Luis Tudanca (Burgos, 1978) aspira a convertirse en el próximo secretario general del PSOE en Castilla y León después de que el partido se quedara en una gestora por la dimisión de más de la mitad de la Ejecutiva. Fue una maniobra de Óscar López contra Julio Villarrubia, actual líder regional y rival de Tudanca.
El diputado burgalés, que dirige el PSOE provincial, se define como “republicano” y sostiene que la vía para cambiar el modelo del Estado no es el referéndum sino el consenso entre las fuerzas políticas. Defiende la actitud de Pedro Sánchez frente a Podemos y acatará las normas, aunque matiza que debe haber “debate” interno.
¿Qué parte de responsabilidad tiene el PSOE de no haber gobernado en Castilla y León durante tantos años?
Una parte importante. Cuando los ciudadanos no te dan la confianza para gobernar es que no estás haciendo las cosas bien. Hemos caído en la trama del PP: han jugado a fomentar enfrentamientos entre provincias para que la gente olvidara que quien toma las decisiones que les afectan en el día a día es el Gobierno del PP en la Junta.
¿Por qué no han sido capaces de rentabilizar el desgaste del PP en el poder?
Lo estamos empezando a hacer. Probablemente no pulsamos bien lo que estaba sucediendo en la calle, pero hemos aprendido la lección y estamos cambiando el funcionamiento interno del partido y estamos creando un partido de izquierdas potente.
¿Y más allá del partido?
Cuando un partido como el nuestro, que ha sido el gran referente de la izquierda, pierde la conexión con la calle, sufre electoralmente. Eso es lo que tenemos que hacer: volver a ser el gran partido de izquierdas con vocación de gobierno.
¿Puede el PSOE seguir hablando de ser un partido de gobierno pese a que las encuestas indican lo contrario?
El PSOE ha sido históricamente el que ha hecho los grandes avances y hemos sabido representar ese espíritu de cambio en la comunidad autónoma. Muchos de los avances en el estatuto de la comunidad se impusieron gracias a la opinión del PSOE. Por eso nuestra vocación de gobierno, porque queremos cambiar las cosas desde lo posible, desde la izquierda, desde el gobierno.
¿Cree que está condicionado el liderazgo de Pedro Sánchez a un buen resultado electoral en las municipales y autonómicas?
Pedro Sánchez ha iniciado este tiempo nuevo y cuenta con el respaldo de todo el partido. Necesitamos tiempo, pero el PSOE ha sido el que más rápido ha respondido a la petición ciudadana de cambio.
¿Qué le parece la estrategia que ha adoptado Pedro Sánchez de atacar frontalmente a Podemos?
No ha atacado a Podemos. Lo que estamos diciendo es que el PSOE debe recuperar por sí mismo ese gran partido mayoritario de la izquierda. Nuestro objetivo es recuperar la confianza y nuestro enemigo es el PP, con las políticas de derechas y los recortes. Debemos trabajar para que el PSOE esté más fuerte para que los ciudadanos que nos han dejado de votar vuelvan. Todo lo demás son opciones políticas respetables.
¿Es Podemos populista?
En gran parte. Entiendo que cuando los partidos de izquierdas, que siempre hemos prometido lo posible, dejamos de cumplir lo que prometemos, la gente se crea las promesas imposibles. Ese es el caldo de cultivo del populismo, pero no me asusta la democracia. Los ciudadanos tienen derecho a estar enfadados y a buscar refugio en otras fuerzas políticas. Nuestra responsabilidad es demostrarles que vamos a ser capaces de hacer lo que siempre hizo el PSOE.
Frente al rechazo de Sánchez a pactar con Podemos, si es elegido secretario general, ¿qué orden dará? ¿Qué se pueda o no pactar?
Cumpliré con las decisiones del partido. En este partido hay que debatir y discutir pero luego debemos demostrar que somos capaces de funcionar como un todo común. La decisión del Comité Federal y de Pedro es correcta, oportuna y hay que cumplirla.
¿Qué le diría a sus compañeros de partido que han dicho a Sánchez que se equivoca?
Que sigan debatiendo y sigan pensando diferente, eso no estorba nunca en el PSOE. Este partido nunca ha sido monolítico. En este partido va a seguir habiendo debate y opiniones diversas, pero el rumbo que ha tomado el PSOE me parece el correcto.
