La portada de mañana
Acceder
Un Mazón acorralado tratará de 'vender' reconstrucción para tapar su gestión
Ribera se remite al código de conducta: dimitiría si se lo pidiera Von der Leyen
Opinión - Ni liderazgo ni autoridad. Por Esther Palomera

La Guardia Civil convoca plazas de urgencia para abrir el cuartel del pueblo de Fernández Díaz

Antes de que Jorge Fernández Díaz deje de ser ministro del Interior, la localidad donde vive su madre y él acude a tomar aguas termales tendrá un cuartel de la Guardia Civil. La inauguración en la primavera de este año parece garantizada por el “carácter extraordinario” que ha concedido la dirección del Instituto Armado a la convocatoria de plazas para dotar al futuro cuartel de Fitero, en Navarra. El pasado 24 de diciembre, el subdirector general de Personal, teniente general Pedro Vázquez, firmó una resolución para convocar de urgencia las plazas para dos guardias civiles y un cabo, dentro de los 15 efectivos con el que contará el nuevo destino de la Guardia Civil.

La elección de Fitero (2.000 habitantes) como destino de un nuevo cuartel de la Guardia Civil resultó polémica desde que trascendió la decisión del Ministerio del Interior. Los habitantes de Fitero tienen una dotación de la Benemérita a tres kilómetros, en Cintruénigo, y otra a seis, en Corella. La concentración de guardias civiles por habitante será mucho más elevada, por tanto, que en otras zonas rurales de España. En 2014, Interior solo aprobó la creación de dos cuarteles: el de Fitero y otro en la provincia de Sevilla.

A esto se debe unir la vinculación del máximo responsable del Ministerio con la localidad navarra. Allí nació su padre, allí vive su madre y allí se desplazan él y sus hermanos para descansar en periodos estivales. Fuentes del Instituto Armado mostraron su extrañeza por el “carácter extraordinario” de la convocatoria de unas plazas de este tipo, en la especialidad de seguridad ciudadana. Una convocatoria ordinaria habría supuesto un procedimiento más largo.

Precisamente la seguridad ciudadana fue el motivo que esgrimió el ministro para destinar a Fitero un cuartel de la Benemérita. La diputada de Geroa Bai, Uxue Barkos, se interesó por esta decisión de Interior en una batería de preguntas parlamentarias. Interior respondió que la delincuencia había crecido un 89% en esta localidad navarra entre 2009 y 2013. Aun así, se sitúa en 33 infracciones penales por cada mil habitantes, lejos todavía de los 46,1 de media, porcentaje que ha hecho expresar a Fernández Díaz reiteradamente que España es “un país seguro”.

Esta y otras contradicciones fueron puestas de manifiesto en su momento por Barkos. Interior había contestado a la diputada que solo hay dos cuarteles de la Guardia Civil en 250 kilómetros cuadrados, los de Cintruénigo y Corella. Barkos se preguntó “qué cinta métrica” había utilizado el Ministerio para hacer ese cálculo, ya que en 12 kilómetros a la redonda de Fitero, existen los dos citados cuarteles.

La Guardia Civil salió de la localidad de navarra en 1991, en tiempos de Luis Roldán como director general, por no resultar operativo el cuartel. La decisión de cerrarlo provocó malestar entre los vecinos, que se manifestaron “con orgullo y coraje”, según la descripción del propio Fernández Díaz cuando acudió en marzo a colocar la primera piedra del cuartel. La convocatoria dejó la foto del ministro del Interior y la presidenta navarra, Yolanda Barcina, entre otras autoridades, mientras el arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez González, bendecía el acto.

Escrache al ministro en el balneario

El cuartel de la Guardia Civil costará 1,1 millones y se edifica sobre terrenos cedidos por el Ayuntamiento, gobernado por Unión del Pueblo Navarro (UPN), que tiene los 11 concejales de la Corporación. El solar iba a ser destinado en un principio a construir un centro de salud que cubriera especialidades inexistentes en la localidad. Según denunció el diputado de Amaiur Sabino Cuadra, la dotación para el centro de salud desapareció de los presupuestos municipales coincidiendo “casualmente” con la petición de Interior para construir el cuartel.

“Hace un par de años, el ministro sufrió un escrache cuando estaba tomando unos bañitos en el balneario. Una cuadrilla de jubilados le recriminaron de forma bastante directa y cercana lo que estaba pasando con los recortes de pensiones. No fue del gusto del ministro. ¿Acaso el señor ministro quiere un cuartel de la Guardia Civil para pasear tranquilamente por la calle y tomar los baños sin ser molestado por nadie?”, se preguntó Cuadra durante la presentación de un proposición no de ley para la retirada del proyecto.

Fernández Díaz había esgrimido que con el cuartel llegarían nuevas inversiones a la zona. “Este prodigio de pensamiento político profundo”, según Cuadra, no se da en las dos localidades próximas a Fitero que tienen cuartel y aún una tasa mayor de paro.