El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha justificado la carga policial de ayer en los alrededores del Congreso porque, ha dicho, algunos manifestantes actuaron con “demasiada violencia” y los agentes se vieron obligados a impedir que intentaran llegar a la Cámara, como pretendían.
En declaraciones en los pasillos del Congreso, el ministro ha felicitado a las fuerzas de seguridad por haber actuado “extraordinariamente bien”, y gracias a ello -ha subrayado- pudieron impedir que un grupo de personas lograra “ocupar” el Parlamento y “coaccionar” a los diputados, lo que está “expresamente prohibido”.
Ha insistido en que la policía se vio obligada a cargar contra un grupo de personas porque trataron de pasar por encima de las vallas que limitaban el acceso en la carrera de San Jerónimo. Tenían la orden de actuar “no en defensa de la legalidad ordinaria sino de la legalidad constitucional” puesto que el Congreso “es inviolable”.
Sobre los detenidos, 35 en total, Fernández Díaz ha señalado que el delito que se les imputa esta tipificado en el Código Penal, aunque será el director general de la Policía el que dará “cumplida cuenta” de todo lo sucedido.
“Es evidente”, ha recalcado, que no se podía permitir “semejante agresión” y la policía hizo lo que debía para que la sesión plenaria se pudiera desarrollar “con normalidad”, y que los diputados pudieran entrar y salir de la Cámara sin problemas. Los agentes hicieron lo que debían ante las personas que quisieron “violentar” el orden jurídico, ha dicho Fernández.