PSOE y PSC afrontan la que puede ser la crisis definitiva en las relaciones entre ambos partidos. El presidente de la gestora, Javier Fernández, recibe al líder del PSC, Miquel Iceta, en Ferraz para abordar la situación que atraviesan los socialistas después de que los siete diputados catalanes desobedecieran la orden del Comité Federal de abstenerse para dejar gobernar a Mariano Rajoy. Los parlamentarios del PSC, junto a otros ocho del PSOE, mantuvieron el 'no'.
El desacato, justificado en la decisión del Consell Nacional del PSC, llevó a la gestora del PSOE a acusar a su socio catalán provocar una “ruptura unilateral” de la relación que les une a través de un protocolo de unidad desde 1978. Lo hizo a través de un comunicado nada más conocerse que mantendrían en 'no' en la investidura sin siquiera reunir a los miembros que componen la dirección provisional del PSOE.
Fernández admitió que el mantenimiento del 'no' por parte de los diputados catalanes exigía una reflexión sobre la relación que une a los dos partidos. No obstante, mantuvo la prudencia sobre las posibles consecuencias. Algunos dirigentes apuestan por sacar al PSC de los órganos federales de dirección (Ejecutiva, Comité Federal y congreso), algo que contempla el protocolo de unión rubricado hace 38 años.
Quienes abogan por esa solución consideran que hay que acabar con la “asimetría” que rige la relación entre PSOE y PSC. Argumentan que el PSC se ha saltado una decisión colegiada adoptada en un Comité Federal en el que participaron sus 19 delegados amparándose en el órgano homólogo del PSC, que optó por lo contrario, y que, por tanto, los socialistas catalanes deben decantarse por uno u otro.
Fuentes socialistas consideran que la situación no sería tan límite si el PSC hubiera evitado participar en el Comité Federal del pasado 23 de octubre en el que los socialistas decidieron abstenerse para dejar gobernar a Rajoy por 139 votos frente a 96 (entre los que estaban los delegados catalanes). La posibilidad de no participar en esa reunión del máximo órgano entre congresos la defendieron José Zaragoza y el alcalde de Cornellá, Antonio Balmón, en una reunión de la delegación del PSC antes del Comité Federal, pero la postura mayoritaria fue la de votar en contra de la abstención y después no acatar la decisión.
En esa revisión de las relaciones que tendrá su primera fase en la reunión de este lunes, Fernández baraja plantear a Iceta la salida del PSC de los órganos de dirección, según El País. Fuentes de la gestora que aseguran que está habiendo “contactos entre ambas formaciones al más alto nivel” consultadas por eldiario.es creen que el presidente “no está en eso”. “Hay que revisar la relación, no romper. El PSC va a seguir formando parte importante del PSOE, pero hay que buscar un mejor funcionamiento”, expresan esas fuentes.
No es la primera vez que Fernández plantea la ruptura con el PSC. En el Comité Federal del mes de julio, el presidente asturiano advirtió a Iceta de que, si los socialistas catalanes aprobaban la vía canadiense -referéndum por la independencia de Cataluña en el caso de que la reforma constitucional fracasara en la comunidad-, tendrían que replantearse su relación con el PSOE. “Ese partido tendría que replantearse otra relación con el PSOE antes de que el PSOE lo haga con ellos”, avisó entonces. Finalmente, la propuesta inicial de la dirección catalana quedó en papel mojado.
La definición de Cataluña como nación que ha aprobado el PSC en el congreso celebrado el pasado fin de semana no ha ayudado a limar asperezas con su socio nacional. Los socialistas catalanes repiten con insistencia que Carme Chacón y el expresidente Felipe González utilizaron ese término en un artículo en 2010.
Ricardo Cortés, miembro de la gestora que ha ofrecido el balance con el que el PSOE acude a la reunión con Iceta, ha evitado pronunciarse sobre la posible ruptura al entender que todavía “es muy pronto” para dar por hecho que terminará produciéndose. Así, ha defendido que se inicia un diálogo para intentar “establecer una relación de simetría”. Cortés confía en que las conclusiones sean “positivas”.
La hipotética ruptura entre las organizaciones no dependería de la gestora sino que la propuesta tendría que refrendarla el Comité Federal, según fuentes socialistas. El PSC considera que tendría que ser un congreso el que tomara la decisión dado que, según argumentan, la unidad se incluyó en los estatutos en uno de esos cónclaves.
