El Juzgado de Instrucción número 29 de Madrid ha decidido sobreseer y archivar la causa contra las dos periodistas que el 5 de noviembre de 2022 cubrieron la protesta de dos jóvenes activistas del colectivo ecologista Futuro Vegetal que se pegaron a los marcos de los cuadros de 'La maja desnuda' y 'La maja vestida' del Museo de El Prado de Madrid en señal de protesta por la emergencia climática. Ambas habían sido objeto de una investigación por daños, daños contra el patrimonio histórico y alteración del orden.
Según ha adelantado el diario El Salto, en el que precisamente escribía una de las procesada, el magistrado del citado juzgado ha hecho sya la tesis de la Fiscalía: “No consta ni siquiera indiciariamente participación alguna de estas investigadas en los hechos, y tampoco consta que realizaran acto alguno de causación de los daños, ni que realizaran algún acto no ejecutivo del delito de cooperación al mismo, que pudiera implicar una participación por cooperación necesaria o complicidad, ni en el suministro de material, ni en la aportación de información, ni de ningún otro modo”.
El mismo medio explica que, con todo, el juzgado decreta el sobresimiento provisional por la falta de indicios incriminatorios contra el que cabe recurso.
Durante la protesta climática, las activistas de Futuro Vegetal pegaron sus manos a los marcos de los cuadros 'La maja desnuda' y 'La maja vestida', de Francisco de Goya. En el trozo de pared que separaba ambas pinturas escribieron con spray el mensaje '+1,5º' para “alertar sobre la subida de temperatura mundial que provocará un clima inestable y graves consecuencias en todo el planeta”.
“Estoy aquí pegado porque la semana pasada la ONU hacía oficial que ya es imposible contener el calentamiento del planeta en 1,5 º, sobrepasando los límites marcados en el Acuerdo de París y comprometiendo nuestra seguridad alimentaria”, proclamó Sam, de 18 años. Alba, estudiante de biología de 21 años, reclamó pegada al otro cuadro que el Gobierno elimine las subvenciones a la industria ganadera y las emplee para promover alternativas ecológicas.
“Estas acciones son fruto del miedo ante la inacción de las instituciones y ante la promoción de industrias como el agro, que agravan la situación de crisis climática y comprometen la seguridad alimentaria”, explicó después en declaraciones a este diario Bilbo Basterra, portavoz de la asociación.
En su momento, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) consideraron que las periodistas podrían ser “cómplices” de los hechos. “No las han detenido por un acto en el que ejercían la profesión, por lo tanto no podemos hablar de derecho a la información. Que sean periodistas no les da patente para ejecutar cualquier tipo de actuaciones como, en este caso, incívicas. Se han expresado como ciudadanos, no como periodistas, y como ciudadanos tendrán que responder”, llegó a declarar entonces el presidente de la FAPE, Miguel Ángel Noceda.
Por su parte, la Junta Directiva de la APM diferenció entre informar como periodista de un hecho al que se ha sido convocado o participar en la comisión de un delito. En este sentido, se mostró a favor de amparar la libertad de prensa de un periodista que da información de un hecho. “Lógicamente han sido convocados para ello. Como se convoca, por ejemplo para una manifestación ante el Congreso. No aceptaríamos que se detuviera a los periodistas”, apuntó.