Alta remuneración constante en modo de tarifa plana. Ese parece el símil más visual para describir la fotografía laboral de quien dirigió el Ministerio de Trabajo y lo ha sido casi todo en el Partido Popular. El caso de Javier Arenas parece un paradigma de un PP en el que muchos cobraban casi siempre lo mismo, con independencia de los cargos que ocupasen: cuando estaban en el Gobierno, el dinero llegaba de fondos públicos; cuando no, Bárcenas se encargaba de redondear las nóminas con la caja B.
A esta polémica cuestión deberá contestar Rajoy este viernes en su forzada comparecencia parlamentaria. El presidente del Gobierno tendrá que explicar cuánto hay de verdad en las acusaciones de su extesorero quien, tras entrar en prisión, ha decidido poner al descubierto los mecanismos contables de un grupo de privilegiados de la política a los que el servicio público les ha salido muy rentable hasta la fecha. Entre ellos, Arenas o el propio Rajoy.
El estudio de las retribuciones de Javier Arenas permite evidenciar el uso dado por el PP a las cajas A y B del partido para retribuir a sus maÌximos dirigentes, echando mano de una u otra en funcioÌn de la asuncioÌn o abandono de responsabilidades parlamentarias o gubernamentales.
A modo de resumen y según la documentación oficial y la aportada por Bárcenas al juez Ruz, el Partido Popular utilizaba los pagos en B para sortear la ley que prohíbe a un ministro cobrar más de un salario. El objetivo, según el análisis de esa documentación, parece evidente: cobrar siempre grandes cantidades solo reservadas para un selecto club de elegidos. En ese modus operandi se incluye, como informó eldiario.es, el pago de remuneraciones en especie: pisos pagados, comidas en restaurantes de lujo, viajes, etc.
El análisis de las cuentas de Arenas arranca en 1991, ante la inexistencia de datos previos sobre la contabilidad popular en ejercicios anteriores. A partir de ese año puede observarse coÌmo se sistematizan los pagos de sobresueldos, en principio por distintos conceptos (anÌos 1991 y 1992, en los que se perciben pagos por dietas o trabajos de colaboracioÌn) y a partir de mediados de 1992 en concepto de gastos de representacioÌn. En los anÌos 1992 y 1993, Arenas tambieÌn percibe retribuciones en especie por utilizacioÌn de vivienda, 2,8 y 3,4 millones de pesetas respectivamente, pagos que tambieÌn pueden rastrearse en el anÌo 2000 (5,3 millones de pesetas).
En ese periÌodo inicial, hasta enero de 1996, Arenas ocupa una vicesecretariÌa general del PP. AdemaÌs, seraÌ diputado en el Congreso hasta junio de 1994, cuando lo deja para presentarse como candidato en las AutonoÌmicas de AndaluciÌa de ese mes. Desde entonces y hasta su entrada en el Gobierno ejerceraÌ como diputado autonoÌmico y senador.
La contabilidad B de Luis BaÌrcenas uÌnicamente refleja dos pagos a Arenas en ese periÌodo: uno de 600.000 pesetas en septiembre de 1993 y otro de 700.000 pesetas en junio de 1994, dirigidos a compensar la campanÌa de la renta.
1996: Año clave
En 1996 el Partido Popular le paga a Javier Arenas gastos de representacioÌn hasta el 17 de mayo por importe total de 2.143.420 pesetas. Ese ingreso constituye una irregularidad en siÌ mismo dado que el uÌltimo pago es posterior a su fecha de nombramiento como ministro de Trabajo, el 5 de mayo.
En la medida en que la entrada de Arenas en el Gobierno supone una reduccioÌn de sus ingresos, en 1997 comienzan a funcionar los pagos en B de BaÌrcenas, según la documentación aportada por el extesorero. Bárcenas apunta en enero de 1997 un pago de 3,2 millones de pesetas referente al periÌodo mayo-diciembre del anÌo anterior, justo el periÌodo de gobierno en el que ya no se podían hacer transferencias desde la contabilidad oficial por gastos de representacioÌn por los impedimentos legales ya señalados.
