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Irene Montero: “Aceptamos las condiciones del PSOE frente a la ofensiva pero no cederemos en el consentimiento”

La secretaria de Acción de Gobierno de Podemos y ministra de Igualdad, Irene Montero, interviene durante el acto '¿Consentiste o no? Solo sí es sí', en el Círculo de Bellas Artes, a 5 de febrero de 2023, en Madrid, (España).

Alberto Ortiz

5 de febrero de 2023 13:05 h

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Podemos sigue redoblando la presión contra su socio de Gobierno en la negociación por la ley del 'solo sí es sí’. Mientras los socialistas amenazan con llevar en solitario una proposición de ley para reformar el texto, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha reforzado su presencia en los medios, con entrevistas o actos prácticamente todos los días de la semana, para dejar clara su posición: se puede retocar la norma pero no entrar al corazón de la ley, el consentimiento. Es lo que ha vuelto a repetir este domingo en un acto organizado ad hoc para sostener el marco argumental en la negociación con el PSOE, que está sometido, según defienden, a la presión de la derecha. “El consentimiento no se toca”, ha advertido.

Montero ha trazado sobre el escenario del Círculo de Bellas Artes, en Madrid, una argumentación exhaustiva sobre los puntos que hacen que esta ley esté, ha dicho, “bien hecha”. “Nadie ha sido capaz de hacer una propuesta que no sea volver al modelo anterior, ninguna reforma penal va a evitar esa decisiones”, ha subrayado la ministra, que ha reconocido sin embargo que están “dispuestas” a aceptar las condiciones “que el socio mayoritario necesita”, eso sí, con la línea roja a la que no pretenden ceder: el consentimiento. “Solo hay una cosa en la que no vamos a ceder, porque no es nuestro patrimonio, ni como ministerio ni como Gobierno, el derecho que han conseguido las feministas en las calles: el consentimiento no se toca”, ha lanzado. 

Después de una semana de negociaciones, los ministerios de Justicia e Igualdad siguen atascados precisamente en ese punto sobre la reforma de la ley a la que las dos partes del Gobierno han accedido. Justicia cree que la única manera de resolver las revisiones de penas que están aplicando algunos jueces es introducir de nuevo el componente de la violencia o la intimidación para que el juez pueda aplicar penas más duras. Pero Igualdad cree que aunque no se toque la palabra consentimiento del articulado, con esa diferenciación se vuelve de facto al modelo previo a la ley y se desmonta su corazón y su sentido. Fuentes de Igualdad sostienen que la negociación sigue encallada.

“Nos dicen que el Código Penal es una cuestión técnica. La técnica es muy sencilla. En el Código Penal anterior había dos tipos penales. Uno si había violencia o intimidación y otro en el que no y se llamaba abuso. Ahora el Código Penal dice que todo es agresión y en función de cómo sea esa agresión hay agravantes. El detallito técnico ahora en la propuesta del PP es decir: ¿Qué queríais? ¿Llamarlo agresión y abuso no?”, ha dicho. “Las feministas no hemos puesto el cuerpo para cambiar un nombre sino para cambiar el Código Penal al completo”, ha reiterado. “No nos vamos a tragar un cambio de nombre”, ha zanjado.

Montero se ha referido a la propuesta del PP aunque, de facto, estaba hablando del texto que hasta ahora les ha ofrecido el PSOE a través de Justicia, que también contempla establecer esa distinción entre los casos en los que hay violencia o intimidación y los que no. La línea argumental que sostiene Podemos es precisamente que su socio de Gobierno quiere reformar la ley porque le tiemblan las piernas ante la ofensiva de la derecha, como dijo la ministra Belarra esta semana. De hecho, Montero ha apoyado su defensa de la ley en que la redacción técnica la hizo su ministerio junto al de Justicia cuando estaba al frente Juan Carlos Campo y un equipo que ha definido como “espectacular”.