¿Qué valor añadido le aporta al PSOE frente a su adversario?
Le puedo aportar unidad, que es un paso previo e indispensable, porque si la gente ve que estamos ocupados en nuestras disputas internas difícilmente van a ver en nosotros un partido con capacidad de gobierno. Mi generación, que no conoció el gobierno socialista de Demetrio Madrid, quiere volver a recuperar Castilla y León. No por un afán de obtener el poder, sino porque es así como se mejora la vida de la gente.
Se le encasilla en el sector de Óscar López y el federal, ¿tiene más respaldo que su oponente?
No. El respaldo que vale ahora es el de los militantes. Dije en un momento dado que la situación era insostenible por el nivel de enfrentamiento y que ni Villarrubia ni Óscar López me parecían las personas más indicadas, dado que habían protagonizado ese pasado, de liderar la solución de futuro. Difícilmente se entiende que pueda ser un hombre de uno u otro cuando les pedí que dieran un paso atrás.
Villarrubia no lo ha dado, ¿qué le parece?
Está en su derecho de someterse a la voluntad de los militantes. Estoy seguro de que lo hace porque considera que es lo mejor para el partido.
Aparte del enfrentamiento con Óscar López, ¿hay más cosas que recriminarle?
Sobre todo la incapacidad que tuvieron para dedicarse a hacer política. Lo que me indigna es que en los últimos dos años y medio ha sido en balde el trabajo de muchísimos compañeros en las instituciones, que han trabajado mucho por los ciudadanos y se volvieron invisibles porque estaban dedicados solo a lo nuestro. Cuando el PSOE se dedica sólo a lo nuestro, los ciudadanos nos olvidan.
Óscar López forzó que el partido se quedara en una gestora, ¿qué le pareció aquella maniobra?
Yo fui el primero que dije que no me parecía acertada y que los que habían sido protagonistas del problema difícilmente podían capitanear una solución, pero eso pertenece al pasado y yo no pertenezco al pasado. Siempre intenté tender puentes y buscar soluciones, que habláramos de política y es lo que quiero hacer ahora.
El secretario general del PSOE en Burgos recriminó a Óscar López que se proclamara a sí mismo senador, ¿cree que se ha beneficiado de la situación del partido?
No, la decisión fue adoptada por unanimidad en el grupo parlamentario y en la Ejecutiva. En esos órganos había gente de todas las sensibilidades, no se ha hecho de una manera diferente a como se ha hecho en otras ocasiones.
¿Primarias abiertas o cerradas?
Abiertas siempre.
¿Qué beneficio puede tener Tomás Gómez para hacerlas cerradas?
Bastante tengo por hacer para arreglar el partido en Castilla y León como para valorar lo que hacen en otras federaciones. Habrán pensado que es lo más oportuno en Madrid.
¿Por qué es una mala opción que fueran cerradas en Castilla y León?
Creo que debemos avanzar. Podemos recuperar la complicidad con los ciudadanos si les permitimos participar en algunas de nuestras decisiones importantes. Es verdad que las abiertas no son todo virtudes, pero somos el partido más democrático de este país y el que más avances en democracia interna y externa estamos haciendo.
¿Se presentará a las primarias?
Si los compañeros me eligen como secretario general, sí.
¿Y si no?
Seguiré pensando que la bicefalia es un fracaso. Que aquella bicefalia que pactaron fue un error y seguiré pensando que el secretario general debe ser el candidato.
¿Está a favor de readmitir en el PSOE al alcalde de Ponferrada?
Las decisiones están adoptadas y las respeto, así como el reglamento. Algunos de los errores que se han producido, incluido el de Ponferrada, se produjeron por no escuchar la voz de los militantes. Si decimos que les vamos a escuchar, cumplámoslo en todos los sitios y en todos los casos.
¿Qué opinión le merece el Toro de la Vega?
No soy taurino y me gusta menos el Toro de la Vega. Debemos pedir que se respete la libertad de expresión y que no se produzcan insultos y amenazas a representantes legítimos de los ciudadanos que defienden lo que consideran oportuno.
Si llega a la presidencia de Castilla y León, ¿lo prohibiría?
La prohibición no es el camino porque impide el legítimo derecho de otros, que sí que son taurinos.