El secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político de Podemos, Íñigo Errejón, cree que el trabajo que su partido tiene que hacer hasta el próximo ciclo electoral es el de “construir, levantar y abanderar un proyecto de orden alternativo ante la podredumbre” desvelada en las últimas operaciones judiciales, con la detención del expresidente de Madrid, Ignacio González, a la cabeza.
Errejón reitera así una de las principales tesis que defendió en Vistalegre 2 y lamenta, como ya hizo desde las elecciones de junio de 2016, que Podemos no acabe de cumplir esa labor. Por eso, cree, “muchos de quienes querrían cambiar no ven alternativa sólida”.
El dirigente de Podemos ha escrito este jueves un pequeño texto en su canal de Telegram en el que ofrece su visión del impacto que la corrupción, en general, y los últimos acontecimientos en particular, tienen en la sociedad y en las elecciones. Una suerte de reflexión intelectual que no hace referencias a la pugna orgánica ni a la dirección actual.
“Quizás los tribunales van hoy por delante de la sociedad en esclarecer y perseguir la corrupción”, arranca el mensaje de Errejón. El diputado de Unidos Podemos no cree que se deba a que los españoles no sepan del “entramado mafioso que ha secuestrado nuestro país”. “Incluso sus propios votantes saben”, asegura en referencia a los siete millones de personas que votaron al PP en 2016.
¿Por qué entonces el “cambio” todavía no se impone? ¿Qué ha pasado para que ni el 20D, ni el 26J ni ahora el PP y el Gobierno se derrumben y emerja una alternativa? Como ya expuso muchas veces Errejón en los largos meses que precedieron a la II Asamblea Ciudadana del partido, los españoles buscan “certezas”. Por eso Rajoy ganó, cree, porque se le percibe como “lo menos malo”.
Así lo explicaba en un artículo en eldiario.es en julio de 2016: “Minusvaloramos el peso de lo institucional y de su capacidad simbólica de producir certezas y pagamos un cierto desgaste por ello, en unas elecciones que fueron un plebiscito entre lo malo conocido y una alternativa incierta, estimulante y atractiva para la España más joven y sin embargo amenazante para los sectores de mayor edad y de la España interior”.
En su batalla dialéctica con Pablo Iglesias, el secretario general explicó en varias ocasiones que una de las diferencias que había entre Errejón y él era el análisis de cómo es la sociedad española. Iglesias decía tener “más confianza” en los españoles y su pulsión por el “cambio” que la que demostraba su por entonces número dos.
En el mensaje del jueves, Errejón apunta a que esa falta de certezas persiste. Es lo que explica, en su opinión, que el PP mantenga el control institucional a nivel estatal y en muchas comunidades autónomas pese a los escándalos de corrupción. “Tiene más que ver con la generalización del cinismo o de la resignación”, asegura el mensaje. Errejón reparte culpas y señala a su propio partido y a la linea estratégica que ganó Vistalegre 2: “Muchos de quienes querrían cambiar no ven alternativa sólida”.
Construir un nuevo proyecto
Errejón apuesta así por “construir” un nuevo proyecto. Y la oportunidad de demostrar su tesis la tiene en Madrid. El acuerdo con Pablo Iglesias tras Vistalegre 2 daba a Errejón margen para montar un equipo y una estrategia propia de cara a las elecciones autonómicas de 2019, cuando sería el candidato, primarias mediante, para competir con Cristina Cifuentes por la Presidencia regional.
El dirigente se ha mantenido en segundo plano durante semanas, organizando esa estructura y alejado de los medios de comunicación. Solo mantiene, de momento, su participación en la tertulia de los lunes del Hora 25 de la Cadena SER, aunque esta misma semana apareció en Cuatro para comentar la Operación Lezo y la implicación del PP de Madrid en la corrupción del Canal de Isabel II.
La ausencia de Errejón del foco mediático responde a la nueva reordenación de competencias y a la necesidad de dar presencia a otros portavoces que iban en la lista ganadora en Vistalegre 2. Pero, además, el secretario de Análisis Estratégico prepara el lanzamiento público de su proyecto para Madrid, que se hará en las próximas semanas.
El equipo de Errejón guarda silencio sobre los pormenores de ese lanzamiento. Pero sus mensajes en redes o intervenciones tienen cada vea más que ver con la Comunidad de Madrid. Aunque su papel sigue siendo el de dirigente estatal, en las últimas semanas ha protagonizado varios enfrentamientos en redes con la presidenta regional, Cristina Cifuentes. La última, a cuenta de la Operación Lezo.
La denuncia que puso en marcha la investigación judicial fue presentada en Anticorrupción en 2015 y estaba relacionada con la presunta mordida de OHL a Ignacio González a cambio de una concesión.
Esa denuncia llegó 10 meses antes que la denuncia que Cristina Cifuentes presentó ante la Fiscalía General del Estado en junio de 2016, según confirman fuentes de la investigación.
Con todas sus contradicciones y límites, quizás los tribunales van hoy por delante de la sociedad en esclarecer y perseguir la corrupción.
Esto no es porque la gente desconozca o no imagine el entramado mafioso que ha secuestrando nuestro país. Incluso sus propios votantes saben. Tiene más que ver con la generalización del cinismo o de la resignación. Muchos de quienes querrían cambiar no ven alternativa sólida.
Rajoy no fue reelegido porque los españoles creyeran al PP limpio, sino porque fueron ligeramente más quienes creyeron que era lo menos malo. Es ahí entonces donde hay que concentrar el trabajo. Construir, levantar y abanderar un proyecto de orden alternativo ante la podredumbre.