La tormenta generada en Andalucía en el espacio que se sitúa a la izquierda del PSOE no ha cesado por completo. Pero las direcciones estatales de Podemos, Izquierda Unida (IU) y Más País se han propuesto desligar la crisis generada desde el viernes en torno a la negociación de Por Andalucía –la candidatura que comparten para las elecciones andaluzas del 19 de junio– del futuro proyecto que ponga en marcha la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Con todo, este miércoles la coalición se ha presentado de forma oficial en Sevilla, con la presencia de los seis partidos que la integran, para tratar de ofrecer una imagen de unidad. Además de las tres citadas –IU, Podemos y Más País– han estado Equo, Alianza Verde e Iniciativa del Pueblo Andaluz.
El mismo viernes, y también a lo largo del fin de semana, tanto el equipo de Díaz como el resto de las fuerzas integradas en la coalición andaluza pusieron en valor que la vicepresidenta mediara entre Podemos e IU a última hora para salvar la candidatura conjunta in extremis, cuando apenas quedaban unos minutos para que finalizara el plazo para registrar coaliciones ante la Junta Electoral.
Pero la guerra de reproches cruzados y desconfianza que generó la negociación de la candidatura y, sobre todo, el error que supuso que finalmente la coalición se registrara sin el nombre de Podemos, han minado la imagen de la izquierda andaluza. Todo ello hizo que, este lunes, la propia Díaz desligara su proyecto de lo ocurrido en Andalucía. “Estas cosas son las que alejan a la ciudadanía de los partidos políticos”, dijo. “Lo que ha ocurrido en Andalucía es importante, porque muchas formaciones políticas que hubiera sido imposible que se miraran de frente se han mirado. Pero esto está desgajado completamente del proceso de escucha en el que el protagonismo va a ser ciudadano”, añadió.
La guerra entre Podemos y el resto de partidos persiste, aunque soterrada, ya que desde ambas partes se siguen lanzando reproches en conversaciones privadas con la prensa. Podemos culpa a IU de haber actuado “mal” al no inscribirle como parte de la coalición al borde de la medianoche del viernes, cuando expiró el plazo. E IU insiste en que, ante la ausencia de representación de Podemos que pudiera firmar en el registro, se tuvo que inscribir la coalición sin incluir el nombre del partido.
El acceso de Podemos a la financiación
La discrepancia de fondo siempre fue sobre la candidata a la Presidencia de la Junta. Podemos defendió hasta el último momento que fuera uno de sus dirigentes, el diputado por Cádiz Juan Antonio Delgado, argumentando que había sido elegido en primarias como candidato del partido. Pero la formación de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, remarca que “cedió” finalmente y, sobre la bocina –al borde de las doce de la noche del viernes–, aceptó a la candidata de IU, Inmaculada Nieto, a cambio de aumentar su presencia en las listas electorales.
IU es la principal fuerza del espacio confederal en Andalucía, ya que es la que ostenta más cargos públicos en la comunidad y, además, Nieto contaba con el visto bueno del resto de los partidos de la coalición, incluido Más País. Precisamente el beneplácito de esta última sigue chirriando en la dirección de Podemos, fuerza de la que surgió la formación liderada por Íñigo Errejón tras el cisma de 2019.
Ahora las últimas reuniones que se están celebrando entre los seis partidos que integran Por Andalucía –la última tuvo lugar este mismo martes, por vía telemática– se ciñen a asuntos económicos, ya que el hecho de que finalmente Podemos no figurara en la coalición por el citado error en el registro –un aspecto que no ha podido ser subsanado por el rechazo de la Junta Electoral andaluza– implica que el partido de Belarra, aunque tenga dirigentes en las listas, no pueda recibir la financiación pública a la que tienen derecho los partidos con representación parlamentaria.
Desde Podemos denuncian que, en el acuerdo alcanzado con IU, se comprometieron a ser los principales financiadores de la campaña electoral en Andalucía. Por eso exigen garantías al resto de socios para que les garanticen que, tras las elecciones, el partido recibirá de alguna manera alguna compensación económica como la que obtendrán de oficio las fuerzas que sí figuran en el registro.
Errejón: “No es la antesala de nada”
En medio de estas conversaciones y de duros reproches que se ciñen al ámbito privado, los partidos implicados han decidido lanzar un mensaje de unidad. El primer objetivo es intentar fortalecer la candidatura en Andalucía, cuya imagen se ha visto profundamente dañada nada más constituirse por las discrepancias y las desconfianzas aireadas por IU y Podemos. Además, todos ellos tratan de desligar lo ocurrido allí con el proyecto que pondrá en marcha Yolanda Díaz a nivel estatal y que echará a andar después de las andaluzas, cuando se iniciará el repetido “proceso de escucha” con distintos agentes sociales al margen de los partidos, a los que la vicepresidenta quiere dar un papel secundario.
En rueda de prensa, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, se limitó a admitir su “tristeza” por el choque en Andalucía y pidió “no echar más leña al fuego”. Él “no concibe otro escenario” que no sea cumplir el acuerdo político y que se mantenga la unidad de la izquierda de cara a los comicios del 19 de junio. “Tenemos que tener claro que Madrid no es Andalucía”, añadía, por su parte, la coportavoz de Podemos, Alejandra Jacinto, tratando de desligar lo ocurrido en las negociaciones andaluzas con lo que pueda pasar a nivel estatal o ante las elecciones madrileñas previstas para el año que viene.
Minutos antes, el líder de Más País, Íñigo Errejón, trataba de remarcar, con el mismo discurso que Yolanda Díaz, que lo ocurrido en Andalucía “no es la antesala de nada”. Él no ve “ninguna razón para ruptura” entre Podemos e IU y limitaba los problemas a “cuestiones administrativas”. A su juicio, “el ruido” generado en torno a las negociaciones de la coalición “no es positivo”, por lo que prefirió “poner en valor el trabajo en Andalucía” y mostró su disposición a “ayudar a los compañeros” y “arrimar el hombro”. “Hay un acuerdo político y lo importante es ponerse a trabajar”, zanjó.
Al complejo enredo de la izquierda en Andalucía se sumaron la noche del lunes las declaraciones del exvicepresidente del Gobierno y fundador de Podemos, Pablo Iglesias, acusando a Yolanda Díaz –a la que él propuso como futura candidata de Unidas Podemos– de haber impuesto a dedo a la candidata de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, frente a Juan Antonio Delgado, el aspirante defendido por el partido de Ione Belarra.
Iglesias: “Hemos vuelto a las puñaladas”
“Podemos contribuyó para traer a España algo que no era frecuente, que eran las primarias, para elegir, del primero al último, a todos los candidatos. Y hemos vuelto a los partidos, los despachos, las puñaladas, los registros, las filtraciones, yo digo, tú dices... Y esto, si hubiera un sistema de primarias en las que online votara cualquiera, se pudiera registrar cualquiera, no lo tendríamos y no habría por qué tener dedazos ni situaciones como las que estamos viviendo en este momento”, apuntó durante su intervención semanal en el programa Hora 25 de la Cadena SER.
Su síntesis de lo ocurrido en la negociación es la siguiente: “En el último momento intervino Yolanda Díaz y dijo: 'La candidata tiene que ser esta'. Y Podemos se cuadra y, si lo dice la jefa, aunque no estemos de acuerdo con esto, lo tenemos que asumir. Yo creo que quizá la próxima vez estaría muy bien hacer unas primarias abiertas a la ciudadanía o de los militantes de todas las formaciones políticas para no tener que pasar por esta vergüenza”.