Alberto Garzón ha logrado superar su primer gran reto para convertirse en el nuevo dirigente de IU en sustitución de Cayo Lara en la próxima Asamblea Federal prevista para el 4 y 5 de junio, si no hay elecciones anticipadas. Su propuesta para modificar los estatutos de la coalición ha logrado salir adelante al recibir 151 votos a favor, ninguno en contra y 21 abstenciones de los miembros del Consejo Político Federal de IU, reunido este domingo en la sede federal de la coalición. De este modo, la próxima dirección federal será escogida entre toda la militancia por sufragio universal.
Sin embargo, para lograr ese consenso ha sido necesario excluir del documento el apartado D del artículo 61, sobre el método de asignación de los puestos del Consejo Político Federal, que seguirá realizándose como hasta ahora, por el sistema proporcional puro.
La propuesta de Garzón debía contar con el respaldo de 3/5 del máximo órgano entre asambleas compuesto por 244 miembros, según datos ofrecidos por la organización. Esto supone que necesitaba un mínimo de 146 votos y la votación se ha saldado con 151, cinco más.
La propuesta de listas abiertas, que propugnaba Izquierda Abierta, no ha sido aprobada dado que se han opuesto a ella Garzón y sus afines, y los miembros de la Declaración de Zamora -que supuestamente apoya Cayo Lara-. La votación se ha saldado con 25 votos a favor, 117 en contra y 17 abstenciones.
Los dirigentes del partido de Gaspar Llamazares han lamentado que no se haya podido votar por separado sus propuestas de coportavocía y la de realizar por separado la elección del coordinador general, al margen de la dirección federal.
La propuesta de Garzón que no ha encontrado ningún obstáculos es la participación por sufragio universal, es decir, que toda militancia de IU pueda votar bien por Internet o de forma presencial a la nueva cúpula y elegir también qué enmiendas a los documentos políticos van a la XI Asamblea. Con este sistema se llegaría al cónclave sabiendo qué documentos y qué candidatura a la dirección han quedado aprobados por la militancia. Ese nuevo Consejo Político designaría al nuevo coordinador general de IU, un cargo para el que ya se sabe que habrá más de un aspirante, no únicamente Garzón.
El Consejo Político ha escuchado y debatido los cuatro documentos políticos para que los militantes puedan aportar sus opiniones y enmiendas: el avalado por Garzón , “Una IU para un nuevo país”; el de los representantes de Izquierda Abierta, “Revolución Democrática para una izquierda ganadora”; y el del grupo que lidera la eurodiputada Paloma López, y los de la Declaración de Zamora, “IU, sí con más fuerza”.
A estos tres documentos hay que añadir el presentado por el entorno de la CUT del andaluz Juan Manuel Sánchez Gordillo, “Por la refundación de IU en el marco de la Unidad Popular”.
Una vez ratificados por el Consejo Político, se abrirá ahora un plazo hasta mediados de mayo para recoger las aportaciones de los militantes a través de las asambleas locales, bien presentando enmiendas a los textos o bien proponiendo sus propias tesis. Estas aportaciones serán votadas del 27 de mayo al 1 de junio.
Aunque durante la reunión no ha habido excesiva tensión, los partidarios de Llamazares siguen convencido de que los dirigentes que apoyan a Garzón quieren convertir la próxima Asamblea en una “entronización” del portavoz parlamentario al que reprochan que esté empecinado en adelantar la fecha del cónclave si se repiten las elecciones generales. Creen que lo que en realidad busca Garzón es tener las “manos libres” para decidir las futuras alianzas electorales. En ese hipotético pero cada vez más cercano escenario de adelanto electoral, IU debe decidir si sella algún tipo de acuerdo con Podemos, algo a lo que se oponen los de Llamazares.