El ministro de Asuntos Exteriores británico, Boris Johnson, animó hoy a Kosovo a cooperar con un tribunal especial que juzgará crímenes de guerra cometidos por la antigua guerrilla albanokosovar, y a trabajar en la normalización de las relaciones con Serbia.
“Kosovo y Serbia comparten un interés común, la normalización de las relaciones, y para ello se necesita coraje político y una política visionaria”, declaró Johnson hoy en Pristina ante el Parlamento kosovar, según la emisora RTK2.
Johnson recalcó la importancia de la cooperación con el tribunal especial de crímenes de guerra que tendrá su sede en La Haya, y pidió “esfuerzos serios para que se reconozcan errores del pasado”.
Señaló que su país y los socios internacionales “seguirán de cerca” el trabajo de la corte.
Este tribunal juzgará crímenes de guerra presuntamente cometidos durante y después de la guerra de Kosovo (1998-1999) por miembros de la guerrilla separatista del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) contra serbios y otras minorías y opositores políticos.
En Kosovo, el establecimiento del tribunal es un asunto polémico.
La investigación de los supuestos crímenes de guerra es una importante condición de la Unión Europea para que Kosovo avance hacia una eventual entrada en el club comunitario.
Kosovo, poblado mayoritariamente por albaneses étnicos, declaró en 2008 de forma unilateral su independencia de Serbia, que Belgrado no reconoce.
Más de cien países han reconocido la independencia de Kosovo, ellos EEUU y la mayoría de los socios comunitarios.