“Estoy viviendo un 'Vox History X'”. La exdiputada de Vox Macarena Olona ha asemejado este domingo sus vivencias tras dejar el partido de extrema derecha a las del protagonista de la película American History X. El film, estrenado en 1998, relata el acoso que sufre un joven de Los Ángeles por parte de sus excompañeros de la organización neonazi a la que perteneció. “Con esto no estoy queriendo decir que Vox sea un partido nazi”, ha explicado durante la extensa entrevista que ha protagonizado en el programa 'Lo de Évole', emitido por La Sexta. “Lo que sí que me he encontrado son algunos ataques de personas que hacen loas a Hitler y que están en el entorno de Vox”, ha zanjado, ante las preguntas de Jordi Évole.
Olona dejó Vox y abandonó la política activa el pasado julio, después de que fracasara en las urnas su candidatura a la Presidencia de la Junta de Andalucía. Pero siete meses después, deja la puerta abierta a regresar a la primera línea. “Si yo vuelvo a la política activa es porque será que piense que puedo ocupar un espacio que sea necesario para asegurar la gobernabilidad de este país”, ha explicado. Sobre la opción de volver a la política en un partido nuevo que pueda fundar ella misma en los próximos meses, la exdiputada ha evitado dar una respuesta concreta. “Estoy con todos esos españoles que han estado en la abstención que están deseando encontrar un proyecto en el que confiar y que les despierte de nuevo la ilusión. No sé si será alguno de los proyectos existentes o uno nuevo”, ha remachado.
En una entrevista cargada de insinuaciones y acusaciones veladas, pero sin concreciones, además de relacionar al que fue su partido con el movimiento neonazi, Olona lanza la sospecha de supuestas prácticas corruptas de Vox, “el partido del macho alfa”, a través de su fundación Disenso, remarca las “limitaciones” de Santiago Abascal o Javier Ortega-Smith, con el que reconoce su enemistad. También ha asegurado la exdiputada que en su antiguo partido las decisiones las toman agentes externos a la cúpula directiva, aunque sin especificar a quién se refiere.
En cuanto al nazismo, Évole ha insistido en sus preguntas en tratar de arrojar luz sobre EspañaBola, una cuenta de Telegram que difunde mensajes neonazis y loas a Hitler que fue alabada en sede parlamentaria por el diputado de Vox Víctor Sánchez del Real y que publicó mensajes amenazantes contra Olona tras su salida del partido. Aunque la exparlamentaria ha insistido una y otra vez en esperar al resultado del proceso abierto en los tribunales a raíz de su denuncia por esas amenazas, Olona ha dejado entrever que detrás de esa cuenta está uno de los asesores de cabecera de Ignacio Garriga, el líder de Vox en Catalunya y actual secretario general a nivel nacional.
Contra la crispación que ella misma azuzó
“Me he convertido en un obstáculo para la actual deriva de Vox”, ha señalado Olona, que ha evitado concretar a qué orientación concreta se refería. También ha aceptado el término “mafioso” para describir el funcionamiento interno del partido. “Cuando una persona sale del partido se aplica una práctica de si no estás conmigo estás contra a mí”, ha resumido. En una suerte de redención de su recientísimo pasado en la política, donde se caracterizó por los discursos cargados de insultos, descalificaciones, referencias personales y, en definitiva, por azuzar la crispación, Olona trata ahora de situarse al margen de ese ambiente que contribuyó a crear.
“Yo he salido de una trinchera que es el Congreso de los Diputados”, ha afirmado. “La política nacional se ha convertido en una crispación que no te deja prácticamente ni respirar. He salido de una trinchera y nadie me va a meter en otra”, ha añadido. También ha dicho que dejó Vox porque temía que desde dentro “apagaran” su voz y, sin entrar a descalificar directamente a su exjefe Santiago Abascal, ha asegurado lo siguiente: “De Santi solo puedo decir que es una buena persona pero tiene limitaciones”.
“Cuanto más arriba estaba más niebla veía a mi alrededor y no tenía claro quién tomaba las decisiones en Vox. Es evidente que Santi no es libre completamente. Tengo la sensación de que las decisiones en Vox no siempre se toman en Vox, tengo la certeza de que se toman fuera de Vox”, ha añadido. No ha dado nombres. Solo ha dicho que son personas que no forman parte del “organigrama” del partido. Tampoco ha querido vincular esas decisiones con la organización ultracatólica El Yunque que, según distintos medios de la extrema derecha, está detrás de la cúpula del partido.
Respecto a las presuntas corruptelas dentro de Vox, Olona ha puesto el foco en la Fundación Disenso a la que el partido ha destinado cerca de 4,5 millones de dinero público desde que se creó, hace un par de años. Durante la entrevista, la exdiputada ha exigido que “además de las cuentas anuales” los responsables de la fundación “presenten el formulario 347 de Hacienda”. “Es la declaración que permite conocer qué se esconde dentro de la partida otros gastos y servicios exteriores, es decir, los pagos que haces a otros profesionales independientes por un importe superior a 3.000 euros y que en el ámbito privado llamamos la cuenta de 'putas y varios'. Ahí se suelen esconder las maldades”, ha recalcado. También ha dicho que cree que Vox “ha entrado en el sistema” donde se producen casos de corrupción.
Traiciones y contradicciones
La “primera traición” de sus compañeros, ha señalado, la vio clara “después de las andaluzas” a raíz de “determinadas filtraciones de la campaña que venían de la sede de Vox”. “Se filtraron mentiras, que la campaña había sido un fracaso por responsabilidad mía”, ha dicho, antes de culpar de la estrategia al propio Abascal pero también a Ortega Smith y al eurodiputado y portavoz de Vox, Jorge Buxadé. “El resultado en Andalucía fue un auténtico fracaso de expectativas”, ha reconocido. Para ella, además, Ortega Smith “no es el más inteligente” dentro de Vox. “Somos antagónicos”, ha zanjado.
Tras insinuar que comparte la reflexión de que Vox es “una secta en la que no hay libertad de expresión” ni funcionamientos internos democráticos, Olona ha asegurado lo siguiente: “Tengo muy claro que en un momento en el que nos encontramos, electoral, yo no puedo poner en riesgo el proyecto de Vox abonando un terreno que podría ser utilizado para activar el proceso de ilegalización de esa formación por el incumplimiento de un mandato constitucional”.
Durante la entrevista se han repasado algunas de sus intervenciones más incendiarias en el Congreso, pero Olona dice ahora que no comparte muchos de los postulados que defienden sus excompañeros de Vox. Por ejemplo, ella ha remarcado que no considera que las personas homosexuales “sean enfermas” y ha considerado “asqueroso” poner “en una misma frase homosexual y terapias de conversión”, cuando fue ella misma la que defendió esas terapias desde el atril del hemiciclo hace tan solo unos meses. Además, ha afirmado haberse dado cuenta de que “dentro de Vox” hay quien considera que gays y lesbianas son “enfermos” y “desviados”.
Ya en el aspecto más personal, Olona ha confesado que dentro del que fue su partido hubo quien no entendió que ella se criara desde la adolescencia sin la figura de su padre, que tuvo problemas de adicciones con la cocaína y el alcohol. Y, sin desvelar cuál fue la enfermedad que le hizo dejar la política el pasado verano, la exdirigente de Vox sí ha reconocido que, en ese momento, ni Abascal ni Ortega Smith le llamaron para interesarse por su salud.