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José Masa anuncia su dimisión para evitar que Rivas “se rompa o se estanque”

EFE

Rivas-Vaciamadrid —

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El alcalde de Rivas, José Masa Díaz, ha anunciado que dimite por “divergencias internas” en el seno de Izquierda Unida de la localidad, partido por el que es regidor desde 2003, y ha asegurado que no quiere ser “el alcalde del desgobierno” ni contribuir a que la ciudad “se rompa o se estanque”.

José Masa ha oficializado el anuncio acompañado por Luz Matas, concejala de Presidencia, en una rueda de prensa con numerosos vecinos presentes y que ha comenzado con un emotivo aplauso de un minuto de duración, vivas al alcalde, a la honestidad y a la coherencia.

Según ha explicado Masa, los motivos por los que abandona su cargo y devuelve su acta de concejal son las divergencias internas en el seno de Izquierda Unida, que le han llevado a no tener el apoyo de la mayoría de su propio grupo, y ha negado que se deba a problemas con las cuentas municipales.

“Es una paradoja que después de que Izquierda Unida obtuviera por primera vez mayoría absoluta en las elecciones, tenga que dimitir”, ha comenzado Masa, maestro jubilado que compatibilizó su condición de retirado con la política por su vocación de servicio público.

Pero ha subrayado que aunque seguirá trabajando con IU -con quien lleva más tiempo que con su esposa, ha dicho-, su decisión de abandonar el cargo y el acta de concejal es “irrevocable”, y se debe a que no quiere ser “el alcalde del desgobierno” y por “respeto a los ciudadanos”.

“Renuncio porque se me han impuesto limitaciones que pueden llevar al desgobierno y que me impiden seguir siendo fiel a mi compromiso con los ripenses”, ha dicho, antes de asegurar que se va “con las manos limpias” y con el objetivo de “buscar caminos para que Rivas no se rompa ni se estanque”.

Ha insistido en que su decisión no está motivada por el informe de la Cámara de Cuentas de los ejercicios de 2010 y 2011, según el cual había un desajuste contable de unos 20 millones de euros en la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV), aunque una comisión de investigación creada en el Ayuntamiento concluyó que la gestión de la EMV fue correcta.

“La comisión de investigación limpió el Ayuntamiento de todas las falacias que se habían dicho en la Cámara de Cuentas”, ha subrayado.

Y ha afirmado que aunque se sentía con fuerzas para acabar la legislatura, lo que desencadenó finalmente su decisión fue el pleno del pasado viernes, en el que una votación salió adelante con el voto de sólo cuatro de los trece concejales de IU, y gracias al apoyo de PP y PSOE.

En este sentido, ha lamentado la “incapacidad” del grupo municipal de IU de “mantener las ideas y las políticas” de Izquierda Unida. “Me voy porque no tengo mayoría de votos en el pleno para llevar a cabo las acciones que creo que se deben hacer”, ha dicho en otro momento.

Respecto al momento elegido (un año antes de las elecciones municipales), ha admitido que le ha “dado vueltas” a cuándo renunciar, pero ha dicho no querer contribuir “a que el Ayuntamiento se deteriore”.

Masa ha dicho irse “triste, pero satisfecho”, después de tiempos “positivos” y también “malos” -aunque siempre se ha sentido “respaldado”-, y en los que los servicios públicos han sido su “emblema”.

Ha asegurado que de lo que se siente más orgulloso ha sido del equipo humano que le ha acompañado en su labor para “cambiar una ciudad que era patrimonio de la iniciativa privada”, y de lo que más se arrepiente es de haberse presentado a las últimas elecciones. “Pero asumí el compromiso, no preví que se pudiera producir una fractura”.

Su última decisión como alcalde, ha recordado, fue no firmar la pasada semana el acuerdo con la Comunidad de Madrid sobre la Cañada Real al considerarlo un “pastiche” que no solucionaba los problemas de este asentamiento.

Respecto a su sucesión, ha dicho que es una cuestión que “está por resolver”, y preguntado por Pedro del Cura -coordinador de IU en Rivas, portavoz en el Ayuntamiento y en los últimos meses enfrentado a él- ha evitado decir nada sobre él.

Y preguntado sobre si cree que su sucesor mantendrá la senda de sus políticas, se ha limitado a decir que sus “bondades como futurólogo no son buenas”.