Los Legionarios de Cristo reunidos en su Capítulo General en Roma expresaron hoy su reprobación de los comportamientos “gravísimos y objetivamente inmorales” de su fundador Marcial Maciel y pidieron perdón a sus víctimas.
La declaración, expuesta en un comunicado, reconoce que la congregación religiosa corrió el peligro de desaparecer“ y que ”la ayuda de la Santa Sede fue imprescindible para descubrir cómo la personalidad y el modo de actuar del Maciel estaba afectando a la congregación“.
Además “los Legionarios de Cristo piden perdón a todas las personas afectadas por su conducta y por las deficiencias de la congregación”.