En segundo lugar, y por el resto de 1997, Bárcenas abona a Arenas un total de 4,8 millones de pesetas, misma cantidad que percibe en 1998 y que habriÌa percibido en 1999 si no hubiese cesado como ministro en enero para asumir la SecretariÌa General del PP. Ese anÌo 1999 soÌlo percibe de la contabilidad B 2,7 millones de pesetas por el primer semestre, dado que desde enero el PP ya puede volver a pagarle directamente desde la contabilidad oficial: en concreto 32 millones de pesetas.
En marzo del anÌo 2000 Arenas es elegido diputado en el Congreso. Al contar con una nueva fuente de ingresos, los pagos procedentes de la contabilidad oficial del PP se reducen a 17,8 millones de pesetas. Y BaÌrcenas deja de usar la caja B para redondear la nómina de Arenas. En el anÌo 2001 se reproduce el mismo patroÌn.
Todo vuelve a cambiar en 2002. En junio de ese anÌo Arenas es nombrado ministro de Administraciones PuÌblicas, con lo que vuelven a entrar en juego los sobresueldos en negro para compensar la caiÌda de ingresos que lleva aparejada la asuncioÌn del cargo puÌblico. Así queda de nuevo reflejado en los datos aportados por Bárcenas al juez Pablo Ruz. A partir de julio de ese año, los pagos en negro sumaraÌn 43.250 euros hasta final de anÌo, lo que permitiraÌ, junto al resto de fuentes de ingresos legales, mantener un nivel de ingresos muy similar del anÌo 2001.
En 2003 sucede lo mismo: los sobresueldos en negro ascienden a 40.300 euros, que permiten mantener los ingresos de Arenas por encima de los 135.000 euros de los uÌltimos anÌos.
Sin embargo, en el anÌo 2004 su salida de la cuÌpula de poder del PP en el congreso que el PP celebró en octubre llevaraÌ aparejada la peÌrdida de los sobresueldos en negro. En concreto, soÌlo percibiraÌ los relativos a los dos primeros trimestres del anÌo: en total, 19.800 euros.
En la medida en que las retribuciones como parlamentario, las indemnizaciones por incompatibilidades y los propios pagos desde la contabilidad oficial del PP permiten mantener un alto nivel de ingresos a Arenas, los anÌos 2005 y 2006 no registran entradas de dinero procedentes de la contabilidad B.
Sin embargo, en 2007, es significativo que una vez agotados los ingresos derivados de la ley de incompatibilidades en el mes de mayo, la contabilidad B de BaÌrcenas vuelve a ponerse en marcha y, asiÌ, en el mes de junio registra un pago de 30.000 euros para Arenas. Es el uÌltimo apunte de la contabilidad B referente a Javier Arenas, lo que no significa una reduccioÌn de ingresos para el poliÌtico andaluz: la falta de esos ingresos en B se compensaraÌn en los tres anÌos siguientes con subidas de lo que percibe directamente del partido hasta alcanzar un tope de 106.000 euros en 2009.
El análisis de estos datos revela la existencia de vasos comunicantes en los pagos que el PP realiza a sus altos cargos en A o en B. La conclusiones extraídas en los párrafos anteriores corresponden a la observancia de las cuentas oficiales del PP y a sus cotejos con lo que Bárcenas dijo haber pagado a los altos cargos del partido en metálico con dinero que, en ocasiones, escondían en cajas de puros vacías.
El PP ha establecido un perfecto sistema de retribucioÌn para sus altos cargos que le permite garantizarles un nivel alto de emolumentos independientemente de las responsabilidades que estos vayan adquiriendo y de los vaivenes que este hecho supone en sus percepciones, mediante el uso de sus cajas A y B y en funcioÌn de las imposiciones legales. De todo ello tendrá que dar expliaciones Mariano Rajoy en la sesión plenaria que en esta ocasión se celebrará en el Senado.