Roma, 2 may (EFE).- Italia busca estrechar la cooperación con Túnez, Argelia y Libia para reducir la llegada de migrantes irregulares a través del Mediterráneo central.
El ministro del Interior, Matteo Piantedosi, acogió este jueves en Roma a sus homólogos de esos países para abordar una estrategia regional sobre el asunto.
“La ambición que nos reunió a todos alrededor de una mesa es pasar de una cooperación bilateral a un estratégico enfoque regional que pueda llevar a una reducción de los flujos ilegales” de migrantes, afirmó Piantedosi al inicio de su encuentro en la sede del Ministerio del Interior.
Ahí reunió a sus homólogos Brahim Merad (Argelia), Imad Trabelsi (Libia) y Kamel Fekih (Túnez), a los que recalcó “la excelente y continua cooperación que ya se está llevando a cabo”.
Piantedosi enfatizó que su objetivo es evitar que los migrantes lleguen a alcanzar la costa norteafricana para embarcar hacia Europa. Ante ello, la “prioridad estratégica debe ser trabajar para reforzar la estabilidad de las fronteras terrestres, empezando por la zona del Sahel”, agregó el ministro.
También aseguró que Italia ha compartido con Argelia, Libia y Túnez “algunos objetivos operativos sobre los que trabajar”, entre los que se halla “el refuerzo de la estrategia para las repatriaciones voluntarias asistidas”, así como “el intercambio de información para combatir las redes criminales que gestionan la trata de personas”.
Reducir la llegada de migrantes que alcanzan Italia en embarcaciones a través del Mediterráneo central es un elemento clave de las políticas de la coalición de Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni.
En lo que va de 2024, más de 16.000 migrantes han desembarcado en territorio italiano procedentes de las costas del norte de África, según datos del Ministerio del Interior.
Más de 42.300 personas llegaron durante 2023 a Italia a través de esta ruta marítima, una de las vías migratorias más peligrosas a nivel mundial.
En total, de acuerdo con el cómputo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al menos 3.129 migrantes murieron o resultaron desaparecidas el año pasado intentando alcanzar suelo europeo por esta ruta.
El país del norte de África con el que las autoridades italianas han estrechado más sus relaciones en ámbito migratorio este último año es Túnez.
Meloni ha visitado este país árabe en cuatro ocasiones en menos de un año, en estancias centradas en gran medida en la cuestión migratoria.
La última de sus visitas a Túnez -con Libia, principales puntos de partida en la ruta migratoria del Mediterráneo Central en 2023- fue este pasado abril.
Ahí se reunió con el primer ministro tunecino, Kais Said, a quién Meloni defendió enfoque de cooperación basado en un “modelo paritario” con los países del Mediterráneo.
Italia desarrolla el llamado Plan Mattei, un multimillonario proyecto estratégico para inversiones en el continente africano por más de 5.500 millones de euros (casi 6.000 millones de dólares) entre créditos y garantías, que entre sus metas busca reducir el flujo migratorio hacia territorio italiano.