Así fue la reunión de Podemos con los fondos de inversión que manejan la deuda española

La auditoría y reestructuración de la deuda (pública y privada) que plantea Podemos; qué reforma laboral llevarían a cabo; su plan para fijar la edad de jubilación en los 65 años; su política de expansión fiscal y cómo impactaría en el déficit público. Son algunos de los temas que centraron la atención de los grandes fondos de inversión internacionales en un encuentro mantenido esta semana con las principales caras visibles del ala económica del partido que lidera Pablo Iglesias.

La formación dio cuenta el miércoles en una nota de prensa de la reunión, un encuentro “con inversores extranjeros”, clientes del banco Bank of America Merrill Lynch, “en virtud del compromiso de transparencia que adquirió Podemos desde su creación, por el que las reuniones que mantiene de forma oficial”, y “especialmente” cuando atañen a grupos de interés económicos y políticos, “se hacen públicas”.

Nacho Álvarez, responsable del área de Economía del Consejo Ciudadano de Podemos y uno de los participantes en esa reunión, enmarca en la normalidad (“Tiene sentido hacerlo”, dice) este tipo de encuentros. No identifica de qué inversores se trataba “porque el compromiso con el banco es que no se dan nombres concretos”. Eran, dice, analistas y economistas-jefe de grandes firmas de inversión en divisas, deuda... “básicamente, los diez o quince grandes fondos de inversión y de pensiones que manejan la deuda pública española”, señala el economista, que no está “seguro” de si entre ellos había directivos.

“No es deferencia”

“Parece que nos reunimos sólo con inversores, pero es lo que le llama la atención a la prensa; no es una cuestión de deferencia, sino que nos interesa en la ronda de reuniones que estamos manteniendo”, dice Álvarez. Este tipo de encuentros, que las grandes multinacionales y grupos financieros están intentando mantener desde finales de 2014, como adelantó eldiario.es, ha abierto cierto debate dentro de las filas de las nuevas formaciones políticas que desafían el poder de esas mismas empresas. Por ejemplo, Ada Colau, candidata de Barcelona en Comú, se ha mostrado a favor de hacerlos siempre públicos en un artículo publicado hace unos días en eldiario.es.

La reunión auspiciada por Merrill Lynch se celebró el martes 14 de abril en un lujoso hotel madrileño, el Villamagna, y duró cerca de dos horas. En la primera parte, la secretaria de Análisis Político de Podemos, Carolina Bescansa, expuso la visión de la formación sobre la situación política española y dejó paso a Álvarez que les desgranó su visión del panorama económico, “de dónde venimos y por qué pensamos que hay que cambiar la política económica y hacia dónde deben ir los cambios fundamentales”.

El turno de preguntas duró unos 45 minutos. Además de los temas estrella, “fundamentalmente, qué tipo de reestructuración de deuda planteamos, tanto pública como privada”, salieron a colación asuntos como los planes de Podemos de “restaurar la negociación colectiva y permitir la subida de salarios”. Y hubo discrepancias: “Ellos creen que restaría competitividad a la economía y nosotros no”, señala Álvarez.

En el debate, los fondos recalcaron que consideran “muy útil” que se haya rebajado el coste del despido con la última reforma laboral de Mariano Rajoy, algo que Podemos se propone revertir restaurando la negociación colectiva y garantizando “la compatibilización de la vida laboral y familiar”, con una subida del salario mínimo.

Otro tema muy debatido fue la política de expansión fiscal que plantea Podemos. “No por grandes desacuerdos”, sino porque recortar el déficit, a juicio del partido, “debe perseguirse después de reducir el desempleo, y ellos insisten en que la reducción del déficit es prioritaria. Nosotros pensamos que un plan de expansión fiscal no supone necesariamente incurrir en mayor déficit y endeudamiento”. Y ellos (los fondos), sí.

También suscitó un gran interés entre los fondos el juego de posibles pactos poselectorales de la formación tras las próximas elecciones generales, pero ahí Bescansa y Álvarez no soltaron prenda: “Preguntaron mucho pero no contestamos nada”.