Interior permite a Guanyem presentarse en Barcelona cuando ya habían renunciado al nombre
Tras meses de batalla jurídica y a menos de 100 días de las elecciones municipales, el Ministerio del Interior ha aceptado el registro del partido Guanyem Barcelona, la marca de la iniciativa que lidera Ada Colau que había sido rechazado de oficio. La fecha de inscripción, tal y como figura en la web del departamento que dirige Jorge Fernández Díaz, es de este mismo jueves, 19 de febrero, un día antes de que Colau presente su propuesta de lista electoral con la que concurrirán con el nuevo nombre que eligieron ante las trabas de Interior: Barcelona en Comú.
Interior ha ratificado el partido cuando la iniciativa ya había arrojado la toalla y cambiado su estrategia. El ministerio ha puesto trabas a cada movimiento de Guanyem y ni siquiera ha contestado a los recursos interpuestos por sus abogados. El último, precisamente contra el veto a utilizar la fórmula Guanyem Barcelona, que había recibido el visto bueno de otra iniciativa similar, Guanyem Gandía.
Entonces, Interior adujo, sin consultarlo con el titular legal de la marca, que el nombre ya estaba siendo utilizado. Contra esta decisión, los abogados de Guanyem interpusieron un recurso de reforma que no ha sido respondido por el departamento de Jorge Fernández Díaz, aunque parece que sí ha sido resuelto. Y favorablemente. Guanyem tampoco ha sido informada del registro en sí, indican fuentes próximas a la formación.
La pugna entre Interior y Guanyem arrancó el pasado mes de agosto, cuando el registro de partidos negó la inscripción a la iniciativa que lidera Ada Colau y admitió la de un partido fantasma radicado en una dirección falsa y cuyo promotor intentó negociar un cargo en el partido a cambio de ceder el nombre.
Barcelona en Comú, la nueva marca de la iniciativa municipalista, echó a andar de forma oficial la semana pasada. El veto de Interior obligó a sus promotores a cambiar los nombres en redes y, sobre todo, a iniciar una carrera contrarreloj de comunicación pública, después de que la marca Guanyem/Ganemos se haya instalado en el imaginario colectivo como un proyecto municipalista y abierto que, de una u otra manera, cuenta con el respaldo de activistas políticos que promueven un cambio del sistema.