De Guindos, el ministro “al cuadrado”

La broma más repetida durante la comisión de Economía es que en ella estaba presentes los grupos de la oposición en pleno. Eso y las exclamaciones de “¡cuánta expectación!” que hacían todos los diputados del grupo parlamentario del PP nada más entrar en la sala con sonrisa de suficiencia y ver que tenían problemas de asiento. 

“Votado el orden, si me permiten un minuto, salgo a por el ministro y le acompaño”, avisó el presidente de la comisión de Economía, Arturo García Tizón. El aludido, ministro de Economía y Competitividad en funciones y también de Industria, Turismo y Energía gracias a la herencia de José Manuel Soria, esperaba desde hacía más de media hora en una sala contigua a la de la comisión para explicar su enchufe fallido. “¿Cómo estáis? Buenas tardes”, fue su saludo a periodistas y diputados hasta que llegó al sillón de compareciente. Luego se definió a sí mismo como “ministro al cuadrado” y pasó a justificar que el nombramiento era “discrecional” y que se ha montado un escándalo por nada.

“Te advierto, a mí esta es la sala que más me gusta”, susurró García Tizón al ministro nada más sentarse. Él sonrió y luego le guiñó el ojo a la diputada Ana Madrazo. Ella le correspondió con una sonrisa y le hizo una foto para tuitearla poco después.

Durante las más de dos horas en las que se habló del enchufe fallido de Soria, salieron a colación los supuestos méritos del exministro que el titular de Economía rebajó de “requisitos” a “criterios de valoración”. Las primeras carcajadas estallaron a los pocos minutos de empezar, en cuanto negó que fuera un nombramiento “político” sino técnico. Los conservadores pusieron cara de ofendidos.

Después hubo para todos, porque además de las cuestiones sobre las carreras de los Técnicos Comerciales del Estado y las mentiras de Soria, salieron a relucir el aceite de colza, el 'caso Faisán', Venezuela, Rita Maestre y su padre, Rosa Valdeón y Stevie Wonder y el “apartheid  ideológico” que dice sufrir una ERC sumamente preocupada “por el prestigio de la marca España”.  Y, por supuesto, ETA, a cargo del portavoz del PP, Eloy Suárez. 

Suárez se declaró muy satisfecho porque De Guindos, en su opinión, había logrado explicar un “no nombramiento” y vaticinó que por ese motivo “pasará a la historia”. También dejó claro que si el nombramiento no era político, sí lo había sido todo lo demás, incluida la exigencia de que el ministro se explicara ante el Pleno del Congreso, a la que siguen sin renunciar los grupos.

“¿Qué interés tiene esto para los ciudadanos?”, se lamentó Suárez. Su reacción prueba que no entendió la frase de Toni Roldán, el portavoz de Ciudadanos, que le acababa de recordar que los tiempos “han cambiado aunque parece que el Gobierno no haya visto nada de lo que ha ocurrido en los últimos años”.