Samuel Farmanyan, diputado armenio en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE), lo dijo así de claro ante las cámaras de la RAI 3 italiana hace unos días: “Cuando empecé a trabajar en el Partido Popular Europeo me di cuenta de que en el Consejo de Europa había un grupo de lobbistas que se estaba extendiendo como una metástasis. El grupo estaba encabezado por Luca Volontè y Pedro Agramunt, un diputado español [valenciano, del PP], actual presidente de la PACE”.
Farmanyan calificó la relación entre Volontè y Agramunt de “grandes amigos por dinero”, y sentenció: “Es más que cierto que el lobby de Azerbaiyán pagó” por el apoyo de sus aliados al gasoducto con Turquía.
De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía de Milán y las del think tank European Stability Initiative –#DaviarDemocracy– recogidas en un informe y en el programa Report de la RAI, el diputado democristiano italiano Luca Volontè recibió dinero proveniente de Azebayán a cambio de su voluntad. El propio Volontè reconoció a los medios haber recibido 2,39 millones entre diciembre de 2012 y diciembre de 2014, vía Seychelles, Belize y las Islas Vírgenes.
Según las investigaciones, lo que perseguía Azerbaiyán era que saliera derrotado el informe del eurodiputado alemán Chistoph Strasser denunciando las violaciones de los derechos humanos en el país –la existencia de 85 presos políticos–, y así abrir el camino a la financiación por parte de instituciones multilaterales del gasoducto con Turquía. En conclusión: Strasser perdió la votación en la PACE en enero de 2013 –por 125 a 79 votos– y Azerbaiyán y Turquía acaban de recibir financiación –800 millones del Banco Mundial– para el gasoducto.
Los eurodiputados de Podemos Miguel Urbán y Xabier Benito han solicitado al recién nombrado director ejecutivo del Banco Mundial, Fernando Jiménez Latorre –en la plaza prevista para José Manuel Soria– que España votara esta semana contra la financiación del gasoducto porque “incumple el Derecho Internacional sobre Derechos Humanos”.
El 20 de diciembre, los directores ejecutivos del Consejo de Administración del Banco Mundial aprobaron un préstamo de 800 millones de dólares a Turquía y Azerbaiyán para la construcción del gasoducto Trans-Anatolian Natural Gas Pipeline (TANAP, por sus siglas en inglés). “Con estas decisiones el Estados español y la UE siguen legitimando y mirando hacia otro lado ante la violación de derechos humanos diaria en Turquía y Azerbaiyán”, ha explicado el eurodiputado Miguel Urbán.
La versión de Volontè, recogida en la RAI, de cómo dinero de Azerbaiyán llegó a una empresa creada por él, LGV, a través de una fundación suya, Terrae Novae, era en virtud a un acuerdo por diez años a un millón anual con la ONG del también parlamentario azerbaiyano de la PACE Elkhan Suleymanov, llamada ACSDA. Pero, según los códigos éticos, un diputado no puede recibir dinero de otro diputado, aunque sea a través de fundaciones, asociaciones o empresas interpuestas.
Azerbaiyán ha despreciado estas investigaciones como fruto de la “intoxicación y presión del lobby armenio”. Ambos países se encuentran enfrentados, incluso militarmente, por la región de Nagorno Karabaj, geográficamente en Azerbaiyán pero con población mayoritariamente armenia.
¿Y qué pinta el senador del PP Pedro Agramunt, también presidente de la PACE en todo esto? Según el diputado armenio en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) Samuel Farmanyan “Volontè y Agramunt encabezaban el lobby, grandes amigos por dinero”.
“La corrupción del PP aparece otra vez y no conoce de fronteras. En este caso el nombre de Pedro Agramunt ha sido dado a la justicia italiana en el marco de la investigación del caso Diplomacia del Caviar, donde el diputado italiano Luca Volontè sido condenado por recibir dinero del régimen de Azerbaiyán para ocultar la falta de democracia del país, lo que habría puesto en peligro esta inversión del Banco Mundial”, ha explicado Benito. “Vamos a solicitar que la Fiscalía de España entre en contacto con la Fiscalía italiana y cooperar en la investigación de los comportamientos sospechosos durante este período. Queremos que se investigue al senador Pedro Agramunt por sus presuntos vínculos con la trama de sobornos de Azerbaiyán”, ha finalizado Urbán.
Como recoge el informe del ESI, Volonte sabía que Pedro Agramunt era un actor crucial: estuvo en Azerbaiyán en 2003, 2005, 2010 y 2013. En el debate del informe Strasser sobre prisioneros políticos en el país, Agramunt dijo: “Aparentemente solo hay uno y el Gobierno me ha prometido liberarlo rápidamente. En el resto de los casos [recogidos en el informe Strasser] hay otros delitos, asesinato, terrorismo... No considero a estos prisioneros políticos”.
Ahora, Agramunt, como presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, tiene un papel fundamental a la hora de facilitar o no una investigación sobre Volontè.