recordó en su cuenta de Twitter: “La última diputada de su partido que me vino a ver a la Casa de la República acabó expulsada de Cs justamente por haberse reunido conmigo”, escribió, sin citar a Punset.