El experto informático Alejandro de Pedro, imputado por varios delitos en el caso Púnica, ha declarado este martes en uno de los dos juzgados de Madrid que investigan el acoso del que se acusan mutuamente la doctora Elisa Pinto y el empresario, investigado por financiar irregularmente al PP de Madrid Javier López Madrid. Se trataba de la quinta citación como testigo de De Pedro, quien había evitado responder a las cuatro anteriores. A las preguntas de la jueza, la fiscal y la abogada de la mujer, el 'gurú' tecnológico de Púnica ha asegurado que no recuerda ninguno de los mensajes intercambiados con López Madrid y que están incorporados a la causa.
En el sumario del caso Púnica consta que De Pedro y Javier López Madrid mantuvieron una conversación a través del sistema de mensajería WhatsApp el 27 de noviembre de 2013. En un momento dado, cambian de tema y el entonces consejero delegado del Grupo Villar Mir afirma: “Ya tengo la dirección”. De Pedro le contesta: “Estoy hablando con los hackers que llevan temas de la policía. Destruir el móvil completo es lo más seguro”. Es entonces cuando Javier López Madrid envía a De Pedro la calle, el número, el piso y la puerta donde vive la doctora junto a su familia en el distrito de Chamartín.
Según fuentes jurídicas, Alejandro de Pedro ha negado este martes recordar ninguno de estos mensajes. Ha añadido que mantuvo una relación con López Madrid de cerca de un año, como acreditan esos mismos mensajes, entre 2013 y 2014. Según ha dicho, un responsable de Telefónica le presentó al yerno de Villar Mir y éste le encargó trabajos para OHL que nunca llegó a realizar. De Pedro se ha negado a identificar a esa persona, incluso cuando se lo ha requerido la magistrada Concepción Jerez, quien le ha advertido de las consecuencias de no declarar pese a estar citado como testigo.
Esa misma advertencia le ha sido reiterada por la titular del Juzgado de Instrucción número 26 de Madrid cuando Alejandro de Pedro ha dicho no recordar nada. El testigo se ha excusado en que está en tratamiento psiquiátrico y que lleva tres años intentando olvidar, pese a que aún tiene que defenderse de una amplia lista de delitos en el caso Púnica: organización criminal, tráfico de influencias, malversación, cohecho, falsificación documental, utilización de información confidencial y fraude.
El testigo ha dicho que López Madrid le contó que una mujer tenía su agenda telefónica y que estaba enviando mensajes a personas que figuran en ella. De Pedro ha asegurado que el empresario le dijo esto cuando, en una de sus reuniones en la sede de OHL, le comentó que tenía “mala cara”. Pese a sus comentarios sobre los “hackers de la Policía”, este martes ha dicho no conocer a ninguno, no haber trabajado para ese Cuerpo, aunque sí para empresas que le prestan servicio. De Pedro ha reconocido haber trabajado para el Centro Nacional de Inteligencia.
Alejandro de Pedro también ha negado conocer al comisario encarcelado José Manuel Villarejo, quien está imputado por haber agredido a la doctora Pinto por un presunto encargo de López Madrid, tanto en el juzgado de instrucción número 39 de Madrid como en el de la Audiencia Nacional que instruye el caso Tándem. Este juzgado, que dirige Manuel García-Castellón, abrió el pasado enero una pieza separada del caso Villarejo ante los indicios de que la agresión a la doctora es parte de un presunto encargo de López Madrid al policía. Por su parte, Pinto está investigada en el juzgado de instrucción número 26 por la denuncia posterior de López Madrid. Ha sido en el marco de ésta última causa en la que hoy ha declarado De Pedro como testigo a petición de la defensa de Pinto.
Hasta ahora había trascendido que la figura que unía a Javier López Madrid y Alejandro de Pedro es Francisco Granados, el principal investigado en la Operación Púnica, la trama de corrupción en torno al PP de Madrid y de presunta financiación irregular del partido. Granados fue la persona que presentó al comisario José Manuel Villarejo a Javier López Madrid y que también habría puesto en contacto a empresario e informático. Alejandro de Pedro está considerado una suerte de conseguidor en la trama Púnica y responde por haber creado los periódicos digitales zombis que posicionaban informaciones positivas de cargos públicos de la Comunidad de Madrid con coste a los fondos públicos.
En el marco de esa investigación, la Audiencia Nacional autorizó la intervención telefónica del teléfono de Alejandro de Pedro. Por este motivo están incorporadas a la causa los mensajes que se intercambiaba con López Madrid y que la defensa de Pinto considera relevantes para el presunto caso de acoso.
Por otra parte, Javier López Madrid intentó vaciar sus terminales telefónicos antes de entregarlos en el juzgado número 26 de Madrid, el que intenta sin éxito recabar la versión de De Pedro. A pesar de que habían sido borrados 1.603 contactos, la Guardia Civil logró recuperar una parte de los mensajes. Del análisis del material recuperado, la Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado elaboró un informe para la jueza Concepción Jerez en el que ponía de manifiesto las “estrechas relaciones” que López Madrid mantenía con seis comisarios de la Policía, con los que contactó en momentos clave del caso de presunto acoso a la mujer.
Uno de los teléfonos que aparecía en el terminal de López Madrid es el del comisario José Manuel Villarejo Pérez. Villarejo ha asegurado en el juzgado que un amigo común le presentó a López Madrid y que él se limitó a recomendarle que denunciara las supuestas amenazas que recibía.
A la referencia anterior a los hackers de la Policía y su consejo de destruir el terminal de López Madrid hay otra posterior de Alejandro de Pedro, también en el sumario de la Operación Púnica. “Hoy he estado donde los pinchadiscos de los pincha teléfonos de la policía…”, escribe De Pedro a Granados el 27 de septiembre de 2014, un mes antes de que ambos fueran detenidos por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Alejandro de Pedro está imputado por siete delitos en el caso Púnica, entre ellos, pertenencia a una organización criminal.