El expresidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, ha defendido hoy que los actuales “males” de la política no residen en la ley electoral, sino en los partidos y en su organización, por lo que ha abogado por una nueva ley de partidos que establezca reglas de obligado cumplimiento para todos ellos.
Leguina se ha pronunciado así durante su comparecencia en comisión para la reforma de la ley electoral de Madrid abierta en la Asamblea, donde hoy expondrán además su posición sus sucesores al frente del Ejecutivo madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre.
En un discurso que ha abierto con la ironía de que era la primera vez que hablaba de política, Leguina ha indicado que no cree que pueda existir una ley electoral que satisfaga a todos.
Ha indicado que los sistemas electorales deben garantizar dos aspectos, la “representatividad” de los electos y la estabilidad de los gobiernos.
Tras resumir las características de la ley electoral nacional, un sistema proporcional corregido con circunscripciones provinciales que marca que un diputado cuesta muchos más votos en Madrid que en Soria y que al tercer o al cuarto partido nacional le “cuestan” mucho más que a los dos primeros, ha especificado que estas dos distorsiones “no se dan” al aplicar esa ley en la Comunidad de Madrid, con una sola provincia.
Por ello, se ha preguntado que en Madrid la cuestión es si se ganaría mucho rebajando la barrera del 5 % para entrar en la Asamblea.
“No lo sé contestar, pero la estabilidad gubernamental no mejoraría bajando esa barrera”, ha contestado.
Leguina ha remarcado la máxima de que si una cosa funciona “razonablemente” bien, lo mejor es no intentar mejorarlo.
El expresidente de la Comunidad de Madrid ha indicado que el problema de la conexión entre los políticos electos y los ciudadanos, se produce menos en sistemas electorales uninominales como el tipo británico, pero ha agregado que adoptar este sistema chocaría con el principio de “representatividad” que exige la Constitución.
Leguina ha indicado que la Asamblea podría proponer a las Cortes una ley electoral para Madrid que proponga que una parte de sus representantes sea elegida de forma directa, pero ha advertido de que una ley nueva y distinta de la actual traería un problema distinto.
Ha resumido este problema señalando que la “originalidad” de la elección de los senadores en España -se escogen de forma directa de entre una lista de cada partido- nunca ha acabado de funcionar.
“Los males que con tanta buena voluntad ustedes desean combatir no residen en la ley electoral, sino en los partidos, en su forma de elegir”, ha recalcado Leguina, que ha señalado que la política está “pidiendo a gritos” una ley de partidos debido a que en este ámbito “las cosas han ido a peor”.
Leguina ha criticado la anulación de los congresos internos, que los congresos anuales han pasado a realizarse cada cuatro años, o que órganos de control de las direcciones de partidos como CDC o BNG han pasado de reunirse cada cuatro meses a hacer lo cuando quiere la dirección.
Sobre el sistema alemán, que en parte quiere trasladar el PP de Madrid en su propuesta de reforma del sistema electoral, ha avisado de que en ese país la ley de partidos obliga a estos a celebrar consejos bienales y que los afiliados elijan a los candidatos con elecciones primarias.
Leguina ha argumentado que sabe que estas mejoras están en buena parte fuera de las competencias de la Asamblea y ha instado a los diputados de la comisión a que, si deciden seguir adelante con la reforma, intenten eludir el “mal ejemplo” de Castilla-La Mancha, puesto que la ley electoral “no se debe hacer para sacar ventaja”.