Rechazo interno a la ruptura
La ruptura encuentra el rechazo de destacados dirigentes y barones socialistas. El presidente valenciano, Ximo Puig, ha descartado esa opción con insistencia en sus últimas declaraciones públicas: “Hay que buscar una fórmula de cohesión lo más amplia posible -dijo este martes-. No puede existir el PSOE sin el PSC”. De hecho, el miembro valenciano de la gestora, José Muñoz, pidió sin éxito a la dirección provisional que se otorgara un “tratamiento singularizado” a los diputados catalanes en la votación de la investidura después de que el Consell Nacional decidiera mantener el 'no'.
“Parece que hay gente en el PSOE que tiene ganas de romper con el PSC y formar un PSOE en Cataluña. Sería un desastre”, lamenta un dirigente territorial. Otros barones socialistas también han rechazado la posibilidad de ruptura. Eduardo Madina, por ejemplo, defendió en una entrevista en eldiario.es “mejorar y optimizar” la relación entre ambas formaciones para que no pueda volver a producirse una situación como la de la investidura.
Iceta advierte: no tomar decisiones en clave orgánica
El PSC ha reiterado que quiere mantener los lazos con el PSOE. Así lo expresó en la misma resolución del Consell Nacional en la que optó por rechazar la abstención e Iceta insistió en esa idea durante el congreso que celebraron a principios de noviembre los socialistas catalanes. En un artículo en El País, Iceta defiende que se busquen fórmulas para “optimizar” la relación entre ambos partidos, pero sostiene que no pueden suponer un alejamiento.
“Hagámoslo con perspectiva histórica, no por una reacción en caliente a una decisión traumática que se ha tenido que tomar en un contexto político muy determinado por una coyuntura política adversa”, dice el líder del PSC sobre el voto contrario a la investidura de Rajoy, que justifica, además, por la peculiaridad de Cataluña en su relación con el Estado desde que gobierna el PP. Uno de los principales argumentos que esgrime la dirección del PSC es que en ese momento de pulso de los independentistas el PSOE no puede “desentenderse” de Cataluña ni el PSC del resto de España. Iceta considera que la ruptura sería un “triunfo” de los soberanistas.
Iceta pide “prudencia” y pensar en el “bienestar” de los ciudadanos a la hora de abordar el futuro de PSC y PSOE. “Debemos hacerlo de tal manera que nadie pueda pensar que lo que se busca es conseguir una ventaja en una disputa orgánica interna”, advierte el líder catalán. La ruptura inminente entre las dos formaciones dejaría a los cerca de 18.000 militantes del PSC fuera de la elección del próximo secretario general del PSOE, que se demorará al menos hasta mayo o junio. Los críticos con la gestora creen que busca la salida de los catalanes del congreso federal para allanar el camino a Susana Díaz.
La dirección del PSC, además, está a la expectativa de cómo va el encuentro con Fernández para designar a un miembro para la gestora, que quedó pendiente por encontrarse inmersos en un proceso congresual en el momento en el que se constituyó la dirección provisional tras la caída de Pedro Sánchez. Los socialistas catalanes han propuesto, de momento, a Teresa Cunillera, aunque no lo dan por cerrado y sostienen que tienen otros nombres sobre la mesa, como el de la número dos del partido, Nuria Marín.
La gestora, en coordinación con la dirección de grupo, tiene que decidir también los posibles cambios en el grupo parlamentario. Fuentes socialistas aseguran que habrá una reestructuración para mejorar el funcionamiento una vez que se ha constituido el Gobierno. “Adecuar los perfiles”, argumentan.
Sin embargo, los diputados 'díscolos', que votaron 'no' a Rajoy, temen que haya una “purga” como castigo y que les quiten de sus puestos de responsabilidad, como las portavocías o los puestos en las comisiones parlamentarias. Algunos dirigentes socialistas apoyan que así sea.
Fuentes socialistas apuntan a la posibilidad de que Margarita Robles pierda la presidencia de la Comisión de Justicia. En el partido hay malestar por la beligerancia con la que la magistrada ha defendido en los medios su mantenimiento del 'no' y su oposición a la gestora. También incomoda la posición de la aragonesa Susana Sumelzo, que es portavoz de Cooperación Internacional.
La suspensión de la reunión de los portavoces socialistas habitual cada lunes antes de los plenos para fijar posiciones disparó la tensión sobre la posibilidad de que la próxima semana se comuniquen los cambios. No obstante, fuentes parlamentarias aseguran que es normal que se haya suprimido porque los temas que se van a abordar son propuestas socialistas que no requieren “ningún debate”.
Lo que se da por hecho en el PSOE es que los 15 diputados que votaron 'no' en la investidura serán sancionados económicamente con una multa de 600 euros. La decisión tiene que ratificarla la dirección de grupo, donde están Meritxell Batet y Sofía Hernanz, dos de las diputadas que mantuvieron el rechazo. Su continuidad en la dirección también está en entredicho.