La mayoría absoluta del PP, con los dos votos de UPN y Foro Asturias, ha bastado para sacar adelante el aforamiento del rey Juan Carlos y para enviarlo al Senado, donde se aprobará dentro de dos semanas y entrará inmediatamente en vigor. Los grupos de izquierda, UPyD y PNV se han opuesto mientras que socialistas y convergentes han optado por la abstención por las prisas y por cómo se ha tramitado. Las enmiendas que han permitido el blindaje del monarca han contado con 184 votos a favor, 32 en contra y 109 abstenciones.
El blindaje del rey para asuntos tanto de carácter civil como penal ha escandalizado a los grupos de izquierda por lo insólito. Gaspar Llamazares ha recordado que nunca se protege a quien ya no ejerce su función. “Un fuero sin cargo es un desafuero”, ha resaltado el diputado de IU.
Llamazares ha recordado que se trata de un aforamiento “extraordinario, generalizado, retroactivo y vitalicio” y que, en la práctica, supone “un monumento al desacato al juez Castro”, quien mantiene la imputación a la infanta Cristina por delitos fiscales y blanqueo de capitales. El hecho de que el PP vaya a sacarla adelante prácticamente solo ha llevado a Llamazares a preguntar desde la tribuna a los conservadores: ¿Son ustedes los que respaldan la forma de Estado en este país?“.
El hecho de que las dos enmiendas que garantizan su protección se hagan a una ley como la de racionalización del sector público ha sido criticado tanto por los que han votado en contra como por los que se han abstenido como protesta al veloz proceso parlamentario. La velocidad inusitada con la que se ha convocado la ponencia y la comisión, además de la convocatoria de un Pleno extraordinario, ha llevado a Emilio Olabarría a calificar el Pleno de este jueves de “ilegal”. ¿“Por qué estamos corriendo tanto, señor ministro? ¿Qué estamos ocultando?”, le ha preguntado a Alberto Ruiz Gallardón desde la tribuna.
Las críticas de los portavoces de Amaiur y ERC han provocado que Jesús Posada exigiera silencio en las bancadas del PP en el hemiciclo. La diputada Onintza Enveida (Amaiur) los ha escandalizado cuando ha hablado del enriquecimiento personal de Juan Carlos I “cuando llegó de Italia con una maletita de madera” y se ha preguntado si es “heredero del rey Midas”. También cuando lo ha acusado de ser “tan responsable como Tejero en el 23F” y de aludir a las demandas por paternidad interpuestas contra él.
En el mismo sentido han ido las críticas de Joan Tardà, de ERC, que ha hablado de una monarquía “instaurada por una dictadura sanguinaria”. Tardà ha asegurado que Felipe VI “es rey por la gracia de Rajoy y Rubalcaba como Juan Carlos lo fue por la gracia de Franco”.
Leopoldo Barreda, como portavoz del PP, se ha lamentado de las críticas de algunos grupos al rey Juan Carlos, aunque ha afirmado que “injurias como las oídas no empañan sino que enaltecen su figura”. El conservador ha insistido en que el aforamiento del rey padre es una cuestión de “respeto y dignidad de España” y que su tramitación ha sido “impecable”. La diputada socialista Meritxell Batet ha defendido la abstención de los socialistas, como anunció en el debate en la comisión de Justicia, por el “atropello del reglamento” y con el argumento de que se ha conseguido que “un instrumento para proteger la democracia dañe a la democracia”.
Las enmiendas aprobadas este jueves establecen que pasarán a considerarse aforados, tanto por la vía civil como por la penal, los reyes que abdican, sus consortes, los consortes del rey (la reina Letizia) y los Príncipes de Asturias (de momento Leonor y su futuro cónyuge). A través de la segunda enmienda se incluye una disposición transitoria para que, en el caso de que algún tribunal esté tramitando alguna causa contra los nuevos aforados cuando la ley entre en vigor, éstas sean suspendidas y remitidas al Tribunal Supremo.