Inés Arrimadas no logra apoyos para presentar una moción de censura al Govern de Puigdemont

Inés Arrimadas no ha conseguido convencer a ningún grupo del Parlament de Catalunya de la necesidad de presentar en estos momentos una moción de censura contra el Govern de Carles Puigdemont para frenar el referéndum del 1-O y “dar la voz a los catalanes en unas urnas de verdad”. Arrimadas ha recibido calabazas a su propuesta de los dos principales dirigentes de los partidos “constitucionalistas”, primero del portavoz del PSC, Miquel Iceta, y a continuación de Xavier García-Albiol, del PPC.

Ambos portavoces, tras reunirse con la dirigente naranja, han coincidido en opinar que la moción está “fuera de lugar”, al estar abocada al fracaso. Creen, además, que solo serviría para dar de nuevo altavoz a los partidos independentistas.

El rechazo de ambos partidos deja a Ciudadanos sin la posibilidad de poder registrar siquiera la moción dado que le faltan dos diputados para cumplir con los requisitos del reglamento del Parlament: la firma de 27 diputados –Cs solo tiene 25– o de dos grupos parlamentarios.

Arrimadas invitó también a su ronda de contactos a la coalición Catalunya Si Que Es Pot (CSQP), que aglutina a Podemos, Esquerra Unida, Iniciativa Per Catalunya Verds y Equo, muy dividida tras la intervención en el pleno sobre la ley del referéndum de su portavoz, Joan Coscubiela. Pero sus dirigentes no aceptaron siquiera sentarse a negociar la iniciativa con la líder de la oposición.

Uno de los reproches que le han lanzado a Arrimadas ha sido que no consultara previamente a los grupos y se lanzara a anunciar la moción por su cuenta. Incluso dentro del PSC creen que solo ha conseguido “contribuir al circo” que hay montado en Catalunya con todo el procès.

Arrimadas convocó el pasado miércoles una rueda de prensa justo al terminar la votación de la ley del referéndum, que fue aprobada con los votos a favor de JxSí y la CUP y con la abstención de CSQP, en la que justificó la necesidad de presentar esa moción para evitar así “el choque de trenes”.

Para que prosperara la iniciativa el partido de Rivera tendría que sumar a sus 25 escaños no solo al PSC (16 escaños) y al PP (11 escaños), sino también los de otro grupo dado que entre los tres solo alcanzan 52 votos y la mayoría absoluta está establecida en 68. Una cifra que tiene lejos de conseguir.

Arrimadas no tira la toalla

En Ciudadanos comparan la iniciativa con la que plantearon en Murcia para desalojar del poder al expresidente regional, Pedro Antonio Sánchez, del PP. “Una moción instrumental destinada a convocar de inmediato elecciones autonómicas”.

Pese a constatar el fracaso, Arrimadas no ha tirado la toalla y ha asegurado que “seguirá insistiendo en poder dialogar sobre esta salida democrática” con el resto de partidos constitucionalistas, a los que ha pedido “responsabilidad para evitar el despropósito” que está planteando el Govern de Puigdemont.

La negativa del PPC a apoyar la moción ha sorprendido al partido naranja. Sobre todo porque Albert Rivera salió este mismo jueves, tras su reunión en la Moncloa con Mariano Rajoy, convencido de que los populares la iban a secundar. De hecho, así se lo pidió al presidente del Gobiernoy éste se comprometió a interceder con García Albiol para que así fuera.

Algo molesta, Arrimadas ha avisado al PP y al PSC que están ante “una oportunidad histórica para dejar de lado las diferencias y centrarnos en lo que compartimos”, mientras recordaba que Ciudadanos ha dado apoyo al PSOE y al PP en otras comunidades autónomas para “dar estabilidad”. “¿Si no estamos unidos ahora cuando seremos capaces de hacerlo?”, ha lamentado.

“Mi obligación es seguir buscando apoyos, incluso dentro de JxS”, ha dicho, convencida de que en la propia coalición gubernamental “hay personas que no están de acuerdo” con la deriva que está tomando el procès catalán. Sus llamamientos, sin embargo, han caído en saco roto.