Ignacio Cosidó, responsable de la Policía entre 2011 y 2016, ha comparecido este martes por la comisión que investiga a la policía política y ha logrado pasar de puntillas sobre los asuntos centrales. La comisión acaba así con la última comparecencia prevista y está a la espera de que el PSOE decida si apoya que se cite al Eugenio Pino, exDirector Adjunto Operativo (DAO) de la Policía Nacional, y su jefe de gabinete José Ángel Fuentes Gago. Mientras su nuevo portavoz parlamentario se inclina por llamarles a comparecer, el representante socialista en la comisión ha pedido posponer esa decisión hasta después del Congreso del PSOE. La investigación parlamentaria queda a la espera que de culmine la transición de los socialistas.
Ese Congreso elegirá a una nueva dirección del Grupo Parlamentario tras la victoria de Pedro Sánchez en las primarias. El único cambio hasta ahora ha sido el nombramiento de José Luis Ábalos, uno de los hombres más cercanos al nuevo secretario general del PSOE, como portavoz parlamentario en sustitución de Antonio Hernando, que dimitió la misma noche de las primarias. El puesto de Ábalos es provisional, para que pueda defender la posición del partido en la moción de censura, y será definitivo si así lo decide el Congreso del 17 y 18 de junio.
Hasta ahora, el PSOE se ha mostrado contrario a que los comisarios compareciesen en la comisión de investigación de la policía política. No querían apoyar las peticiones de comparecencia del excomisario José Manuel Villarejo, ni de Pino y Fuentes Gago. Su negativa abocaba a la comisión a un cierre en falso tras solo tres comparecencias: el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, el exdirector de la Policía Ignacio Cosidó y el exjefe de la Oficina Antifraude de Cataluña Daniel de Alfonso.
Los socialistas han expresado en privado su temor a que las comparecencias de los excomisarios puedan volverse en su contra por los trabajos que realizaron bajo su Gobierno. Pero Ábalos ha mostrado un cambio de postura: “Es importante que vaya el director adjunto operativo y que vaya el jefe de Gabinete, porque han salido en las declaraciones. El hilo de la investigación tiene que tener una dinámica que vaya enlazando con las diversas manifestaciones. En esa lógica, si surge otra cuestión que se pronuncie por parte de los comparecientes y convenga revisar pues no hay ningún problema”.
Ese cambio de rumbo debía ratificarse en la reunión de los portavoces de los grupos parlamentarios tras la comparecencia de Cosidó. Los periodistas han preguntado a Trevín sobre la posibilidad de las citaciones a los comisarios, hasta ahora imposibles por el veto del PSOE. El diputado socialista ha admitido que su grupo “está abierto” a nuevas comparecencias pero que iban a proponer esperar a decidirlas a después “de la semana del 17”. Es decir, después del Congreso del PSOE.
Fuentes del PSOE aseguran que prefieren esperar a que haya una nueva Ejecutiva y una nueva dirección de Grupo Parlamentario antes de tomar una decisión. Sostienen que no han pedido exactamente que la comisión se reúna tras el Congreso, pero admiten que las fechas “coinciden”. Esas mismas fuentes puntualizan que, aunque haya que esperar a que se complete su transición, se inclinan ahora por llamar a comparecer a Pino y Fuentes Gago, y dejar fuera a Villarejo.
Rubalcaba como arma arrojadiza
Así, los portavoces se han reunido y no han acordado nada. No se ha votado ninguna comparecencia porque Trevín ha solicitado que la Comisión espere a después de la transición en el PSOE antes de tomar una decisión. El portavoz de Interior del PSOE y Ábalos evidencian así una discrepancia sobre la estrategia del partido en esta comisión. Los socialistas saben que si dan el paso de citar a los excomisarios su exministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba podría ser llamado también a declarar.
Lo pidió Unidos Podemos con el argumento de que la policía política empezó durante su etapa en el Ministerio, pero hasta ahora los votos del PP se había sumado a los del PSOE para impedirlo. Sin embargo, el cambio de rumbo de los socialistas acerca de la comparecencia de los comisarios ha llevado a los populares a amenazar con citar a Rubalcaba. “Hay quien dice que tiene que venir el señor Rubalcaba, de momento, no lo veo necesario pero igual resulta que sí”, ha avisado el portavoz del PP, Rafael Hernando. Ha admitido que llegó a un acuerdo con los socialistas sobre “el alcance” de la comisión que ellos están a punto de romper.
Si los socialistas lo rompen o no se verá en la próxima reunión de la comisión, el próximo 21 de junio. Así lo han acordado los portavoces tras escuchar a Cosidó, cuya declaración, al que igual que la de Fernández Díaz, no ha aportado nuevos datos en la investigación de la policía política. Ha dibujado una Policía “limpia”, en la que en ningún caso hubo “tramas” que buscasen información comprometida sobre políticos independentistas o de la oposición: “Acusar a este gobierno de utilización partidista de la policía no se sostiene”. Eso sí, siempre que ha tenido ocasión se ha desmarcado de las prácticas de la policía política y ha evitado respaldar a los agentes que la integraron.
El exdirector de la Policía se ha enfrentado a un interrogatorio cómodo por parte de Ciudadanos y PSOE, que apenas han profundizado en las cuestiones de la policía política. Los primeros han centrado sus preguntas en la grabación al exministro. Han preguntado a Cosidó sobre su obtención de manera ilegal o su uso partidistas antes de unas elecciones. Sus preguntas sobre la policía política han ido encaminadas a saber si considera a Pino y a Fuentes Gago “buenos profesionales”, lo que Cosidó ha usado para defender que no deben ser llamados a comparecer en la comisión. No se les debe mezclar en el enfrentamiento partidista, ha argumentado.
Trevín solo ha hecho una mención a los agentes de la policía política -sobre sus viajes a Suiza para investigar la falsa cuenta de Xavier Trias- y ha enfocado el resto del interrogatorio en cuestiones menores. Ha preguntado por cómo salió la exposa de Luis Bárcenas de la Audiencia Nacional tras declarar, sobre el destino de su chófer -ahora policía nacional-, sobre si se investigó la información comprometida que el extesorero pudiera tener sobre el PP o sobre el pelotazo de la Gürtel en Arganda del Rey. Cosidó ha dado la misma respuesta a todas sus preguntas: no tiene conocimiento de esos hechos.
El PSOE ha mantenido una ambigüedad calculada desde que el pasado mes de octubre la gestora se hizo cargo de las riendas del partido. Ha evitado justificar por qué no reclamaron todas las comparecencias que querían cuando se decidió quién debía acudir a dar explicaciones y ha insistido hasta ahora en que solo debían comparecer cargos de Interior. Ahora, con una nueva dirección en Ferraz y a la espera de que los cambios se trasladen al grupo parlamentario, la comisión de investigación de la policía política tendrá que esperar al Congreso para ver si el PSOE da el paso de citar a los comisarios o colabora para que se cierre tras solo tres comparecencias.