El sistema anterior, ha defendido la titular de Igualdad, es un sistema que no funcionaba para las mujeres que denuncian y tampoco para las que no lo hacen. “En el anterior sistema muchas de las víctimas no encontraban justicia sino revictimización e impunidad. La inmensa mayoría nunca denunciaba porque tenían miedo de no ser creídas”, ha dicho antes de recordar que hasta ahora solo el 8% de las mujeres víctimas de violencia de género denunciaba. “Estamos muy preocupadas por esas decisiones judiciales, pero con el sistema anterior el 92% de los agresores no ha pisado un juzgado y una comisaría en su vida”, ha apuntado.

“Esta ley es mucho más que una ley. Es un proceso de democratización de la sociedad. No es la ley de un ministra, de un Gobierno o de un Parlamento, es la ley de las mujeres. Precisamente por eso la reacción que tiene es de este calibre, porque evidentemente hay quienes no quieren cambios”, ha opinado.

“Los jueces aplican las leyes, no las retuercen”

Encima del escenario y ante unas 300 personas han intervenido la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, y la delegada del Gobierno para la violencia de Género, Vicky Rosell. Sentados en primera fila estaban también los principales miembros de la dirección del partido. La asesora de Igualdad Isa Serra, el portavoz del Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, o la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez. También estaban presentes en el acto algunos dirigentes de Izquierda Unida.

El partido convocó este acto durante la semana, que no estaba previsto, como forma de apretar el pulso a su socio de coalición. Desde el lunes, cuando Pedro Sánchez dio orden de que la ley se modificara pero con acuerdo de las dos partes del Gobierno, Igualdad sostiene que ha enviado a Justicia hasta seis propuestas para incrementar las penas pero sin introducir la diferenciación de violencia o intimidación fuera de los agravantes, esto es, no introducir de facto dos tipos distintos, como cuando se diferenciaba entre abuso o agresión. A medida que pasaban los días y que las negociaciones se enquistaban en el mismo punto, Podemos ha ido reforzando el mensaje.

“Con el paso de las semanas va quedando muy claro que este tema de las rebajas de penas era una excusa, una excusa del PP para volver al modelo de la violencia y la intimidación. El PP es un partido que cuando gobierna recortó de manera salvaje la inversión en la lucha contra la violencia de género”, ha cargado la ministra de Derechos Sociales en la apertura del acto, en un discurso en el que no ha mencionado ni una sola vez a su socio de Gobierno, que desde la semana pasada presiona para un cambio en la ley. 

Aunque no ha nombrado al PSOE, del discurso de Belarra se desprende una crítica hacia las cesiones a esa “derecha política mediática y judicial”. Todo el debate alrededor de las rebajas de penas, ha insistido la líder de Podemos, es un “ataque” que va más allá. “Defender el solo sí es sí es defender el derecho a que se respete el voto de las urnas, evitar golpes judiciales como el que vivimos hace unas semanas [con la suspensión por parte del Tribunal Constitucional de la tramitación parlamentaria de la reforma del Código Penal]”, ha dicho. “Esta ofensiva no es solo una ofensiva contra la libertad sexual sino contra el Gobierno de coalición y la mayoría plurinacional feminista y progresista de los que quieren seguir mandando sin presentarse a las elecciones”, ha insistido después Montero.

Por ello, Belarra ha recordado que “en el sistema democrático las mayorías hacen leyes y los jueces las aplican, no las retuercen”, en la línea argumental que ha defendido su formación sobre las rebajas de penas que se suceden en los juzgados desde la entrada en vigor de la ley del ‘solo sí es sí’: que se trata no de un problema de la redacción de la norma sino de aplicación de ese texto. 

Belarra ha ratificado por último que Podemos “no se va a rendir”. “No sé si hay mucha gente que sabe que lo más fácil cuando estás aquí es rendirse, claudicar, que nos cansemos y abandonemos –ha comenzado–. No nos vamos a rendir, vamos a seguir peleando para defender todos los avances feministas y sociales de este Gobierno, con vosotras, de la mano, juntas, demostrando que sí se puede”.

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