La condena a los jueces del poema sobre Irene Montero: “Fueron insultos, insidias y vejaciones machistas”

“Insulto, insidia y vejación grave”. En esto consistió el supuesto poema satírico publicado en 2017 en la revista de la asociación de jueces Francisco de Vitoria (AJFV) sobre Irene Montero, la portavoz parlamentaria de Unidos Podemos, según consta en la sentencia condenatoria para su autor y el comité de redacción de esa publicación. De Monjas a Diputadas, que así se titulaba, no es más que un texto “reiteradamente sexista” y “machista”, de acuerdo al fallo del magistrado titular del Juzgado de Primera Instancia número 38 de Madrid.

El autor del supuesto poema, el juez jubilado Lorenzo Pérez San Francisco, ha sido condenado a pagar a Montero 50.000 euros en concepto de indemnización por daños y perjuicios. El fallo, que no es firme y que fue adelantado por Efe, destaca que su publicación vulneró su derecho fundamental al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen y erosionó explícitamente“ su ”dignidad“.

El magistrado también condena de forma solidaria a los seis miembros del comité de redacción de la publicación –los jueces Raimundo Prado Bernabéu, Javier Pérez Minaya, Joaquín González Casso, Mariano Mecerreyes Jiménez, Carlos Sánchez Sanz y Marcelino Sexmero Iglesias– al pago de 20.000 euros a Montero por “no supervisar” el contenido del supuesto poema. También les obliga a sufragar la publicación de los hechos probados y el fallo de la sentencia en dos diarios digitales y emisoras de radio nacionales, así como en el próximo número de la revista de la asociación.

El juez Jaime Miralles aceptó la demanda presentada por Montero en contra del criterio de la Fiscalía, que calificó el texto como una “crítica” a la parlamentaria y lo encuadró en la libertad de expresión que consagra el artículo 20.1 de la Constitución. Según la sentencia, en su informe de conclusiones, el Ministerio Público dispuso que el hecho de que Montero sea diputada hace que se reduzca su “esfera de intimidad”, por lo que tampoco vio acreditado la vulneración de su derecho al honor y solicitó la desestimación de la demanda.

Un texto “de broma o jocoso, un poemilla”

En un razonamiento similar al de la Fiscalía, los demandados alegaron que habían pedido disculpas a la diputada y calificaron el texto como la expresión de algo “satírico” y de “chanza” que, a su juicio, estaba amparado por la libertad de expresión. También lo definían como un artículo “de broma o jocoso, un poemilla, que no comporta intromisión ilegítima en el derecho al honor de la demandante”. Además, los miembros del comité de redacción pusieron el valor el hecho de haber hecho público un comunicado en el que reconocían que hubo un “error de control previo” y que ese texto nunca debió publicarse por ser “objetivamente atentatorio contra la igualdad de género”.

El juez Miralles, sin embargo, mantiene en la sentencia que la posición de los demandados no puede prosperar porque el texto, en su conjunto, “contiene reiteradas expresiones insultantes e infamantes y vejaciones para la dignidad de la demandante”. “La libertad de expresión no ampara el insulto, la vejación, la infamia ni las vejaciones”, concluye. El magistrado aceptó la demanda presentada por Montero en su totalidad: tanto en relación a la existencia de una intromisión ilegítima en su derecho al honor, intimidad e imagen; como en las indemnizaciones reclamadas por los daños y perjuicios causados.

El artículo escrito por el juez Lorenzo Pérez San Francisco, que firmó bajo el pseudónimo El Guardabosques de Valsain, iba encabezado por una fotografía de Montero. El texto cosificaba a las diputadas de la formación y daba a entender que tanto ella como la también diputada Tania Sánchez Melero, la anterior pareja de Iglesias, deben sus responsabilidades en la organización a los “apetitos inconstantes” del líder del partido. “La diputada Montero/ expareja del 'coleta'/ ya no está en el candelero/ por una inquieta bragueta/. Va con Tania al gallinero”, era uno de sus versos.