Una jueza de Badajoz ha admitido a trámite una denuncia presentada por el pseudosindicato ultra Manos Limpias contra David Sánchez Pérez-Castejón, hermano del presidente del Gobierno. Como ya ocurriera con la denuncia contra la esposa del presidente del Gobierno, la denuncia de Manos Limpias se basa en distintas informaciones publicadas según las cuales David Sánchez, director de la orquesta del Conservatorio de Música de Badajoz y coordinador de esa actividad en la Diputación no acude a supuesto de trabajo –para el que fue designado hace siete años, antes de que su hermano se convirtiera en presidente– y reside en Portugal para ahorrarse impuestos.
“Si es grave comprobar que no dirige la orquesta sinfónica de Badajoz, más aún lo es conocer que no asiste a su puesto de trabajo en la Diputación Provincial de Badajoz, salvo en contadas ocasiones (...) Noticia que no ha sido desmentida”, asegura la denuncia presentada por Manos Limpias contra David Sánchez y otras dos personas.
Fuentes jurídicas han informado a elDiario.es de que la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz, Beatriz Biedma Rojano, ha admitido a trámite la denuncia y ha impuesto a Manos Limpias una fianza de 10.000 euros para que ejerza la acusación. Manos Limpias calificaba los hechos denunciados como un delito contra la Hacienda Pública –por una residencia fiscal ficticia en Portugal–, malversación de fondos públicos y otro de fraude y exacciones ilegales.
El pasado 14 de mayo, la Diputación Provincial de Badajoz aprobó por unanimidad la constitución de una comisión no permanente de estudio para aclarar la labor que desempeña David Sánchez Pérez-Castejón, hermano del presidente del Gobierno, como director de la oficina de Artes Escénicas.
La creación de esta comisión, solicitada por el PP, fue acordada en un pleno extraordinario en el que solo se ha abordado este asunto y ha contado con el apoyo del Grupo Socialista, con mayoría absoluta, desde el convencimiento de que no hay nada que ocultar y de que todo responde a la estrategia de los populares de “enfangar” la vida política, como han dejado claro sus representantes.