El tenor hispanoargentino José Cura fue ovacionado anoche en la Metropolitan Opera de Nueva York (Met), donde regresaba para protagonizar, por primera vez, “Otello”, un reto que asumió como una gran responsabilidad.
“'Otello' en el Metropolitan significa meterte, o no, en la huella de los más grandes 'otellos' de la historia, que han pasado todos por aquí”, señaló Cura en declaraciones a Efe, en las que recordó que los mejores tenores (como Plácido Domingo, Mario del Monaco o Jon Vickers) han interpretado este papel en Nueva York.
Con estos antecedentes, interpretar este papel en este teatro es “muy duro, muy comprometido, muy arriesgado”, aseveró el tenor, quien no actuaba desde hacía tres años en el Met, un lugar “impresionante” que “pesa mucho” por su historia.
Esta producción de “Otello” es tradicional, ya que recupera la producción que montó en 1983 el australiano Elijah Moshinsky, pero Cura destacó que la obra sigue teniendo “grandes temas” que se mantienen de actualidad en pleno siglo XXI, como el racismo o el fundamentalismo.
“Son temáticas socialmente muy serias, muy graves, y fundamentalmente muy vigentes”, por lo que no se puede interpretar esto “con la misma ligereza con que haces 'La Bohème' por ejemplo”, insistió.
Explicó que el Met tiene, además de una “acústica espectacular”, una profesionalización y organización enormes, que le permiten representar una obra diferente casi cada día y organizar el cambio de escenario y los ensayos correspondientes, pero siempre con “una dedicación extrema para cada título”.
Su llegada a Nueva York fue un poco accidentada, pues tuvo que interpretar, el pasado día 1 y apenas 24 horas después de aterrizar y aunque sufría “jet lag”, el papel de Don José en “Carmen”, ante la indisposición de Andrew Richards.
Cura consideró olvidada su disputa de hace trece años con un sector del público del Teatro Real de Madrid, y recordó que había planes de colaboración (“Peter Grimes”, de Benjamin Britten, y “La Fanciulla del West”, de Puccini) con la anterior dirección artística, la de Antonio del Moral, que fueron abandonados al asumir las riendas el actual responsable, Gerard Mortier, en 2010.
El tenor, quien reside en Madrid desde hace quince años, se encaró en el año 2000 con un sector del público que le abucheó después de la famosa “aria de la pira” de “Il Trovatore” (Verdi), aunque aseguró que él lo olvidó “desde el día después”.
“Es un tema zanjado para mí”, añadió el artista, quien lamentó que, como residente en Madrid, “es una pena”, porque es el teatro de su ciudad y “casa adoptiva”, y aseguró que no tiene ningún inconveniente en volver a cantar allí.
De cara a sus próximos proyectos, Cura destacó especialmente la producción de “Otello” que estrenará en julio próximo en el Teatro Colón de Buenos Aires, con dirección y escenografía también suyas.
Se trata del retorno del tenor al Colón tras la profunda renovación de este teatro, y Cura se mostró muy ilusionado con este proyecto “muy especial” para él porque es la primera vez que actuara en ese teatro desde 1999.
“Esta producción es muy importante en mi carrera, que puede marcar un antes y un después”, señaló el cantante, quien avanzó que será “una producción bella”, ambientada en el siglo XVI, posiblemente en la época de la Batalla de Lepanto (1571), y para la que estudia incluir algunos de los comentarios que Miguel de Cervantes escribió sobre ese acontecimiento.