El juez que condenó a Juana Rivas niega ser el autor de los insultos machistas de su Facebook y se declara víctima de una persecución
El juez de Granada Manuel Piñar, quien dictó la primera sentencia contra Juana Rivas, negó este jueves en sede judicial haber publicado en su Facebook los mensajes machistas por los que está siendo investigado por un posible delito de odio y se declaró víctima de una “persecución”. “No tengo nada que ver con esos comentarios que me atribuyen. No soy el autor. Denuncio en este acto una vulneración de importantes derechos fundamentales y una persecución marcada a nivel político. Esto recuerda a épocas pasadas”, afirmó ante el Juzgado de Instrucción 8 de Granada, según los vídeos de esa declaración publicados por laSexta.
Durante el interrogatorio, el juez también aludió a un artículo de opinión de Antonio Maestre publicado en el elDiario.es titulado ‘Los jueces fachas que odian a Irene Montero’ para sustentar su tesis de que es víctima de una “persecución”. Sin embargo, en ese artículo no aparece citado ni él ni el resto de magistrados a los que aludió ante el juez (Manuel García Castellón, Concepción Espejel…). “Dice que somos filofascistas. Esto es elDiario.es, un diario que parece de izquierdas”, sostuvo Piñar para tratar de probar un señalamiento por parte de este diario.
Piñar fue el juez que condenó a Juana Rivas a cinco años de cárcel por dos delitos de sustracción de menores en 2018. El Tribunal Supremo redujo esa condena a dos años y medio y el Gobierno le concedió el indulto, con lo que la pena finalmente quedó en un año y tres meses. Tras la medida de gracia, le denegó la libertad a pesar de cumplir los requisitos formales para que su pena fuera suspendida.
Mensajes en Facebook
Tiempo después, el abogado de Rivas, Carlos Aránguez, lo denunció en los tribunales por los mensajes ofensivos y discriminatorios que el juez había publicado en su perfil de Facebook. Según la denuncia que motivó la apertura de este procedimiento, el magistrado hablaba en esas publicaciones de “bazofia feminazi” o llamaba “cerdos ladrones” a los representantes políticos.
Es en el marco de la instrucción de esos hechos en los que Piñar tuvo que declarar este jueves. Ante el juez, acusó a la Fiscalía de usar a Aránguez como “punta de lanza” para impulsar una investigación contra él y reiteró que él no había escrito esos mensajes. “Se produce una persecución hacia mi persona con difamación pública, con una actuación promovida por la Fiscalía”, afirmó.
Lo cierto es que un fue un recurso del Ministerio Público lo que permitió reabrir unas pesquisas a las que el instructor había dado cerrojazo. Tras revisar el contenido de esas publicaciones, la Audiencia de Granada sostuvo que algunas contienen “epítetos, calificativos o expresiones que se refieren de forma despectiva a ciertos grupos étnicos, razas o nacionales de ciertos países (gitanos, negros, moros, chinos), los cuales, en caso de haber tenido la necesaria trascendencia pública, pudieran comportar una incitación a la discriminación o al odio contra esos colectivos”.
Por ello, estimó parcialmente el recurso de la Fiscalía y revocó la decisión del instructor de archivar la causa. Al mismo tiempo, ordenó que se practicaran las pruebas necesarias para esclarecer, no sólo la realidad de las “publicaciones” y su contenido; sino sobre todo su autoría y la trascendencia o proyección que hubieran podido tener. El juzgado está pendiente que Facebook atienda a los requerimientos de información realizados.
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